Histórica movilización por la Administración Pública andaluza

Ayer sábado 13 de noviembre fue la primera vez en la que muchos andaluces y andaluzas salieron a la calle a manifestarse. Y lo hicieron de forma cívica y espontánea. Fue la primera ocasión en la que muchos de ellas y ellos luchaban activamente contra una decisión que atentaba contra los cimientos de su proyección profesional, personal y de su seguridad laboral. Pero también atenta contra nuestras garantías como administrados a una administración imparcial que actúe bajo el imperio del Derecho Público. Ayer una fecha se venía a la memoria y a los ojos de los más mayores, un 4 de diciembre empezamos a cambiar el modelo de estado que habían diseñado para los andaluces.

Los empleados públicos que se manifestaron ayer en Sevilla defienden un modelo de gestión pública transparente, fiable y con publicidad de todos los gastos púbicos y de su destino. Hasta ayer han aguantado que se recorten sus ingresos, que se les califique de privilegiados del sistema, que los acusen de extremistas de derechas y hasta ayer han respondido con el silencio y la resignación. Pero han hablado y su mensaje no deja lugar a dudas ni interpretaciones. La asociación convocante «“Defiendo Mi Derecho y La Gestión Pública» y los miles de funcionarios que han asistido este sábado han rechazado la destrucción de la ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DE ANDALUCIA, LA PRESTACIÓN de los SERVICIOS PÚBLICOS por personal contratado en régimen de derecho laboral privado, rechazan una ADMINISTRACIÓN PARALELA, que ejerce ilegítimamente potestades y competencias públicas, al margen del derecho administrativo; rechazan conviertir a la Administración Pública en una subcontrata de las Agencias Empresariales; y exigen el acceso al empleo público en virtud de los principios de publicidad, igualdad, mérito y capacidad.

En definitiva, defienden una administración pública garante de igualdad y de imparcialidad para el administrado, sin huir del Derecho Público. Y todo esto lo hacen con un símbolo en la mano un símbolo que los une a todos y todas, la bandera andaluza. Y otro símbolo en la garganta antes de comenzar la marcha en dirección al Parlamento Andaluz. Juntos entonamos el himno de Andalucía, cual presignación antes de iniciar el viaje, antes del primer paso del camino.

Quizás no se pudiera esperar de los trabajadores públicos la revolución que hemos esperado a lo largo de los últimos decenios, pero nadie podrá negar que la linea Maginot de esta revolución pasó ayer por la Alameda de Hércules, subió por la Avenida de la Resolana y llegó al Parlamento. Pero cuando los primeros asomaron a la verja del Hospital de las Cinco Llagas, los últimos aún no habían recorrido la mitad de la Alameda de Hércules. La noticia nos hizo darnos cuenta realmente de que la convocatoria no había sido sólo un éxito, si no que era histórica y que cualquiera que diera la espalda a esa realidad no quería mirar de frente a un espejo que reflejaba una imagen que no era la deseada. Y algunas de esas imágenes las podéis ver aquí mismo.

Los bailes de cifras durarán varios días. Poco importa si son 40 mil, 35, 20 o 50 mil los asistentes a la Manifestación, lo importante es que no se sienten representados por quienes les han aprobado un Decreto o por quienes han intentado pactar en su nombre la viabilidad y legitimidad del mismo. Muy mal lo ha tenido que hacer Griñán al frente de su gobierno con este Decreto Ley 5/2010 de REORDENACIÓN DEL SECTOR PUBLICO DE ANDALUCIA para forzar a salir a la calle en manifestción al paciente cuerpo de funcionarios y resto de empleados públicos de la Admisnitración Andaluza. Se han puesto en pié y con la bandera andaluza en la mano y el himno en la garganta ha dicho que hasta aquí han llegado.

Pulsa el enlace para visualizar algunos vídeos de la manifestación