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Manifiesto andalucista del 28 de febrero de 2011: Andalucía, entre la crisis y la esperanza.

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Cada vez se hace mas patente que lo que llamamos crisis es en realidad el inicio traumático de una nueva época, llena de incertidumbre y de riesgos. En estos momentos queremos mostrar en primer lugar nuestra solidaridad con los pueblos que en el área mediterránea se están levantando contra gobiernos despóticos y dictatoriales, especialmente con el pueblo libio que está sufriendo la masacre del dictador Gadafi. Todo el área mediterránea se está empobreciendo y marginando por la construcción de nuevas centralidades en el poder mundial. La orilla sur está reaccionando con heroísmo echándose a la calle fundamentalmente en torno a dos ejes: contra las dictaduras y contra el empobrecimiento. Son precisamente una respuesta de la sociedad que reivindica la democracia en un contexto de carestía de los productos básicos, en especial el precio de los cereales y el petróleo, motivada tanto por la intervención especulativa de los mercados como por las consecuencias ecológicas de la escasez de recursos naturales.

En España, el Gobierno de Zapatero, después de negar la crisis y de adoptar una política errática que nos ha llevado al mayor déficit fiscal de la historia, se ha decidido por darle la razón a la derecha y seguir una política basada en competir no mediante la innovación y la calidad sino bajando los costes, especialmente los laborales, aunque para ello tenga que reducir los derechos sociales, laborales, territoriales y ambientales.

Andalucía vive en este 28 de febrero de 2011 una encrucijada vital: por una parte nos encontramos con la mayor tasa de paro de Europa (más del 28%) y con un sistema político salpicado de corrupción que ha olvidado su función de liderar el futuro para hacer frente a las necesidades reales de las ciudadanas y ciudadanos; pero también con un pueblo que comienza a dar signos de querer asumir el impulso de una salida propia, estable y sostenible de la crisis.

Los andalucistas hemos emprendido un profundo proceso de renovación para adaptarnos a los retos de esta nueva época y poder ofrecer las soluciones que necesita la Andalucía del siglo XXI. Queremos ofrecer a nuestro pueblo una nueva estrategia de transición que haga compatible ideas, intereses y emociones colectivas. Esta estrategia se basa en el equilibrio entre la defensa de los intereses de Andalucía y la defensa de los bienes comunes globales; entre la satisfacción de las necesidades inmediatas de la población y sus necesidades a medio y largo plazo.

La sociedad andaluza está despertando y puede romper con la lógica del bipartidismo propiciando un voto en libertad, sin el chantaje del miedo a que viene el PP o el PSOE porque no hay un voto más perjudicial para Andalucía que el voto a cualquiera de ellos. Los andalucistas queremos impulsar una nueva actitud social: una sociedad movilizada, activa frente a la situación de empobrecimiento, recorte de los derechos, riesgo e incertidumbre que valore la participación pública y la vida comunitaria frente a los valores individualistas y consumistas que solo provocan el desapoderamiento de la sociedad, la búsqueda de beneficio de los especuladores y la frustración.

Especial importancia tiene en este 28 de febrero la defensa de nuestra autonomía y de un modelo federal para España. Una autonomía que para ser una realidad plena necesita ser impulsada por una fuerza política propia, con nuevas ideas, que crea y ame a Andalucía, a su gente y a su cultura. Una Andalucía con fuerza propia es imprescindible para que el pueblo andaluz pueda encontrar una salida en estas circunstancias pero también para que el Estado español logre avanzar en el equilibrio federal frente a los retrocesos que quieren imponer tanto el neocentralismo españolista o las burguesías vasca y catalana, que lejos de ser antitéticas son proyectos complementarios que están convergiendo en una pinza contra Andalucía y contra la igualdad territorial.

Las próximas elecciones municipales que se celebrarán el 22 de mayo es la oportunidad de mostrar nuestro rechazo a la derecha y a un PSOE que nos ha llevado al paro y a la corrupción y de afirmar que Andalucía tiene que confiar en sus propias fuerzas para construir un modelo autónomo adecuado a nuestras necesidades y potencialidades.

Viva Andalucía Libre

(Andalucía 28 de febrero de 2011)

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