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Autonomía andaluza para impulsar la economía real.

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La coyuntura económica actual en España y en Andalucía son parecidas ya que el Gobierno andaluz nunca ha pretendido impulsar un modelo económico que se adecuara a nuestras necesidades y potencialidades por haber entendido la Autonomía como una mera descentralización política que le permitía disponer de recursos adicionales, como si se tratase de una gran Diputación, pero que no requería una dirección económica propia.

Así, la crisis diferencial andaluza se caracteriza por una mayor profundidad cuantitativa de las principales afecciones de la española al carecer de autonomía real y haberse consolidado como un territorio periférico y dependiente alejado de los centros reales de poder, entre los que sobresalen la potenciación de Madrid como capital “total” durante las últimas década (en expresión de Germá Bel), es decir, como capital económica, además de administrativa y política, sobre todo debido a la acentuación deliberada del carácter radial  del sistema de transportes y comunicaciones.

La actual coyuntura se caracteriza por la confluencia de tres crisis de naturaleza económica que, en este primer trimestre del año, se están superponiendo: la crisis de la economía real o productiva (20% de paro en España y 28% en Andalucía, cierre y suspensiones de pago en empresas, algunas tan sonada como la del grupo Nueva Rumasa, etc); la crisis financiera, tanto privada (crisis bancaria, sequía crediticia, endeudamiento de empresas y familias, etc.) como pública (déficit público y amenaza de bancarrota en los pagos de la deuda con la consiguiente subida del diferencial de la prima de riesgo en las emisiones de bonos), y ahora la crisis energética.

Es significativo observar cómo la preocupación política ha ido de una a otra, sin haber solucionado ninguna, pero marginando en todo caso las preocupaciones por la crisis de la economía real, sin duda la mas importante pero que aparece como la menos urgente.

En todo caso, la nueva irrupción de la crisis energética, con los precios de la gasolina 98 en torno a l,4 € litro, ha provocado una convulsión en el ya de por sí convulso escenario económico:

a)      La inflación (IPC) se aceleró en febrero hasta el 3,6% interanual sobre todo por la subida del precio del petróleo. Esta tendencia incide en un nuevo fenómeno llamado biinflación, es decir en el comportamiento específicamente inflacionista de la no subyacente (productos alimenticios y energía) frente al comportamiento mucho mas estable del resto de componentes del IPC., (la tasa anual de la inflación subyacente es del 1,8%, un 50% menos) lo que hace tremendamente visible la incidencia de la crisis ambiental en la crisis económica.

b)      La subida del IPC ya ha empujado al alza el precio del Euribor hasta casi el 2% (1,95%) y el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que en el mes de abril subirá un 25% el precio oficial del dinero (del 1% al 1,25%). Es una muy mala noticia porque significa pérdida del poder adquisitivo, subida de la mayoría de las hipotecas y encarecimiento de la deuda pública y privada.

c)      La deuda del sistema bancario y los créditos problemáticos concedidos al sector inmobiliario han provocado sólo en las cajas un agujero que el Gobierno, avalado por el Banco de España (BE), cifra sobre 20.000 m. y que Moody´s ha elevado a 50.000 m. (incluso ha llegado a situar en los 89.000 m. si el escenario sigue empeorando). Esta divergencia viene motivada por la diferente metodología empleada: mientras que el BE ha analizado los balances del año 2010, Moody’s ha hecho una previsión en función no solo de la situación interna sino del contexto, lo que le ha llevado también a rebajar la calificación de la deuda pública española al nivel Aa2.

d)      A pesar de que la balanza por cuenta corriente ha aminorado su saldo deficitario en el año 2010 al pasar de -47.674 m. de € frente a –58.299 millones de € del año anterior, es decir un 18% menos que en 2009, la balanza comercial, que recoge el intercambio de mercancías con el resto del mundo, aumento incluso su déficit pasando de – 45.111 m. de € a – 46.361 m. de €.

Estos datos muestran la gravedad de la situación ya que las medidas contra la crisis de la economía siguen aparcadas. Es más, se está detrayendo financiación para los elementos claves que pueden reactivar la economía: innovación, energías renovables, crédito a las PYMES, educación, etc. para afrontar la disminución del déficit público que se está realizando recortando, sobre todo, el gasto público y aumentando los ingresos vía impuestos indirectos. A esta situación se suma el repunte de un entorno monetario desfavorable (subida de los tipos y del IPC) y dos grandes amenazas: el agujero de los bancos y la subida de los precios del petróleo.

Parece evidente que así no salimos de la crisis. Es necesario priorizar las medidas para estimular la economía real, profundizando en el diseño de una salida propia de la crisis ya que es precisamente la Comunidad Autónoma la que tiene las competencias sobre la oferta económica (sin embargo, la Junta, hoy por hoy, está desaparecida como agente activo frente a la crisis); modificar el método de reducción del déficit (proponemos 50% gastos; 50% ingresos, y éstos sobre la base primero de la lucha contra el fraude fiscal y en segundo sobre las rentas de las grandes empresas); publificar parte de la banca siguiendo el modelo de Islandia, en particular las Cajas, y sobre todo un plan de urgencia para el apoyo a las energías renovables que incluya una Ley andaluza de planificación de la eólica marina.

Un comentario

  1. Hace unos 25 años, en una tertulia de emigrantes andaluces en Barcelona, se hablaba de cómo sería la Andalucía en el futuro. Coincidíamos todos, Andalucía sería la camarera de Europa.
    Esa ha sido, es y será, la propuesta política, social y económica de las fuerzas políticas en Andalucía.
    Somos una simple de mano de obra barata que nos manejan a su antojo, han intervenido nuestro sistema productivo y lo han convertido en un juego fatuo, para hacernos esclavos de sus miserias.
    Mientras Andalucía no sea productora, comercializadora y receptora directa de beneficios, no seremos nunca nada más que sirvientes y servidores.
    Andalucía necesita una involución radical de su sistema económico y para ello nada más claro que rebelarse cómo método.
    Podemos hablar, hacer conjeturas, explicar estadísticas, porcentajes, subidas y bajadas de bolsa, pérdidas o ganancias.
    Bajo ese toldo inhumano se esconde la depravación, el miedo, la intolerancia, el abuso, la corrupción y nos aplasta cómo andaluces y cómo seres humanos.
    Ahora, si cambiamos nuestra idea, nuestra conciencia, nuestro método, nuestras reflexiones y nos damos cuenta de que somos un territorio con identidad propia y recursos propios. Posiblemente empezaremos a ver otro horizonte.
    Pero, no debemos, ni podemos dejar en las manos de otros, Madrid,Barcelona, Bilbao,Europa, EEUU,China, … PSOE.PP.IU.PA.UPyD ….etc, nuestro propio destino, pues de lo contrario más de lo mismo.

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