El 15M, Equo y la coctelera política actual

Mario Ortega.En un contexto anterior al 15M, la derecha, si se celebraran elecciones mañana arrasaría sin contemplaciones. Es casi lo que pasó en las elecciones municipales.

Sin embargo, dos novedades, que generan marcos de debate tan complementarios como confrontados, con fuerte atención mediática, han irrumpido en el panorama político español. Nuestra dependencia mágica de los misteriosos poderes de los mercados, y la toma de conciencia política por miles de personas impulsadas por Democracia Real Ya y las acciones continuas del 15M. Son además dos serpientes de verano que copan titulares y telediarios. La primera genera indignación popular y la segunda simpatía. Ahí están las encuestas, ahí los guiños de Rubalcaba al 15M.

El Partido Popular convivía amablemente con la primera. La estrategia del shock mete miedo, el miedo es un paralizante ideológico, un veneno para la Razón. El marco idóneo para un triunfo electoral de la derecha basado en el cacareo insistente de que son necesarias reformas y un gobierno fuerte para «sacar a España de la crisis». No le es necesario explicar a qué reformas se refieren. Sin embargo tanto la derecha catalana, que ya gobierna desmontando los ejes básicos del estado del bienestar, la sanidad y la educación públicas, como la española han percibido que una germen potente que cuestiona el poder establecido y exige más democracia se les puede volver en contra. El debate abierto, la conciencia de lo colectivo, la revelación de los problemas reales, su diagnóstico y las posibles soluciones saltan a diario en las asambleas y foros del 15M.

En este contexto, la estrategia del PP pasaba y pasa por silenciar su proyecto electoral tras la palabra cambio. Atacar con dureza verbal al gobierno ZP con cualquier excusa. Dar por sentado que el cambio es Rajoy. El fruto está maduro, piensan en la derecha; no quieren que se les ponga pocho en el árbol. Por su parte CiU, que tiene que concurrir a las generales, y lo hará como siempre, buscando el eje de debate nacionalismo catalán contra nacionalismo español, ve como el 15M pone en el centro los problemas sociales, los problemas cosmopolitas frente a los identitarios, la solidaridad frente al individualismo. Nada más lejos de los intereses de la siempre bien llamada burguesía catalana a la que se debe.

A su vez, la estrategia del PSOE reside en que su candidato, aquel joven velocista, se distancie con rapidez de las políticas de derechas que los gobiernos Zapatero han ejecutado al dictado del capital, buscando su vieja faz socialdemócrata y haciendo guiños al 15M. El PSOE ha comprendido que el 15M tiene fuerza suficiente para cambiar los marcos de debate. La última demostración ha sido la exitosa toma de Sol tras la torpeza táctica del acuerdo entre el alcalde de Madrid y el Ministro del Interior para desalojar el puesto informativo ante la visita del Papa. Además Rubalcaba espera viento a favor si ETA anuncia el abandono definitivo de la lucha armada antes del 20N, sería su gran triunfo personal.

En lo inmediato, si hubiese elecciones mañana, el PP tiene la victoria cantada, su electorado está completamente movilizado, al que hay que sumarle un buen pellizco del electorado andaluz del PSOE, lugar donde el desplazamiento de voto a la derecha se notaría hoy con más fuerza, dada la tasa de desempleo, el deterioro de la imagen del socialismo andaluz, y la falta de liderazgos políticos contundentes. Pero por los motivos anteriores el tiempo juega en contra de la derecha, las derechas nacionalistas todas. Es así que PP y CiU tiene prisa porque las elecciones se celebren lo antes posible, por eso gritan al unísono pidiendo más adelanto electoral, quieren las elecciones en octubre. ¿Por qué? Necesitan garantizar su triunfo, porque han detectado que el tiempo ya no juega a su favor. Veamos.

PPSOE saben que en el corto plazo (pensar a mayor distancia no les ocupa nunca), las cifras macroeconómicas no favorecerán al gobierno. Se constatará que las medidas de recortes de derechos laborales, fiscalidad, edad de jubilación, ayudas a la banca, reconfiguración del modelo de cajas de ahorros, no sirven para lo que a la gente le importa. Sendos conocen la imposición de los mercados de aplicar políticas presupuestarias de ajuste más duras y de privatizar definitivamente los grandes logros del estado del bienestar, el derecho universal a la educación y a la sanidad, para poder seguir colocando deuda pública. Esto es para hipotecar definitivamente el futuro de un Estado, el futuro de las generaciones futuras.

Bajo esta amenaza el PSOE no ha querido plantear unos presupuestos que reflejaran menor gasto público y más recortes, con la presión añadida de PNV y CiU tirando de privilegios a cambio de voto favorable, esta es la causa esencial del adelanto electoral al 20N. Un punto intermedio entre elecciones ya y elecciones en marzo.

¿Entonces qué? La socialdemocracia española seguirá sin reconocer que la crisis es profunda, sistémica, y de modelo económico, del capitalismo. Los ecologistas, la ecología política, la llamamos crisis ecológica porque es una crisis de límites. La ecología política advierte que ahondado en las políticas duras de desmontaje del estado europeo del bienestar solo crece la desigualdad, con el añadido de que la vuelta a crecimientos del PIB superiores al 3% es imposible en un marco de democracia profunda y real. La condición de posibilidad para que un gobierno pueda actuar contra la población reduciendo sus derechos adquiridos durante décadas de luchas sociales, es limitar la democracia. Para robar con la garantía del estado se necesitan leyes que garanticen la impunidad. China es el modelo capitalista perfecto, por eso mantiene índices de crecimiento superiores al 6%.

Entre tanto, hasta el 20N, vamos a seguir como ya he dicho con dos serpientes mediáticas. Una, los mercados insaciables hacen de las suyas con las agencias de calificación y el Tea party al frente. Ponen contra las cuerdas a Obama, Berlusconi y Zapatero a un tiempo. Los mercados no gustan de la democracia, lo demuestran a diario. Díganme en que se parece Obama a Berlusconi. Si estás en manos de la usura debes pedir justicia, la justicia es la aplicación de la ley, la ley ampara a los usureros, ergo nada que hacer. Dos, el 15M está vivo y muy vivo, y en septiembre tendremos más, mucho más 15M.

Metamos todo ello en una coctelera. No la agiten, que con estos ingredientes la reacción es espontánea y exotérmica. La incertidumbre del sabor del cóctel es muy alta. Por eso las derechas española y catalana quieren elecciones ya, en octubre.

En el caso del PP porque teme no obtener una mayoría absoluta que tenía cantada. En el caso de CiU porque necesita revalidar su triunfo electoral en las autonómicas, antes de que lo quemen los recortes duros que ya está aplicando. Antes de que el 15M gire del todo el centro del debate desde el eje nacionalista al eje tradicional derecha/izquierda. Esta deriva provocaría que los clicks de voto se formaran sobre marcos de debate distintos al España contra su víctima Cataluña o a la inversa.

Añadamos lo de siempre. El sistema electoral aboca, por definición estructural, al bipartidismo con imposiciones de las derechas vasca y catalana, a las que se suma en ocasiones cierto populismo canario.

Por todo lo anterior el 15M será un factor clave. No tanto por lo que moviliza en la calle, que es mucho, como por el grado de simpatía que despierta. Con un poco más de tiempo cambiará el marco de interpretación de la realidad política, y consiguientemente la agenda de todos los partidos de siempre. Ya lo está haciendo. Ese es su primer triunfo. Rubalcaba y su equipo lo han entendido y no tienen vergüenza en decir que asumen sus propuestas. ¿Que el exministro no tiene credibilidad? Claro, pero es la única alternativa táctica viable de cara a recuperar parte de su electorado. Los guiños a los sindicatos son inútiles, han perdido la capacidad de movilización (por eso el PP juega a decir que cuando gobierne, los sindicatos volverán a ser reivindicativos, los necesita ahora más que nunca, son actores controlables. El 15M no).

El problema, como siempre, seguirá siendo ¿quien manda aquí? Por eso es absolutamente necesario que un movimiento político nuevo, como Equo, que defiende los valores de la ecología, la equidad, la justicia social, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, y, no lo olvidemos, un modelo de estado federal que rompa con el clientelismo de clase de las burguesías nacionalistas (incluyo la españolista andaluza), en definitiva, que defiende la democracia real, irrumpa en el panorama político estatal. Un escaño por Madrid es clave. Una semilla de cambio real, no un quítate tú para ponerme yo. Si hay más, mejor, pero con la ley electoral actual no es fácil.

Lo pequeño es hermoso, lo pequeño es grande. No lo olvides, lectora o lector, está en juego la democracia. Los mercados o las personas. Tu decides. Si te indignas, actúa.