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La perversión de Susana Díaz con las camareras de piso

Susana Díaz en el acto de entrega de los Premios Clara Campoamor.
Susana Díaz en el acto de entrega de los Premios Clara Campoamor.

Las camareras de piso han recibido este sábado en Málaga un premio del PSOE de Andalucía por su lucha a favor de los derechos laborales y contra la explotación que vienen sufriendo, que las convierte en las esclavas del sector productivo de sol y playa que compran alemanes e ingleses en Andalucía.

Ellos, ingleses y alemanes, fabrican coches y lavadoras y nosotros, obra y gracia de la política de desindustrialización liderada por la UE y que en España han seguido al pie de la letra tanto PSOE como PP, le enviamos a nuestros jóvenes licenciados a cambio de que nos empleen a las madres de éstos fregando habitaciones de hotel a dos euros.

Limpiar entre 20 y 24 habitaciones por día, con un tiempo de entre 8 y 10 minutos por cada una, con contratos a tiempo parcial de cuatro horas que se convierten en cinco y seis horas diarias de trabajo sin que la empresa pague las horas extras. Mujeres que acuden cada día a trabajar literalmente drogadas de analgésicos para poder soportar los dolores que les provoca la repetición de movimientos.

Hacer camas, limpiar cuartos de baño, hacer desaparecer el polvo, precintar la taza del WC, echar desinfectante en la bañera, pasar la aspiradora, limpiar cristales, cambiar toallas, llena la nevera del minibar, mover enormes carros llenos de productos de limpieza, con sábanas limpias y sucias y una infinidad de artilugios necesarios para que los touroperadores turísticos puedan seguir aumentando ganancias de dos dígitos en un sector, el turístico, que fue el último en entrar en crisis y el primero en salir, gracias a la rebaja de derechos y salarios más extremista llevada a cabo entre las trabajadoras del sector.

Esta situación de precariedad y empobrecimiento que sufren unas 7.000 mujeres que trabajan en Andalucía como camareras de piso no ha sido gracias a una tormenta, sino después de dos reformas laborales, aprobadas por PSOE y PP, que ha permitido que los hoteles subcontraten la limpieza a las mal llamadas “empresas multiservicio”, que en realidad son ‘empresas multiexplotación’, que se aprovechan de las leyes antitrabajadores de PP y PSOE y que negocian a la baja los convenios que antes eran colectivos y que ahora se negocian únicamente por la empresa bajo el miedo de unas trabajadoras que en la mayoría de los casos son madres solas con hijos a su cargo, sin formación y con escasas posibilidades de acceder a otro sector en una Andalucía que, si fuera un Estado de la Unión Europea, sería el país con la tasa de paro más alta de la Europa comunitaria.

El PSOE de Susana Díaz, que está permitiendo que el turismo en Andalucía sea sólo cosa de grandes multinacionales turísticas, que apoyó la reforma laboral de Zapatero, que ha autodestruido a su partido para que finalmente el PSOE apoyara al PP de Mariano Rajoy que puso en pie una reforma laboral, aún más extremista que la de Zapatero, que da carta blanca a los empresarios de los hoteles para negociar convenios a la baja y pagar salarios de 500 euros a mujeres que antes cobraban sueldos dignos, premia a unas mujeres con las que se hace una foto que luego difunde a través de su gabinete de prensa para perplejidad de las mismas mujeres que limpian los hoteles a dos euros la habitación.

Por una lado, se empobrece a las mujeres con legislaciones laborales que son bombas de odio contra la gente sencilla; por otro, Susana Díaz otorga un premio vinculado a la lucha feminista a estas trabajadoras sobre las que recae gran parte del 13% del PIB andaluz y los beneficios de dos dígitos que acumula la patronal turística. No creo que quepa más sadismo en unos premios ni que Clara Campoamor se sintiera orgullosa de este PSOE perverso que a la vez que produce trabajadoras pobres es capaz de premiarlas por su lucha contra la explotación. Si hay explotación laboral no es feminismo.

Las camareras de piso no necesitan premios ni espadas para la lucha, sino derechos y derogar una reforma laboral que se podría haber derogado si Susana Díaz hubiese permitido que gobernara Pedro Sánchez con el apoyo de Unidos Podemos y el resto de fuerzas progresistas del Congreso de los Diputados. Las mujeres necesitan derechos, no discursos de salón y estatuillas pensadas para el marketing personal de Susana Díaz y el PSOE de derechas que representa que parece haber perdido el sentido del pudor en la utilización partidista de las víctimas de su propio modelo de sociedad. Ni el feminismo, ni los andaluces y andaluzas, ni las camareras de piso se merecen tanta poca vergüenza y tanto cinismo a cielo abierto.

@RaulSolisEU 

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