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Ante las próximas elecciones generales (Andalucía en común ahora. Segunda parte)

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Rafa Rodríguez 

 1.     Las elecciones generales: próxima estación para el cambio en España y en Europa

Las próximas elecciones generales son la estación de llegada de este ciclo electoral en el que la sociedad española, sacando fuerzas de flaqueza, ha apostado por la convivencia y la esperanza democrática (solo esto explica por ejemplo que, en esta situación de emergencia social, el índice de delitos en vez de aumentar haya bajado).

Además, el éxito arrollador de Syriza en el referéndum griego han convertido a estas elecciones en el referente para la continuidad del cambio en la Unión Europa que pueden confirmar o no la rebelión de los pueblos del sur de Europa contra la dictadura neoliberal impuesta desde Berlín.

Los diferentes niveles político – administrativos (municipio, CC.AA. Estado y UE), lejos de ser compartimentos estancos, se retroalimentan mutuamente por lo que para que sea posible el cambio en el Estado es necesario avanzar en la democratización de la UE (y al contrario), de ahí la enorme importancia de la brecha que ha abierto el pueblo griego en el muro de la tecnocracia que gobierno Europa según los dictados de los poderes económicos.

2.     Anticipar la alternativa en los tres ejes básicos

Para conseguir el cambio en el Estado español consideramos que la oferta política de la izquierda debe anticipar la alternativa en los tres ejes por la nueva estructuración del Estado: gestionar el pluripartidismo, el carácter plurinacional del Estado y un proyecto de nuevo modelo económico viable, conocido, participado y consensuado.

3. La plurinacionalidad

El cambio va inexorablemente ligado a una transformación del modelo territorial. Esto ha sido una constante en la historia de España: los avances democráticos han ido unido a la descentralización y reconocimiento de la naturaleza plurinacional del Estado.

Una izquierda distinta al PSOE gobierna en las principales ciudades españolas. Las nuevas alcaldesas de Barcelona y Madrid simbolizan la posibilidad de una cooperación desde la pluralidad pero también desde la afinidad.

En esta línea, Podemos, ICV-EUiA y Procés Constituent están cerca de cerrar un acuerdo para concurrir a las autonómicas catalanas del próximo 27 de septiembre con la misma papeleta. Las negociaciones entre las cuatro formaciones de la izquierda alternativa para formar  una candidatura de confluencia  a imagen de Barcelona en Comú avanzan a buen ritmo y los puntos principales del pacto podrían establecerse esta misma semana.

Corresponde a esta nueva izquierda liderar un nuevo proyecto de articulación del Estado tanto en el plano material (capacidad de participar en los gobiernos de todos los territorios) como jurídico (capacidad de culminar una reforma de la Constitución que diseñe un modelo de federalismo plurinacional) mediante un consenso para alcanzar las mayorías necesarias.

La derecha está alimentando la tensión territorial a través de la Brigada Aranzadi como la bautizó Joan J. Queralt (1) intentando incluso que Tribunal Superior de Justicia de Catalunya inhabilite al presidente de la Generalitat.

El centralismo y el soberanismo se retroalimentan para obstaculizar un modelo federal avanzado y cooperativo que sea capaz de expresar la naturaleza plurinacional del Estado desde la igualdad, la solidaridad y la cohesión social y territorial.

La estructura territorial del Estado determina el modelo de Estado a todos los niveles. Como perspectiva frente a la crisis institucional que recorre el Estado español proponemos construir un amplio consenso social y político para la reforma de la Constitución mediante un proceso participativo de la ciudadanía, que sea capaz de modificar la arquitectura institucional, económica y social y en particular la estructura territorial (reconocimiento de la naturaleza plurinacional de España, naturaleza constitucional de los Estatutos de Autonomía; órganos federales incluido el Tribunal Constitucional; clarificación competencial; supresión de la provincia como demarcación obligatoria; adelgazamiento de la estructura de la administración estatal para evitar duplicidades, etc.).

4. El pluripartidismo

Para la culminación del proceso de cambio la primera condición es desalojar al PP del gobierno central y para esto será necesario trasladar los acuerdos entre las fuerzas de izquierda que se han producido en las últimas elecciones autonómicas y municipales (con la excepción de Andalucía) a la formación del gobierno del Estado. En este proceso hay tres cuestiones importantes para gestionar la nueva realidad política de sustitución del bipartidismo por el pluripartidismo:

a)     El objetivo de éxito electoral de Podemos consiste en ser la primera fuerza política de la izquierda. Las encuestas pronostican un empate entre PSOE y Podemos. Este objetivo va a depender en gran medida de su capacidad de pactar con la izquierda organizada territorialmente que presenta la pluralidad lógica que se deriva de la naturaleza plurinacional del Estado. Además esta convergencia podría suponer la superación del formato clásico de Partido al que la opinión pública responsabiliza en gran medida de la crisis institucional.A esto hay que sumar, la deriva del PSOE que adopta posiciones paradójicas como ha ocurrido con el referéndum griego. Tal como ha escrito José Antonio Pérez Tapias (2) “ las opiniones de destacados dirigentes del PSOE han ido desde comentar irónicamente como «insólito» que un gobierno pida el «no» en un referéndum que él mismo convoca, como dijo Pedro Sánchez, hasta la descalificación del primer ministro Tsipras que hizo Jordi Sevilla al tachar de «irresponsable» su actuación.”

b)    Es patente que el PSOE está sometido a una enorme presión para evitar que se produzca un pacto de izquierda en el gobierno del Estado. Es por ello que el precedente del pacto en Andalucía aparece como una peligrosa cuña con efectos nocivos no solo para Andalucía sino para el conjunto del Estado, frente a los pactos que se han producido en la mayoría de CC.AA y municipios.

c)     Las dificultades objetivas de gestionar y transformar la actual situación, caracterizada por la dependencia a la que ha sido sometido el Estado al capital financiero internacional, obligan a un pacto coherente y realista de la izquierda y el centro izquierda capaz de enfrentarse a un entorno especialmente hostil.

5. Nuevo modelo

A corto plazo son necesarias medidas de impulso de la demanda interna mediante un aumento de la inversión pública y el estímulo de la reinversión productiva de beneficios para la creación de empleo, el incremento de los salarios reales, las facilidades de acceso y obtención de créditos y modificaciones legales que faciliten la reestructuración de la deuda hipotecaria de las familias para que la economía se recupere.

Pero en esta crisis hay que ir más allá. La tradición socialdemócrata – keynesiana opera exclusivamente sobre la demanda y deja la configuración de la oferta a la ley del mercado por lo que tiene una escasa capacidad de transformación. Sin una transformación del modelo económico nada se puede hacer y para eso hay que actuar desde el poder público para reasignar recursos más allá de las leyes de oferta y demanda, mediante la predistribución de los recursos. Las CC.AA. son los espacios mas eficiente para la transformación de la oferta económica en base a su dimensión cultural, ecológica e institucional, por eso cualquier programa de cambio tiene que introducir la descentralización, sostenibilidad y conocimiento como pilares de un nuevo modelo productivo.

6.     Conclusión: el cambio en España necesita que Andalucía exista como sujeto político

Lograr la confluencia de la izquierda; reconocer el liderazgo de podemos y éste pactar con la pluralidad de opciones que han emergido en función de la realidad social, cultural, política y económica de cada CC.AA. conforman una triple condición para construir una expresión política capaz de ganar en las elecciones generales.

Pero sin la presencia de Andalucía como sujeto político diferenciado, al igual que de las demás nacionalidades del Estado, no será posible este triunfo. En Andalucía hay sociedad civil y política de izquierda suficiente como para constituir una fuerza ciudadana andaluza aliada a Podemos e impedir que Andalucía sea colonizada por el centralismo que pueda derivarse del pacto entre el PSOE y ciudadanos. IU es una fuerza política en Andalucía imprescindible, con más del 10% de los votos, pero también EQUO, movimientos sociales, líderes sindicales, ecologistas, feministas, andalucistas, socialistas de izquierda, las plataformas ciudadanas que han concurridos en las elecciones municipales, intelectuales, gente de la cultura, etc. conforman un enorme potencial, sin el cual Andalucía no será un sujeto político y sin Andalucía como sujeto político no podrá haber triunfar el cambio.

El proceso de cambio en el Estado es clave para toda la ciudadanía, para Unión Europea y también para Andalucía. Y a la inversa, el cambio en el Estado no será posible sin la participación activa como sujeto político del pueblo andaluz.

 

 

1.http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/03/10/catalunya/1426014948_486225.HTML

 2. http://argumentosptapias.blogspot.com.es/2015/07/una-socialdemocracia-rendida_7.html

 

(*) La imagen que ilustra el artículo es una composición de la escultura Lee Bonyecou