Rafa Rodríguez
La comparación de los resultados de las elecciones europeas del 9 de junio 2024 en España con la última convocatoria de estas (2019), está condicionada por:
- la desaparición de Ciudadanos (Cs), que en las elecciones de 2019 obtuvo el 12,18% de los votos y 8 escaños;
- por las diferencias de participación, ya que las anteriores elecciones europeas se celebraron junto a las municipales con una participación en 2019 (60,7%), 10,5 puntos superior a las de 2024 (49,2%) y
- porque el número de escaños a repartir ha aumentado en 2 (de 59 a 61).
Por estas circunstancias la comparación que resulta más adecuada es por porcentajes en función de los bloques políticos.
La derecha española nacionalista (el PP y Cs) ha obtenido el 34,9% (el 34,2% el PP y el 0,69% Cs) frente al 32,5 de 2019 (20,35% el PP y el 12,18% Cs). El PP es el ganador de las elecciones con 22 escaños, uno más que la suma de PP y Cs en 2019 (13 y 8 respectivamente), pero si tenemos en cuenta que en estas elecciones se repartían dos escaños más, el balance para la derecha es continuista, no habiendo obtenido el resultado que esperaban con una campaña centrada en los ataques a Pedro Sánchez, aunque el PP gana en todas las CC.AA. excepto en Cataluña, Canarias, Navarra y Euskadi, superando el 40% en Madrid, Galicia, Castilla y León, Castilla La Mancha, Murcia, Extremadura, Cantabria y La Rioja.
La ultraderecha ha obtenido escaños a través de Vox (9,62%) y de la agrupación de electores se acabó la fiesta – SALF- (4,59%), alcanzado un total del 14,2%%. En las elecciones de 2019 Vox obtuvo el 6,21% y 4 escaños. Por lo tanto, la suma de Vox y SALF han conseguido más que doblar los apoyo y los escaños (6 y 3), con unas campañas basadas en la demagogia, los bulos, el negacionismo, el odio y el miedo.
La derecha y la ultraderecha han alcanzado cerca del 50% de los votos, 10 puntos más que en las anteriores. El PP aumenta significativamente su distancia con respecto a Vox, pero el espacio de la ultraderecha es el que más crece en términos proporcionales, aunque se divide en dos.
La socialdemocracia (PSOE), queda en segundo lugar y pierde ligeramente apoyos (pasa del 33,18% en 2019 al 30,18% en 2024). Consigue mantenerse por encima del 30%, perdiendo un solo escaño (de 21 a 20). Gana en Cataluña, Canarias y Navarra.
La izquierda ha obtenido: Sumar (3 escaños) el 4,65% y Podemos el 3,38%, (2 escaños) en total el 7,9%, frente al 10,7% en 2019, con 6 escaños. La división del voto ha hecho que los resultados en su conjunto sean peores que los de las anteriores europeas y mucho peor que en las recientes generales.
La suma del PSOE y la izquierda es del 38%, con una distancia de 12 puntos con respecto al bloque derechista.
Si agregamos los votos de las coaliciones de los partidos que apoyaron el bloque de investidura, Ahora República (4,91% y 3 escaños), Junts (2,54%, 1 escaño) y CEUS (1,61%, 1 escaño), el porcentaje se sitúa en el 47%, cercano al obtenido por las derechas, aunque todas estas coaliciones también pierden votos ya que en 2019 obtuvieron 5,58%, 4,54% y 2,82%, respectivamente. Ahora Repúblicas ha ganado en Euskadi.
Como conclusión destacamos:
- el avance del bipartidismo que llega al 64,3% frente al 53,5% en 2019, por la desaparición de Cs y la bajada de la izquierda, a pesar de la reducción de votos del PSOE y la subida de la ultraderecha. Sin embargo, los partidos hegemónicos (PP y PSOE) siguen necesitando los apoyos de los partidos de su espacio para tener mayorías y poder gobernar.
- La subida de la derecha, en especial de la ultraderecha.
- La pérdida de apoyos del centro izquierda y de la izquierda en unos 5 puntos.
- Todos los partidos y coaliciones del bloque de investidura pierden apoyo (9,7 puntos en total) aunque se mantiene un cierto equilibrio entre los partidos de la oposición y del bloque de investidura.
(*) La imagen representa una obra de Rasmus Eckhardt, nacido en 1982 en Dinamarca, un artista que explora momentos profundos de la vida, a partir de sus propias experiencias personales. En sus obras, encarna la soledad, representando la sensación de quedar atrás momentáneamente, evocando emociones que resuenan en todos los que han experimentado una pausa tan profunda en el tiempo.