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Riesgo inminente

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Juán Torres.01/12/2010.

Aunque no soy muy partidario de dejarme llevar por este tipo de indicadores, parece que el que señala el peligro de quiebra del Reino de España indica «riesgo inminente». Es normal.
Las autoridades europeas están dejando que los especuladores presionen sin cesar a los estados y esa presión ejercida libremente es siempre definitiva y letal porque, cuando no hay respuestas, juegan con la ventaja de saber casi con la certeza que van a poder someterlos.
España, como Portugal, y antes Irlanda, Grecia y otros varios países del Este de Europa ya capturados, están en situación de emergencia. 
La pasividad de las autoridades europeas empieza a ser, como decía en un artículo reciente el Premio Nobel de Economía Paul Krugman, mucho peor que criminal, es un error. Un error, que a mí me parece de incalculables consecuencias.
tanto es así, que ya no somos solamente los economistas de izquierdas quienes pedimos una intervención urgente del Banco Central Europeo, comprando deuda y mostrando así a los especuladores que no tienen nada que hacer, para evitar el desastre.
Hasta personas como Felipe González y el portavoz del grupos parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados lo han pedido.
Lamentable e incomprensiblemente, el gobierno se empeña en mirar a otro lado y sigue cediendo al chantaje, como si eso se hubiera demostrado en algún momento que es la solución. Una cesión continuada que nos aboca sin remedio al desastre.
Tengo la impresión de que la presión contra España va a aumentar en los próximos días y que muy posiblemente no lleguemos ni a Navidad. 
Los especuladores no van a parar y los acreedores saben que cuanto antes apuntalen sus créditos más garantías tendrán de hacerlo sin demasiada presión social y con la mayor facilidad que proporciona el factor sorpresa.
El «rescate» de una economía consiste en realidad en salvar a los bancos acreedores y a los grandes capitales imponiendo la suscripción de una financiación leonina acompañada de políticas que les den más libertad todavía y mejores condiciones de negocio. Y los acreedores de España tienen prisa por conseguirlo porque saben que al gobierno se le está acabando la posibilidad de seguir sacando conejos de la chistera para entregárselos a ellos sin provocar un cisma social y un clima político demasiado perturbado: hoy mismo Zapatero ha anunciado nuevas privatizaciones, un regalo más a los grandes capitales para que hagan más negocio todavía a costa del erario público.
La caída de España no será la última. Vendrán después Italia o incluso Francia, mientras que Alemania seguirá tratando de salir tirándose de sus pelos del hoyo que ha cavado la política que ha practicado en estos últimos años: favorecer la obtención de un gran excedente del que se han apropiado los bancos y las grandes empresas y que en lugar de dedicarlo a elevar el nivel de vida y el bienestar de su población lo han destinado a financiar las burbujas de la Europa de la perferia.
Estamos en unos momentos de gran emergencia. La magnitud del «rescate» español puede justificar (y apuesto a que seguramente así ocurrirá) que se tomen medidas excepcionales que permitan reorientar incluso algunos principios constitucionales, como entre líneas apunta el reciente informe que los grandes empresarios han entregado al Rey (¿un gobierno de técnicos sine die?, ¿supresión de ayuntamiento y quizá suspensión de las elecciones municipales? ¿privatizaciones generalizadas? ¿despidos masivos en las administraciones públicas?…).
Es incomprensible que los partidos de izquierda (el propio partido socialista que se arriesga a terminar como el francés con fracaso electoral estrepitoso), los sindicatos y los movimientos sociales no se hagan cargo de esta situación y que no salgan a la calle inmediatamente a reclamar la única medida que puede poner fin a esta caída continuada de las fichas del dominó europeo: la intervención del Banco Central Europeo comprando la deuda, reembolsando los intereses a los estados, y negociando planes bilaterales de recuperación económica vinculados a un pacto de rentas que es lo único que podría evitar el estallido de un conflicto social sin precendentes en Europa y garantizar que se recupere la actividad y el empleo.
Es urgente y cada vez queda menos tiempo para reaccionar para frenar la verdadera hecatombe que está a punto de producirse.

2 Comentarios

  1. Pueblos en pie! Venceremos

    Eh, salvadores de expaña, ¿a quién tratáis de engañar con vuestras monsergas? Mientras peor le vaya al imperio, todavía a los andaluces nos quedará una posibilidad, alguna esperanza… Cuando mejor le iba a los financieros avarientos -¿no os acordáis ya, farsantes?- nos estaban embarcando a todos en su especulación y usura demenciales. Cual cazador cazado, el gran capital (especialmente alemán) va a tratar ahora a los magnates cañís como ellos han tratado a la ciudadanía y se disponen a hacerlos rehenes con su «rescate» o endeudamiento forzoso de por vida. Nosotros, los monicacos de la reserva, ¿interesamos de verdad a alguien? Ese bonito nombre que han puesto a los cuatro estados con los que juegan implacables avariciosos con patente de corso de las metrópolis que les amparan, tan sólo les anima a seguir machacando a sus víctimas en este estúpido monopoly: P.I.G.S. (cerdos). Sin embargo, esos otros estados, flor y nata del racismo y el clasismo más asquerosos, ni siquiera están el punto de mira, los D.O.G.S. (perros): por Dinamarca, Österreich o Austria, Gran Bretaña y Suiza.

    Hemos de prepararnos para la sub-economía de la chapuza y el «bisnes», procurando para nuestra salud mental y equilibrio moral que a los responsables o cómplices de todo esto no les salga gratis. Recordad que mientras la mayoría este invierno no estaremos bien alimentados y no tendremos la posibilidad de disponer de medios de calefacción, la mafia naZional-catolici$ta y sus sicarios se estarán hartando de chuletones y grandes reservas, trufados con «champagnes».

    ¡ANIMO, COMPAÑEROS, A DARLES KAÑA!

    ·Bueno, siempre habrá algún pusilánime o traidor a su Pueblo que preferirá terminar como éste:

    http://www.youtube.com/watch?v=iQBd4ttMF2A&feature=related

  2. marco terranova tenorio

    Ahora pedimos ayuda del Banco central europeo, pedimos la comprensión de Alemania,cuando ya no nos acordamos las presiones a este país cuando tuvo problemas económicos debido a la reunificación y se le trató sin piedad. Recuerdo en el año 2003 cuando íbamos a Europa como supuesto ejemplo por parte de Aznar de una economía fuerte, eso sí sin dejar ser los pedigüeños y los que viven de las ayudas, como nuestra comunidad, que se zampó las ayudas que tanto dió las instituciones europeas y que con tanto gusto se lo comieron esta clase política, de derechas e izquierdas.

    Con ZP seguimos en las mismas, de un presidente inepto económicamente como fué Aznar pasamos a otro peor como es Zapatero, ambos unidos hacia ese amor al mercado, que les hacen ser MERCADERASTAS e INTEGRISTAS hasta el extremo de estar hundiéndose el país y no percatarse que los culpables son ellos y las absurdas y fracasadas recetas neoliberales.

    Vemos las orejas al lobo, poquito a poco, y estamos acojonado, pero con razón. España va hacia una recesión y va camino de salir del Euro, el Euro y Alemania no le interesa estar dando dinero a los PIGS o Cerdos, como nos llaman, no les interesa, pues el Euro es Alemania y el centro de Europa y nosotros solo somos una rémora incómoda para el fortísimo motor económico que es Alemania.

    Pero si reflexionamos y seriamente, debemos de dejar de echar la culpa a la no intervención de Europa.
    La culpa es nuestra. ¿Acaso no hemos elegido en modelo anglosajón neoliberal y hemos traicionado el modelo continental y la economía social de mercado que tanto sacrificio costó instaurarla?.
    ¿Ya no nos acordamos cuando comprábamos pisos a mansalvas y especulábamos cualquier ciudadano de a pié haciendo parte de esta locura? ¿Ahora nos quejamos cuando llevamos años sin quejarnos del camino el cual estábamos yendo?.

    Sin complejo puedo decir que desgraciadamente somos eso, PIGS, somos una sociedad insolidaria, una sociedad altamente individualista, y una sociedad donde no existe la meritocracia y la igualdad de oportunidades y donde se premia la corrupción, el peloteo y la malicia en detrimento de la ética y la moral.
    ¿Realmente no merecemos no lo que hay sino lo que va a venir?.
    Soy optimista y creo que los pueblos aprenden o por las buenas o por medio de «jarabe de palo», es triste, pero dejaremos de ser CERDOS o PIGS cuando seamos una sociedad seria y normal como puede ser la Alemana o los países del norte, sino es así, acostumbrémonos a dejar de mirar como meta los países del norte e ir aceptando la realidad, que Argentina y el corralito está mas cerca de nosotros de lo que creíamos y lo mismo en el futuro tendremos que elegir entre ser la Argentina que se Hundió o este vecino magnífico reino cogernado por el Sátrapa ese de Marruecos.
    Esto es una verguenza, somos un país tercenmundista y lo hemos demostrado y dia a dia.

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