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Gürtel, la defunción en diferido del régimen del 78

Mario Ortega | Pedro Sánchez ha presentado la moción de censura, Unidos Podemos la apoya sin condiciones. Así tiene que ser la apoye ciudadanos o no. Lo primero es lo primero y lo demás viene después. La sentencia Gürtel es un certificado de defunción del PP en diferido.

Las palabras de la presidenta andaluza Susana Díaz definen a la perfección la magnitud del terremoto. ¿Que opina de la sentencia? Es brutal, bestial. ¿Moción de censura del PSOE? No soy yo, no soy yo…

Los poderes reales del régimen del 78, tras la aprobación de los presupuestos de Rajoy con el apoyo de su fuerza sustituta, Ciudadanos, y de la fuerza enemiga de la sustituta, PNV, se disponían a preparar una nueva transición suave con un margen de dos años hasta las próximas elecciones generales. Se trataba de sustituir al PP por Ciudadanos como fuerza hegemónica de la derecha española. Que todo cambie para que todo siga igual.

La sentencia Gürtel, brutal. bestial, rompe esta estrategia. La rompe por dos elementos esenciales, la magnitud telúrica de las condenas individuales, y la mención de honor que supone la condena al Partido Popular en su conjunto, un partido que ha ganado elecciones con una caja B probada desde 1989. Este segundo elemento impide una solución a la Murciana o la Madrileña, que se vaya Rajoy y que lo sustituya otra u otro. Lo impide porque el condenado es el Partido Popular enteretito.

Si Pedro Sánchez no anuncia moción de censura, el certificado de defunción en diferido incluiría también al PSOE. Era imposible no anunciarla de urgencia, tal y como se apresuró a pedir Pablo Iglesias.

La moción de censura del PSOE coge a los socios presupuestarios de Rajoy, Ciudadanos y PNV, con el pie cambiado. Guardan silencio. Los primeros a la espera de instrucciones de los poderes reales económicos. Los segundos para digerir la piedra Gürtel que se acababan de tragar el día anterior con el anzuelo de toneladas de euros para los ricos de Euskadi.

Dentro del PSOE el temor a un gobierno de Sánchez, presidente sin condiciones, pero dependiente de los votos de Unidos Podemos y de los partidos con exiliados y presos políticos para su acción política es la imagen de un precipicio para la su vieja guardia, Guerra, Bono, Ibarra, González,…, y para la presidenta andaluza. Brutal, bestial.

La moción de censura ha sido presentada mientras escribía este texto, no podía ser de otra manera. Unidos Podemos la va a apoyar, hay que hacerlo sin condiciones.

Aun así, creo que los poderes reales económicos del régimen del 78 van a barajar otras posibilidades. Abert Rivera está a la espera de órdenes. Una podría ser la convocatoria de elecciones (una especie de dimisión forzada de Rajoy), el reglamento del congreso impide convocarlas una vez presentada la moción de censura, salvo que se retire. Otra que Ciudadanos apoyase la moción de Pedro Sánchez, que con al menos la abstención de Unidos Podemos (sería una forma de apoyarla y auparse a la oposición real mientras dure la legislatura), les permitiría ganar tiempo para sus planes iniciales, mantener el régimen sustituyendo la fuerza hegemónica de la derecha.

Ninguna de las tres opciones es buena para quienes mandan de verdad. Para ellos, creo, la peor es un gobierno de Sánchez con un Sánchez presidente por los votos de Unidos Podemos y de los de los presos y exiliados políticos. De las otras dos la que interesa a Sánchez es la del apoyo de Ciudadanos (como siempre), y, tal vez, para los poderes reales, la menos mala de las tres. Unas elecciones anticipadas ahora son un melón cerrado, pero quién sabe, a lo mejor estamos asistiendo a la defunción del régimen del 78 en diferido y hagan lo que hagan pierden.

@marioortega

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