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Contra la solidaridad

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Francisco Garrido. Cada vez que la sombra de la desigualdad aflora por el horizonte , el fantasma de la solidaridad nos distrae. La conmoción moral ante el genocidio de los refugiados sirios, es inversamente proporcional a la insensibilidad, no menos significativa moralmente, hacia las causas que lo provocan. Cuando las   intenciones sustituyen al análisis y la voluntad moral a la acción política estratégica; entonces ya hemos caído en la ciénaga política del humanismo solidario, antesala directa del autoritarismo xenófobo.

Todos clamamos contra el genocidio de los refugiados pero todos consideramos imperturbable el orden social y el reparto territorial que lo provocan. Lo cierto es que más tarde o más temprano, aquí o allá, los barbaros acabaran asaltando la fiesta y entonces los hombres malos de la extrema derecha occidental, en santa alianza con la extrema derecha islamista; serán importante. De poco, por no decir de nada , valen los mundos de matrix alternativos diseñados al margen del poder político. El problema no está en  en Siria, sino en Madrid; no esta en los bombardeos y en los tanques , sino en las gasolineras a bajo y en los supermercados; si queremos que sigan abiertos y a todo rendimiento, los refugiados sobran y el único futuro posible para estos bárbaros es la miseria y el exterminio que acabara siendo, lo sabemos, finalmente también el nuestro.

La extrema derecha xenófoba lo ha entendido; no hay sitio para todos, no es posible que nuestra forma de vida se extienda a todo el planeta, para que nosotros podamos seguir recalentando el planeta otros deben de sufrir sus consecuencias más severas, bajo el paraguas de la pobreza extrema.Ante la evidencia malthusina sobre la que construye su criminal demagogia la extrema derecha; la izquierda no tiene mejor ocurrencia que proponer lo imposible: que los refugiados , los emigrantes participen el el festín del derroche, aunque sea como extras mal pagados .

Mientras. la clase trabajadoras , que en Europa llegan hasta las clases medias; se ven atrapadas en las tenazas de una doble traición .Por un lado unas elites políticas y económicas globalizadas que han deslocalizado la industria y globalizado el capital abandonando cualquier proyecto patriótico de defensa de los intereses nacionales; y por el otro una izquierda delirante que. cargadas de buenos propósitos, se afana en que haya “papeles para todos”. En este estado de cosas., si la elites defienden la globalización financiera y la deslocalización ciera y la izquierda a la globalización solidaria (los emigrantes) ¿Quién defiende a los únicos que pueden hacer cambiar las cosas en los territorios donde está el origen del problema? Aparentemente la extrema derecha xenófoba que se opone, de forma engañosa, , por igual a la globalización y a la emigración. No es que tengan lo que se dice un programa sugerente pero tampoco es sugerente arrojarse desde un edificio en llamas; es sencillamente el único plan B disponible para los pobras de entre los ricos.

¿Acaso el programa xenófobo de la extrema derecha no es tan imposible de ejecutar como el idealismo de la izquierda?¿No es aún mas improbable “el cierre de fronteras” que el papeles para todos? Ciertamente que empatan a irracionalidad, pero la extrema derecha si gana en verosimilitud. Como podrá creer nadie las lágrimas de cocodrilo de una izquierda como la socialdemócrata que llora el drama social sirio a la par que firma en secreto el TIPP para eliminar cualquier traba al mercado mundial tutelado por USA y la sexta flota.

De muy poco, por no decir de nada , valen los mundos de matrix alternativos diseñados al margen del poder político. Toda esa retórica del buen vivir y de la economía del bien común y solidaria ¿Quién manda? esta es la  principal pregunta que tenemos que responder.  Sin responderla la solidaridad jugara a favor de la xenofobia. ¿O no hemos visto como hemos pasado de los trenes de refugiados recibidos con flores en los andenes alemanes al ascenso de la extrema derecha y el racismo en sólo semanas  mediado sólo por el montaje mediático  de las agresiones sexuales  de Colonia en la noche de año nuevo?  Hay cuestiones de la agenda política, los refugiados y la emigración son uno de ellos,  que solo pueden resolverse si no ocupan el centro  de la misma, si son solo subproductos de las  acciones  emprendida para otros asuntos. Si vm,eso que en las puesto primeros de las encuestas ocupan un lugar destacada  la emigración o los refugiados; ya sabemos que nos esperan malas noticas para la emigración y los refugiados.

Hay que decir la verdad : otra globalización , hoy por hoy , no es posible, solo el capital estña hoy en condiciones políticas y tecnológicas para ser globalizado. la democracia, los derechos  , la igualdad son estatales  y etso ha de ser una brújula de todas la acción política.  La izquierda ha de dejar de aparecer ante los ojos de las mayorías sociales occidentales   traicionadas por el neoliberalismo como la hermana tonta y bonachona de la globalización financiera. La izquierda aquí y ahora tiene que dar miedo.  La mayor solidaridad que los europeos podrían tener con los refugiados es cambiar y democratizar Europa; no abandonar el territorio y volver la mirada central al Estado. Paradójicamente, y contraviniendo todo lo que dicen los criminales neoliberales, el proteccionismo fiscal es la única alternativa a la trampa neoliberal globalizadora, la mejor forma de solidaridad que puede haber. .Ninguna transición socioecológica es factible sin la centralidad del Estado, La Unión europea ha de ser más Estado democrático y menos unión de agencias comerciales .Y eso solo se puede hacer arrebatándole el poder político  político y económico a las elites de derechas y de izquierdas. europeas y occidentales., ni matrix , ni falansterios.

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