Rafa Rodríguez
Behamoth
En un libro ya clásico, Mann y Wainwright[1] esquematizaron el futuro de nuestro planeta en cuatro alternativas ante el cataclismo climático. A la peor de todas la llamaron Behamoth climático. Es una respuesta ante la crisis global en la que solo hay salida para una parte de la población. Una alternativa liderada por una oligarquía profundamente irracional, confiada en el poder que les da el dominio de la tecnología, con vínculos con las grandes compañías de los combustibles fósiles, que niega el cambio climático.
Es una salida que echa mano de la extrema derecha, incompatible con la democracia, para articular un discurso inmune a la razón que sin embargo tiene aceptación en amplios sectores que se sienten amenazados por los cambios y confían en una autoridad fuerte.
Hoy el Behamoth está liderado por Trump que, con sus contradictorias decisiones, quiere demostrar su poder absoluto, aunque tiene constantes como el rechazo a la colaboración internacional contra el cambio climático y la propagación de prejuicios raciales, sociales y de género.
La Unión Europea
En un mundo del Behamoth, representado por Trump, pero también por Netanyahu, Putin o Xi Jinping (rodeados de otros dictadores y fascistas como Milei, Ortega y más de 100 gobernantes de países en el mundo que se consideran actualmente sistemas dictatoriales), la Unión Europea (UE) es el único espacio que se define por su adscripción a los valores democráticos y a la defensa del multilateralismo. Por eso es el gran objetivo a destruir por parte de estos nuevos tiranos.
Hoy la UE no solo está rodeada de dictadores, sino que tiene el enemigo en casa. La ultraderecha que gobierna en Italia, Hungría, Croacia, Finlandia, Países Bajos o Eslovaquia y preside Polonia, está consiguiendo en un efecto dominó atraer a sus posiciones a la derecha tradicional.
Esta alianza fáctica entre ultraderecha y derecha está condicionando ya la política de las instituciones europeas para convertirlas en regresivas. Hemos visto la condescendencia ante Israel, que sigue llevando a cabo el genocidio contra el pueblo palestino, el retroceso de la agenda verde o el proyecto de presupuestos 2028-2034 que ha presentado la Comisión Europea.
El Behamoth quiere acabar con la UE y tiene como objetivo inmediato que la ultraderecha consiga llegar a los gobiernos de España y Francia. Si lo consiguen sería el fin de la UE como proyecto democrático, con políticas sociales, ambientales y de defensa del multilateralismo. Los nuevos tiranos tendrían el campo libre para llegar a cabo un escenario global “de adaptación selectiva solo para los pasajeros de primera clase del planeta”[2].
Francia
Francia, que celebrará elecciones presidenciales en 2027 (la primera vuelta está prevista entre abril y mayo), sufre una inestabilidad política crónica (en tres años lleva cinco jefes de gobierno); una crisis emocional con el incendio de Notre Dame y el reciente robo en el Louvre; de credibilidad con la entrada en la cárcel de Sarkozy; una crisis social y de deuda que en términos absolutos es la mayor de la zona euro, 3,3 billones (el 115,8% de su PIB), por su debilidad económica pero sobre todo por el aumento del gasto militar sobre el que Trump está coaccionando para debilitar las políticas sociales de la UE. En este escenario, las encuestas dan como favorito para las próximas elecciones a la ultraderecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen, a pesar de sus reveses judiciales.
España
En España también tocan elecciones generales en 2027 (si no hay adelanto electoral). Tras la desaparición del bipartidismo tanto el PSOE como la izquierda alternativa tienen que hacer sus deberes para que haya continuidad del gobierno de coalición, pero Sumar y Podemos están fuera del espacio político. Aunque Pedro Sánchez presenta un liderazgo sólido para el PSOE, la izquierda alternativa está bajo mínimos por distintos motivos.
Podemos ha cruzado ya la línea y se sitúa claramente como una fuerza de oposición al gobierno de coalición al que dio su apoyo y que es herencia del anterior del que formó parte.
Sumar sobrevive en medio de una notable confusión entre Sumar coalición y Sumar partido (Movimiento Sumar). Ha bajado en todas las encuestas (del 12,33 % en las elecciones generales al 7,7% en estimación de voto en la encuesta del CIS de este mes de octubre), al haberse convertido en un grupo parlamentario, con algunas fugas, centrado en Madrid sin capacidad para dotarse de organizaciones territoriales, con una dirección que no dirige, y con Yolanda Díaz como líder sin representación orgánica.
A estas alturas es una incógnita saber cómo se presentará la coalición estatal de la izquierda alternativa, con qué siglas, qué partidos la formarán y quién será la candidata o candidato, lo que conduce, si no hay una reacción, al fracaso electoral. Un fracaso electoral que no es solo para el espacio de la izquierda alternativa sino para el bloque democrático porque abriría las puertas a un gobierno PP / Vox.
Andalucía
Las elecciones andaluzas abrirán este nuevo ciclo electoral en 2026. El escándalo en la gestión de los cribados de cáncer de mama ha puesto al descubierto las consecuencias de las políticas privatizadoras del PP para convertir los servicios públicos en un negocio. Moreno Bonilla ha perdido la credibilidad y eso le va a suponer perder la mayoría absoluta.
La izquierda tiene la oportunidad de pasar página de estas dos legislaturas en las que Andalucía está perdiendo el tren de la transición ecológica y social. El PSOE ha movido ficha y ha elegido a María Jesús Montero como candidata, pero hace falta que Por Andalucía obtenga un gran resultado, lo que al día de hoy es posible.
La coalición Por Andalucía, a pesar de todas las dificultades, ha supuesto un salto cualitativo valorado positivamente por las personas, asociaciones y partidos de la izquierda andaluza que reclamábamos la unidad, la confluencia y la necesidad de un sujeto político andaluz.
Sus retos son implantarse en el territorio y conectarse con las plataformas de base ofreciendo canales de participación y decisión para las principales cuestiones políticas, tales como la configuración de las candidaturas electorales, y sobre todo dotarse de una organización que permita la intervención política diaria y se visualice como una alternativa de gobierno. Necesitamos una candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía de consenso que represente la pluralidad y la continuidad de un trabajo parlamentario bien hecho.
Consecuencias
Si la izquierda alternativa no cumple las expectativas y permite que en la próxima legislatura gobierne PP y VOX, no sólo significará un drama para el pueblo andaluz sino abrir las puertas a la ultraderecha en el próximo gobierno del Estado, lo que a su vez facilitará que también gobiernen en Francia.
Con la ultraderecha en los gobiernos de España y Francia, sumado a los que ya controlan, el Behamoth habrá conseguido hacerse con la UE para destrozarla.
[1] Leviatán climático. Una teoría sobre nuestro futuro planetario. E/ Biblioteca nueva. 2018.
[2] Mike Davis. Who Will Build the Ark?. NLR (New Left Review). 61, January–February 2010.
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