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No sólo hay una alternativa al keynesianismo y al liberalismo sino que los supuestos sobre los que se basan las dos corrientes tradicionales de la ciencia económica ya no se ajustan a la actual realidad social.

(Zapatero y la reforma de la constitución) Lo que la “ciencia” económica quiere ignorar: esta crisis es diferente (segunda parte)

zp y rajoy

No sólo hay una alternativa al keynesianismo y al liberalismo sino que los supuestos sobre los que se basan las dos corrientes tradicionales de la ciencia económica ya no se ajustan a la actual realidad social.

El supuesto “ontológico” (aunque implícito) común de la escolástica económica (del que keynesianos y liberales serían dos corrientes de pensamiento, algo así como los aristotélicos y los neoplatónicos) es que el capitalismo es inmutable porque representa el “estado natural” de la economía y que ésta puede seguir creciendo indefinidamente (así como la población) gracias a los propios mecanismos del mercado, sobre todo por el intercambio entre volumen y precios (la escasez subiría los precios y haría rentables materiales o técnicas sustitutivas) y por el desarrollo tecnológico. Ambos supuestos son los que están seriamente cuestionados y la actual crisis sería una consecuencia de la contradicción existente entre capitalismo (crecimiento y desigualdad) y globalización (entendida como la colonización cuantitativa o espacial y cualitativa o “on line” – temporal – de la totalidad del ecosistema terrestre por el capitalismo) que impide la expansión del sistema por haber llegado a sus límites materiales.

Por eso esta crisis es diferente. No es sólo cíclica sino que también es tendencial, es decir, sus oscilaciones se sitúan sobre una tendencia al estancamiento. Así el sistema tiene que comenzar a evolucionar hacia una transformación radical y los distintos agentes están luchando para que esta transición discurra de la forma que más convenga a sus intereses. La crisis significa no sólo una época de cambios sino un cambio de época, una época de transición (las transiciones a veces son más prolongadas que los propios sistemas estables, basta recordar la transición del feudalismo al capitalismo) caracterizada por el riesgo y los desequilibrios globales

Podemos sintetizar en doce puntos las consecuencias más visibles de esta transformación:

a)      Las alteraciones metabólicas del ecosistema terrestre: cambio climático (por la vía de los output) con las consiguientes catástrofes “naturales” que está provocando y agotamiento de los recursos no renovables (por la vía de los input) como el encarecimiento del precio del petróleo y su influencia decisiva en la inflación.

b)      La crisis de superproducción de la industria (oferta) y los consiguientes rendimientos decrecientes del capital industrial a pesar de los aumentos de la productividad del trabajo por la sustitución de la mano de obra por capital.

c)      La huida de los capitales al sector financiero y la desconexión de éste del sistema productivo, lo que le ha permitido una verdadera hegemonía en la dirección del sistema hasta el punto de ser los verdaderos detentadores de la soberanía global con la consiguiente capacidad de creación de cuasidinero mediante la generación de nuevos activos financieros “de diseño”.

d)      La creación de activos financieros públicos pero sobre todo privados han generado una inmensa burbuja de créditos gracias a la desmaterialización de las relaciones entre la moneda de curso legal y cualquier referente material (el oro en última instancia), lo que generó una gran demanda artificial basada en la confianza en el sistema que se pinchó con las subprime.

e)       A partir del inicio de la crisis se ha producido un proceso de “destrucción de dinero” mediante la desvalorización de los activos financieros (públicos y privados) e inmobiliarios (que funcionaban como verdaderos activos financieros por el mercado de hipotecas) con el consiguiente efecto pobreza para la mayoría de los balances de las empresas como del patrimonio de las familias. Pero también un aumento de las riqueza en torno a las grandes empresas financieras, con lo que el resultado es una enorme redistribución de rentas caracterizada que agudiza la desigualdad y la concentración del poder.

f)        La crisis del EE.UU. y de su rol como conector entre la economía global y el estado a través del sistema FED (Reserva Federal) – dólar (como moneda de reserva) y Wall Srteet (como centro de los mercados financieros).

g)      La reestructuración del poder territorial mundial con una nueva polaridad entre estados “desarrollados” con bajo crecimiento y alto endeudamiento público y privado y estados emergentes con fuerte crecimiento que se están convirtiendo en “acreedores del sistema” gracias a las exportaciones basadas en productos muy baratos por los menores costos laborales y ambientales, todo ello con una lógica de “suma cero”, es decir que, por la tendencia al estancamiento, el crecimiento o el endeudamiento de unos es a costa de la disminución de la producción y el endeudamiento de los otros.

h)      El aumento de la desigualdad tanto territorial como social por la incapacidad del sistema de crecer en su conjunto en sus variables reales y por lo tanto de generar plusvalías sociales suficientes para amortiguar la desigualdad mediante sistemas de protección social. Por lo tanto, uno de los objetivos actuales de los “mercados financieros” (erigidos en el “estado mayor” del capitalismo) es el desmantelamientos paulatino de las instituciones del estado del bienestar.

i)        La crisis de la soberanía “efectiva” de los estados que han perdido su capacidad real de decisión. Esta crisis implica también la crisis del propio sistema democrático constreñido al interior de los estados ya que si el gobierno representativo carece de capacidad real para decidir, sus electores están eligiendo en balde. Esta reforma constitucional es buena muestra de ello: no se deriva ya del programa electoral del PSOE sino que tan siquiera habían sido informado su grupo parlamentario y su comité federal, demostrando en su forma y en su contenido que somos una especia de “territorio intervenido” por poderes económicos externos.

j)        Especial importancia tiene la experiencia de integración europea como respuesta a la crisis de la soberanía efectiva de los estados. La experiencia ha resultado estructuralmente un éxito a pesar de sus déficit institucionales tanto políticos como económicos. Precisamente este éxito ha colado al euro en el punto de mira de los mercados, que están tratando de retrasar al máximo la crisis del dólar como moneda reserva, ya que aquella es la única moneda que puede o bien sustituir a ésta o bien servir de base para una “cesta de moneda” común que sea alternativa a la anomalía de que la moneda reserva común sea al mismo tiempo la de un sólo estado. El ataque al euro ha venido desde dos frentes, el de los mercados financieros pero también desde sus aliados enquistados en las instituciones europeas como los directivos del propio Banco Central Europea (BCE) o los gobiernos conservadores de los estados de la UE.

k)      El ataque a la fuerza del trabajo como oposición histórica a la tendencia del capital a convertirse en una dictadura. Este ataque implica la precarización, fragmentación y marginación del factor trabajo con la consiguiente pérdida de los derechos laborales individuales y colectivos. Precisamente el estado español tiene el record en el porcentaje de paro y al mismo tiempo de contratación temporal de toda la UE.

l)        Por último la cuestión que para los andalucistas es una de las consecuencia más importante de este proceso: la agudización del proceso de sustitución de los valores sociales por los valores del mercado. No ponemos en duda que a partir de una cierta complejidad de la vida económica el mercado es insustituible como mecanismo de coordinación social, generación de información y sistema descentralizado de toma de decisiones pero también, como señala Polanyy, el mercado es un poderoso disolvente de los lazos sociales y por lo tanto de las identidades colectivas. Paralelamente a la desarticulación de la fuerza del trabajo la dinámica actual constituye un formidable ataque para desarticular los ecosistemas sociales atomizando a las personas y privándola de su mayor virtud social: la capacidad colectiva de generar valores culturales de forma autónoma, al margen del poder.

¿Cuál es la alternativa, por lo tanto, que se puede deducir de este diagnóstico?

Un comentario

  1. ANDALUSIAN REVOLUTION

    TODOS EN PIE FRENTE AL GOLPE DE ESTADO PEPERO$OCIATA!!!ABAJO EL NAZIONAL$INDICALI$MO VENDIDO A LOS CORRUPTOS POLITICOS K MACHACAN A LOS TRABAJADORES!!

    DIGNIDAD OBRERA O MUERTE!!! LIBERTAD PA TOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA!!! VENCEREMOS!!!

    http://www.youtube.com/watch?v=IuJT1Sgk35U

    http://www.youtube.com/watch?v=m1nePkQAM4w&feature=related

    http://www.youtube.com/watch?v=F9gO-CRb5QI&feature=related

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