Jesús García López
– ¡Sal de armario!
Pero aquel muñeco no quería salir. Todavía recordaba la noche de los maniquíes. Cuando, de forma apresurada, los llevaron al trastero, de cualquier forma, alguno perdió un brazo.
- ¡No los toques, por favor!
Perdió la memoria y ellos la perdieron también. A no se cuántas horas de su muerte ya lo estaban enterrando. Pronto prepararon un montaje que a él nunca le hubiera gustado.
Nunca pidió plaza en el Museo de Cera de Madrid.
Si se hubiera asomado estos días a sus calles… Si hubiera oído a su Alcaldesa pedir que manden las “manifas” más allá de Aluche. Él tuvo uno de Interior de armas tomar pero no tan beato como el actual ¡o sí! No sabemos si acabará también, en algún potente consejo de administración.
Fue el primero en dimitir y quizá el último. Bueno hubo quién también adelantó las elecciones, pero es distinto ¡no! Sin duda, mucho mejor. Cualquier Presidente del Gobierno podía haberlo hecho.
A lo mejor no se hubieran atrevido a meter los tanques en las urnas. Pero ellos se lo comían y se lo guisaban. Igual que ahora. Y digo ellos porque todos eran tíos u hombres, para entendernos. Muchos muy bravucones, campando por calles y plazas, poniendo piedras en el camino a aquellas alcaldías progresistas elegidas en el 79.
Estaban tan en el meollo y el elitismo de la política que se le escapo una de las más grandes: Andalucía. Desde entonces en España, el referéndum es una tortura para la clase dirigente. Tanto que después treinta y seis años nadie ha puesto verdadero empeño en actualizar un texto constitucional, a todas luces papel mojado y obsoleto en más de un aspecto.
Si se toca es para aliviar el mercado y que nunca dejes de pagar tus deudas. Las del Estado que son de todos. Si algún club de fútbol, si concesionarias de Autopistas, si el Algarrobico, si preferentes, si bancos, casones reales… Esos juegan otra liga, la de los millones. Y es muy violenta porque el árbitro les deja hacer y los rescata una y otra vez. Además está cerrada .No hay miedo al descenso. Es una liga muy profesional , muy de ellos y si sacan algo del desván es porque creen que obtendrán beneficio.
No te preocupes que si marchas por la dignidad serás criminalizado .Porque ni siquiera en casa tenías guantes blancos.
Después ir desmontando tu estado del bienestar, quieren ahora que esas cosas queden en manos de aficionados, de entusiastas y emprendedores, tu si que puedes pero tu solo.
- ¡ Pero y mi ONG! La cooperación, los servicios sociales.
- ¡Pídeselo a ellos! Ponte en la calle con una carpeta y saca 5, 10, 20 € al hombre y a la mujer de la calle ¡qué todos participen!
- ¡Ya! Aunque si los impuestos fueran más progresivos y directos…
- ¡No ,no y no! Piedad y caridad es lo que hace falta en el mundo.
- ¡Claro! No utilizas la red de educadores, trabajadores sociales, hasta los vas echando a la calle y lo sustituyen por una módica cuantía a una organización confesional.
- ¡Hazte empresario! Es riqueza para todos. Mira si ya lo eres y has echado, ahora puedes contratar con una tarifa plana de las SS.
- Y lo del agua, con los del agua nos habéis engañado, si hubiera consultas como en Italia o Suiza.
- ….
La historia interminable. Aquellos ochenta, donde se pusieron las bases de un cambio social y político fueron muy difíciles, pero las verdaderas reformas vinieron más tarde.
Mis amigas tenían que salir de España para interrumpir su embarazo. Las costas se llenaban de ladrillos. Los chicos perdían el tiempo en la mili, algunos de mayordomos de golpistas y ni siquiera toda la población estaba escolarizada. Las universidades hervían pero había ilusión y confianza en que todo pudiera cambiarse.
El ejército era ineficaz por enorme, por falta de especialistas , por proceder de donde procedía. Había templos en los que se pedía el voto. Faltaban buenas comunicaciones, centros cívicos y memoria histórica.
Muchos y muchas ya con 18 años estábamos hasta el gorro de aquellos gobiernos en blanco y negro. De tanto seseo y palabrería barata que normalmente, no conducía a ningún sitio.
La historia altisonante de este país de reinos tan diversos siempre ha sido parecida. En cada periodo el poder, en todas sus manifestaciones, espera a obtener sus dividendos antes de dar vía libre a los cambios, siempre sin ruptura.
Cada momento de crisis tiene sus nuevos ricos, normalmente hijos de los de la etapa anterior. Desde la estatalización de los ferrocarriles, los planes de desarrollo, las burbujas financieras e inmobiliarias. Nunca se han tocado de verás las bases del sistema.
Este está anclado más que en el libre mercado, en un mercado muy libre para ellos, en lo público en lo privado en los segmentos monopolísticos. La Unión ha puesto un poco de orden, pero quien no quiere no arregla la habitación. España limpia metiendo debajo de la alfombra lo que ve Europa.
Oscila según vientos pero nunca pierde, ni olvida sus raíces. Antes les daba miedo el telón de acero pero ahora no tienen ninguno. Que se lo digan al mundo laboral y a los imparables procesos de deslocalización.
Todo se puede aprovechar, un foro, una expo, una olimpiada un, un,…
No obstante si es cierto que aparecían personas de talante europeo dispuestos a alterar la naturaleza de las cosas. Proclives a los acuerdos entre muchas partes. A ampliar la base social de la joven democracia. Liberales, centristas, bisagras inconformistas, minorías necesarias . Los que miraban a todos lados antes de cruzar cualquier espectro. Las que se tentaban la ropa en la creencia de salvar un conflicto.
En fin eso que ahora sigue haciendo tanta falta y abandonar la terapia policial y concertinas en las verjas.
Por eso el Taata buscó un Tarancón y se encontró con un Rouco.
Por eso y no tan en el fondo, me alegro de que Adolfo Suárez vuelva al Museo de Cera.