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Carmena y el «franquismo sociológico»

Francisco Garrido.La persona y el personaje político de Carmena no despiertan en mi más que sentimientos de admiración y reconocimiento. He seguido desde hace años su labor como jueza y jurista y me parecen encomiable y de una honestidad, inteligencia y valentía difícil de encontrar. Cuando aceptó encabezar la lista de Madrid me llevé un grata sorpresa, cuando salió electa alcaldesa la sorpresa se convirtió en alegría e ilusión. Si tengo que valorar la gestión que hasta ahora ha desarrollado en la alcaldía de Madrid, y por lo que sé, creo que esa alegría y esa ilusión han sido de sobra satisfecha. No estoy defraudado y creo que la alcaldía de Carmena ha sido un enorme avance político para Madrid y para toda España. De esto no tengo dudas y mi lugar en la barricada, cuando la derecha se lanza contra la alcaidesa de Madrid, está claro pero no es de esto sobre lo que quiero hablar.

Voy a usar a Camena como GPS de localización de las fronteras ideológicas de lo que se llamó el “franquismo sociológico”. Carmena es un indicador de hasta donde y hasta que grado, la ideología dominante del tardo franquismo, que también ejemplifica en su versión adaptativa modernizadora el régimen del 78; llegó a ser hegemónica. Si el franquismo sociológico llegó hasta alguien tan honesto, tan antifascista y demócrata, tan garantista como Carmena ¿qué nivel de interiorización no alcanzarían sus valores en la población media española?
Alguna de las reacciones, contradiciendo las actuaciones, de Carmena ante ofensivas y ataques de la derecha y del régimen del 78, han denotado la existencia de un imaginario ideológico que subyace, aunque sea inconscientemente, en mucho de las personas de su generación y que se expresa con mas nitidez en los momentos de crisis y de reacciones instintivas de defensa . Por el contrario en la acción programada y planificada de gobierno, las pautas y valores son muy otros. Ejemplos son la gestión deplorable el falso caso Zapata , done se pido perdón, y se simuló una dimisión que no fue tal, por ser culpable de nada. La no menos lamentable actitud ante el procesamiento de Rita Maestre. La posición incriminatoria ante los titiriteros porque la derecha lo pedía, atentando así a la libertad de expresión y de ceración artística. O el recuerdo permanente de la “independencia política “ de la alcaldesa, las patatitas rituales, sin venir a cuento sino a titulo de inventario global, a Podemos; la renuncia a hacer campaña electoral salvo que sea la suya claro, todo esto no responde defectos personales de Carmena, es un problema mas político y generacional ¿Se imaginan a Pablo Iglesias diciendo que no hace campaña en las municipales porque “el era diputado de todos los españoles” ? Todas esas reacciones, responden a algunas ideas y valores que el tardo fraquismo inoculó y el régimen del 78 consolidó como actitudes valiosa democráticas..
Para entender mejor esto definamos previamente que es eso del “franquismo sociológico”. Hay que decir que la expresión se acuñó en la escuela de sociología que creo Juan José Linz, conservador y activo colaborador de la CIA; y que sirvió en la inteligencia norteamericana para conciliar, o al menos atenuar, la contradicción que suponía el apoyo de USA a un ,aliado de Hitler.Era la tesis de que redefinía la dictadura fascista española como “un régimen autoritario personalista” En esta misma línea Armando de Miguel y otros desarrollaron la existencia de un amplía mayoría social que compartía en grado moderados el núcleo básico de la ideología del tardo franquismo ( posterior a 1958).
Que este fuera el impío origen de la expresión “franquismo sociológico” no significa que no fuera teóricamente afortunada y que reflejar, de alguna manera, una realidad política singular cual era la interiorización por parte de las víctimas de valores básicos de los verdugos. La trampa reside en obviar que eso supuesta “hegemonía” de los valores y las ideas dominantes en el tardo franquismo no era tal; sino producto de la coacción y de la violencia institucional del régimen fascista.
Pero es el régimen del 78 el que convierte al programa mínimo del tardo franquismo en ideología realmente hegemónica. La labor realizada en este aspecto por el PSOE es impagable. es el régimen del 78. ¿En que consisten estos valores? Resumiendo, enumeraremos algunos: la maldad innata de la política, la desconfianza hacia lo colectivo y lo público, la perversidad intrínseca de la opciones partidarias (la impugnación afecta por tanto a la idea misma de partido o lo que es igual, de pluralismo y libertad política); el escoramiento natural hacia el “centro” como punto optimo de posición ideológica, entendido el “centro” como la posición moderada de los valores conservadores ; la asunción de la “lógica del invitado“ de la izquierda cuandoo entra en las instituciones públicas: el respeto sagrado a las instituciones católicas , el ejercito o la monarquía ( es eso de “yo soy ateo pero respeto a la iglesia”, o “yo que soy republicano apoyo a este rey”…); la “unidad de España”. En fin, un marco cognitivo y simbólico que domina las representaciones fundamentales del ejercicio del “poder político” . Esta hegemonía no es una cuestión menor pues le garantiza a la derecha el poder gane quién gane las elecciones.
Ninguno de esto valores han estado ni en la vida , ni en el programa de Carmena, más bien lo contrario, todos ha sido combatidos por su trayectoria biográfica y política. ¿ Donde esta pues este “franquismo sociológico”? Es la reacciones inmediatas, en la imagen ideal que se quiere proyectar inconscientemente ante la ciudadanía ( y lo más importante ante el espejo); en los momentos en los que no hay demasiado tiempo para pensar sino para defenderse, en el “pensar rápido”, mas que en el “pensar lento”, que diría Kahnemann.

Pero esto que le ocurre a Carmena , no le ocurre a Colau, ni a Oltra, ni a Maestre, ni a Iglesias. Ellas también fueron educadas en la ideología del “franquismo sociológico” pero ya sobre la base de las formas y prácticas democráticas, no por coacción sino por hegemonía, sin miedo por convicción. Cuando los y las que montaron el 15M comenzaban a estrenar su peculiar “contra social generacional”, el pacto se rompió, las promesas se incumplieron, las expectativas se frustraron y las vergüenzas se alardearon en público, el encanto ideológico se deshizo. Pero ellas y ellos compartían la ideología pero no tenían el miedo metido en el cuerpo, como las generaciones pasadas. Carmena y Colau comparten proyecto y futuro, que es lo importante, pero no pasado y eso se nota en los momentos difíciles, de nervios y ofuscación cuando el enemigo ataca.

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2 Comentarios

  1. José María Temprano

    Bravo, Curro. Me ha gustado tu artículo: nos pone frente al espejo. Y ayuda a explicar por qué esa resistencia social al avance hacia nuevos tiempos, aun cuando las ideas que se exponen son las mejores y los métodos que se proponen son adecuados.
    Saludos y me quedo esperando tu próximo escrito.

  2. Juan Luis Blanco

    Estimado compañero, estando de acuerdo con lo esencial de tu argumentación creeo que se te olvida un aspecto improtante, la maniulación historica que se demuestra en el hecho de que aún no se ha transmitido el relato de lo ocurrido en la guerra civil y el franquismo, a pesar de la smultiples investigaciones que demuestra la falacia hisgtorica generada por el régimen y que aún es la única conocida por gran parte de la población.

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