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Cuando lo normal se convierte en notición

Manuela Martínez / Ellos y sus portadas deciden sobre qué tenemos que debatir cada día, desvían nuestra atención para eximir de responsabilidad a los verdaderos culpables de nuestra ruina y nos enfrentan los unos a los otros para que nos saquemos los ojos y nos culpemos mutuamente de nuestra mala suerte, mientras ellos, los que manejan los hilos, continúan dándose la gran vida a nuestra costa. Por eso reivindico mi derecho a decidir entre lo importante y lo accesorio, a separar la paja del trigo, a apartar las ramas para poder ver el bosque, en definitiva, a tener criterio y analizar por mi misma los acontecimientos que se suceden cada día.

Noticion

Lo que para ellos es un notición, para la mayoría de la gente no lo es pero acaba siéndolo por saturación. Y al revés, lo que para un padre o una madre es un notición, para ellos es una simple anécdota. ¿O acaso no os resulta familiar esta explosión de alegría?:

¡Han contratado a mi hija!

Que una persona joven termine su carrera y encuentre un trabajo relacionado con sus estudios o al menos de una categoría acorde con su titulación debería ser algo normal, pero no lo es. Ni lo es ahora ni lo era tampoco en la época de las vacas gordas. La única diferencia es que, antes de la crisis, la titulación funcionaba como un salvoconducto para acabar accediendo a los mejores empleos. Hoy, tengan o no titulación universitaria, lo que se le ofrece a los jóvenes es trabajo a cambio de perder derechos. Es decir, precariedad, temporalidad, jornadas de trabajo leoninas, mayores riesgos laborales por la falta de prevención y salarios de miseria. Recordemos, incluso, que el Fondo Monetario Internacional (FMI), insaciable como siempre, propuso crear un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) específico para los menores de 35 años, aún más bajo que el SMI general. Una propuesta claramente discriminatoria y anticonstitucional, pero muy del agrado de personajes tan conocidos como la señora Mónica de Oriol.

No hay que olvidar que el SMI está en 645 euros y lleva congelado desde el año 2011, cosa que no ha ocurrido con los precios de los productos básicos ni con los impuestos que no han dejado de crecer. De manera que si el trabajador que percibe 645 euros al mes no tiene garantizados ingresos suficientes para vivir dignamente, la persona joven que viera reducida esa cuantía, estaría condenada a la extrema pobreza o a vivir a expensas de su familia, si es que puede.

A quienes no tragan el mantra de “más vale ese trabajo que ningún trabajo” y la pérdida de derechos que ello supone para la juventud trabajadora, les queda la emigración forzosa o el espíritu aventurero que diría la señora Báñez.

Por todo esto, y porque la situación de la juventud en Granada es aún peor que en el resto de España, me parece un notición que vayan a contratar a 103 ingenieros, fundamentalmente informáticos y programadores, de manera inminente. Porque es cierto que tenemos una Universidad de primer nivel, pero también lo es que nuestro mercado de trabajo no acompaña. De hecho, son muy pocos los egresados que consiguen un empleo digno en Granada. De lo único que podemos presumir es de becarios en prácticas. Algo que no sería un problema si realmente fueran eso, becarios en prácticas, y no mano de obra barata para tanto desaprensivo como hay suelto y que dice llamarse empresario cuando no es más que un explotador que utiliza las becas para no contratar.

Por eso, si yo pudiera elegir una portada, elegiría la firma de los contratos de estos jóvenes granadinos. No sólo porque conseguirán un empleo digno relacionado con su formación, sino porque además lo harán en el sector tecnológico, un pilar fundamental para el futuro económico de nuestra provincia que está creando empleo, a pesar de la crisis, demostrando que el cambio de modelo productivo es posible, si a la iniciativa privada se suma la voluntad política para incentivarlo.

Así es el proyecto ‘On Granada Tech City”, que tiene como objetivo promover la industria TIC y captar grandes inversiones tecnológicas, liderado por la Confederación Granadina de Empresarios, con el apoyo de la Universidad de Granada, la Asociación de Empresarios de Tecnologías de la Información (ETICOM), Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía.

La UGT de Granada, como Socio de Honor de la Asociación Granada Plaza Tecnológica, se felicita por los primeros pasos de un proyecto que abre una puerta a la esperanza para el empleo de calidad de nuestros jóvenes y para el futuro económico de nuestra provincia. Porque estamos convencidos de que la salida de la crisis no puede construirse sobre la precariedad laboral de nuestra juventud sino sobre el respeto de sus derechos laborales.

@Manuela_MJ