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EL MOMENTO DE PARALELO 36

(Declaración de Paralelo 36, aprobada en la asamblea celebrada en Málaga el 29 de junio de 2017)

1. P36 como espacio de diálogo de la izquierda andaluza

Paralelo 36 nació como un proyecto político no partidista en y desde Andalucía ante la nueva época que irrumpía con la crisis de la globalización. Para construir este proyecto sabíamos que era fundamental la síntesis del andalucismo con el ecologismo político, con la tradición progresista y democrática de la izquierda crítica con el capitalismo, con el feminismo y con los movimientos antiglobalizadores, porque cada uno de ellos ha profundizado en una parte del todo para contribuir a una transición democrática hacia una posible y deseable sociedad postcapitalista.

Paralelo 36, tras haber transcurrido diez años inmersos en esta crisis de la globalización, aspira sumar a la renovación de las ideas un compromiso práctico e incluso organizativo con el pueblo andaluz para ayudar a crear las condiciones del cambio político que permita un renacimiento de Andalucía a pesar de la crisis o precisamente porque ésta no deja otra salida.

Paralelo 36 desea ser un proyecto aún más abierto e integrador para ir consensuando un itinerario y un horizonte de cambio a partir del debate y la confluencia no partidista que abarque a personas vinculadas con partidos políticos (el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, Podemos, Izquierda Unida, Equo, Iniciativa Andalucista, etc.), sindicatos (CC.OO.; UGT, USTEA, SAT o CGT), organizaciones de consumidores, plataformas ciudadanas, grupos ecologistas, feministas, federalistas y andalucistas, fundaciones, asociaciones y personas independientes, superando el viejo sectarismo que tanto daño ha causado a la izquierda.

En todas estas organizaciones existen amplios sectores que no solo son propicios al diálogo, sino que saben que es el único camino. A esas personas son a las que queremos dirigirnos e invitarlas a participar en esta nueva etapa de Paralelo36 porque la creación de asociaciones civiles que abarquen un amplio espectro político y social, desde la nueva socialdemocracia hasta la izquierda alternativa, está surgiendo en muchas partes, cada una de ella con sus singularidades, y a veces con un gran éxito para la izquierda como la experiencia de Momentum en Reino Unido.

2. Por un gobierno de progreso en Andalucía

Frente a las trampas del neoliberalismo que quiere ocultar la importancia del Estado pero que desarrolla toda su estrategia para controlarlo directa o indirectamente, hay que ser consciente de la importancia del poder político (efectivo) para la intervención en la configuración de la economía y, por lo tanto, para el cambio social, en una perspectiva de transformación sostenible, igualdad social, solidaridad, derechos humanos y transición ecológica, feminista y antipatriarcal.

Necesitamos una izquierda a la ofensiva cuyo objetivo político sea gobernar en los Municipios, las Diputaciones, la Junta y el Estado. Especialmente nos planteamos contribuir a crear las bases intelectuales y de confianza para un gobierno de izquierda en Andalucía a favor de las clases medias y populares, de los trabajadores y trabajadoras.

Andalucía ni puede seguir sufriendo el actual gobierno de Susana Díaz apoyado por Ciudadanos (que es el partido de la nueva derecha, el partido que apoya a Rajoy y que incluso lo supera en planteamientos neoliberales y centralistas), caracterizado por la derechización de muchas de las políticas sectoriales, la parálisis administrativa y sobre todo por la ausencia de un proyecto político, ni podemos permitir que la alternativa vaya a ser un gobierno del PP apoyado también por Ciudadanos.

Las anteriores experiencias de gobiernos de coalición (PSOE +PA y PSOE+IU) han sido muy deficientes porque, entre otros factores, no existía un marco común que le diera base a un proyecto político de cambio.

Queremos contribuir a consensuar por la mayoría de la izquierda democrática tanto un diagnóstico acerca de las causas de la desigualdad, la dependencia y la falta de respuesta a la crisis ambiental que se está produciendo, como las bases de un programa de cambio para Andalucía que sea capaz de plantear un proyecto ilusionante capaz de situar a Andalucía al menos en los niveles de empleo y renta medios europeos y españoles y avanzar hacia una economía sostenible. El proyecto que defendemos es un proyecto político emancipador, es decir queremos construir una alternativa en coproducción política con la ciudadanía en el contexto de una estrategia de transición que parta de la realidad social existente para transformarla.

3. Construir un paradigma común

La clave para poder gobernar es avanzar en un proceso de profundización y reapropiación democrática para lograr un “suelo” de vida equitativa y digna para todas las personas, un “techo” definido por los límites de biocapacidad del planeta y una convivencia basada en la concertación democrática, capaz de generar los bienes públicos en todas las escalas políticas de los que necesita dotarse la humanidad frente a los riesgos que ha provocado la crisis de la globalización neoliberal.

Para que la izquierda sea capaz de gobernar y llevar a cabo un cambio estructural necesitamos construir un paradigma común, dentro de la pluralidad ideológica, una matriz elemental de valores, objetivos, símbolos, ideas y sentimientos, un consenso básico (no unanimidad sino hegemonía) que tiene que integrar a las principales corrientes ideológicas de la izquierda democrática (socialdemócratas, socialistas, comunistas, nacionalistas de izquierda, feministas y ecologistas). No se trata tanto de buscar denominadores comunes sino vectores que identifiquen la funcionalidad de la izquierda sin excluir a ninguna de sus principales culturas siempre que estén en un marco que defienda el cambio y la democracia.

Un paradigma común permite tanto la coherencia del proyecto de cambio como la base estable de la fidelización del voto ya sea en la oposición o en el gobierno. Este paradigma debe tener al valor de la solidaridad como principio ético para el cambio, frente al odio y al miedo que esparcen los nuevos partidos de corte xenófobos y fascistas, que son el nuevo traje que está fabricabndo el neoliberalismo. Necesitamos consistencia intelectual para comprender el presente y anticipar, imaginándolo, el futuro.

4. Tres ejes para un marco compartido

a) Andalucía, sujeto político

Andalucía es hoy un sujeto político colectivo dotado de instituciones de autogobierno, con un valioso patrimonio constitucional y democrático, con un electorado mayoritariamente de izquierda y con recursos humanos, culturales y materiales más que suficiente para salir de la situación de desigualdad y dependencia en la que nos encontramos.

Es fundamental que recuperemos la fuerza como Pueblo que nos permita volver a ocupar la centralidad en el Estado y liderar un nuevo consenso social sobre los valores de la democracia, el federalismo, la igualdad social, territorial y de género, el feminismo, la ecología y la solidaridad. Defendemos los valores universales de la democracia, la igualdad, la solidaridad y nuestro compromiso social es con toda la humanidad y por lo tanto con el planeta.

El concepto de autonomía real implica la defensa de un nuevo protagonismo de Andalucía con voz propia en la crisis del estado–nación, capaz de generar hegemonía y conexión para la mayoría del pueblo andaluz en una posición en pie de igualdad en el Estado, en la UE y en el concierto mundial, desde el que podamos interpretar e incidir en todas las escalas, desde lo global a lo particular, y en todos los ámbitos, desde la ecología, el feminismo o el mundo del trabajo, conectado a través de los valores democráticos y republicanos, para transformar Andalucía y para, en estos momentos tan importantes, configurar en el Estado una nueva organización del poder territorial y un nuevo sistema político.

Especial importancia tiene lograr un nuevo modelo de financiación autonómica en el contexto de una reforma fiscal integral. El actual modelo lejos de garantizar la equidad ha generado una mayor desigualdad entre territorios, agravado en el contexto de crisis y no garantiza la suficiencia de recursos a las Comunidades Autónomas. Una financiación autonómica justa debe estar basada, como criterio de reparto, en el principio de equidad (reparto de fondos en función del número de habitantes) y no en el principio de ordinalidad como sucede con este sistema de financiación (reparto de fondos por contribución por habitante).

b) Democracia / federalismo

El federalismo plurinacional implica la separación entre los conceptos de nación y Estado y la superación de las concepciones unitaristas y excluyentes tanto de la nación como del Estado para reivindicar un sistema articulado de Estados, naciones y Constituciones para la defensa de la democracia frente a los poderes económicos globales. Fortalecer la democracia, multiplicando sus escalas mediante un sistema público estatal de distintos niveles, es el mecanismo imprescindible para hacer efectivo el poder público frente a la crisis de la globalización.

La globalización le ha dado a la soberanía efectiva una dimensión planetaria que la democracia debe recuperar mediante la evolución federal de los Estados democráticos, hacia un nuevo sistema de articulación institucional, en una escala en la que los sentimientos nacionales tengan un reconocimiento desde la voluntad colectiva de autogobierno; una escala que permita a los poderes públicos la dimensión suficiente para independizarlos de los poderes económicos no democráticos y profundizar en la democracia extendiendo los principios de igualdad y sostenibilidad al conjunto de las relaciones sociales.

c) Transformación: nuevo modelo productivo contra el paro y la desigualdad

Nuestra propuesta es transformar la estructura económica de Andalucía hacia una economía verde y eficiente, libre de paro y de pobreza, en igualdad federal en España y en la UE. Somos conscientes que sólo se puede lograr interviniendo desde los poderes públicos democráticos en la planificación de la oferta económica y en la asignación de recursos a través de un amplio consenso social (predistribución y redistribución).

Nuestra propuesta se basa, en el marco de los valores de soberanía energética y alimentaria, en el impulso de 100% energías renovables, desarrollo endógeno, economía circular, agroindustria sostenible, agricultura ecológica, nuevas pautas de consumo, comercio de cercanía, turismo sostenible, innovación, distritos tecnológicos, industria verde, cooperativismo, igualdad de género en las condiciones de trabajo y en la dirección de las empresas, un nuevo concepto de movilidad, del urbanismo  y de las relaciones entre el medio rural y los centros urbanos.

El trabajo está en el centro de nuestras propuestas para que no sea tratado como una mercancía sino como un requisito para la dignidad humana defendiendo los derechos laborales, la estabilidad y la calidad en el empleo y la participación de los trabajadores y trabajadoras en la gestión, en la dirección y en la propiedad de las empresas a través del impulso a las cooperativas.

Este proyecto no puede ser posible sin que el feminismo inunde todos los ámbitos porque sin feminismo no hay cambio. Luchamos contra todos los vestigios culturales patriarcales que oprimen y explotan a las mujeres, en particular la violencia machista, la discriminación laboral y familiar, la explotación sexual. La lucha feminista es una de las claves en la batalla contra las desigualdades en un mundo donde la pobreza tiene nombre de mujer.

Es una prioridad promover la cultura andaluza frente a la uniformidad cultural y la colonización de los valores colectivos por la lógica del mercado, en especial, la defensa del habla andaluza, la puesta en valor de la cultura libre, el apoyo a los creadores y creadoras, y a la industria cultural andaluza.

Especial importancia tiene la necesidad de promover el cambio en la RTVA donde se deben respetar los Principios Básicos recogidos en nuestra legislación, exigibles a cualquier medio y sobre todo a los de titularidad pública.

El derecho a los servicios públicos universales de calidad como bienes comunes es la base en la que se sostiene la convivencia democrática: La salud, la educación, la autonomía física y económica, la vivienda, el derecho a un medio ambiente saludable, etc. son objetivos irrenunciables.

Una Banca Pública de Inversiones netamente andaluza es el mecanismo más adecuado y más barato para solventar el problema del apalancamiento crediticio que sufrimos.

Tanto en Francia como en Alemania, la existencia de redes de bancos públicos locales y regionales (incluso muchos pertenecen a los propios Landers) han servido para amortiguar los perversos efectos de la crisis ya que han facilitado todo tipo de financiación a las empresas productivas locales sin menoscabo de su propia rentabilidad.

Es necesario garantizar unas condiciones de vida digna para todos los andaluces y andaluzas. Andalucía es una nación orgullosa de sí misma que debe cuidar de todas las personas que viven y sienten Andalucía, para no dejar a nadie atrás. La patria son los demás y la solidaridad nuestro principal valor. Por eso es irrenunciable hacer efectivo el derecho a la Renta Básica contenida en nuestro Estatuto de Autonomía.

¡Viva Andalucía verde y libre¡

Andalucía, 29 de junio de 2017

Un comentario

  1. Efectivamente Andalucía es Nación. Comparto también que hay que diferenciar Nación de Estado. Nación es sentido de pertenencia a tierra, pueblo, cultura, historia, lengua, etc. mientras que Estado es la organización política-administrativa de un territorio. Entonces para construir un Estado Andaluz (hay difiero del artículo) hay que constar con la derecha moderada andalucista, sin embargo con lo que no podemos contar son con los nacionalistas españolistas de derecha e izquierda que incluso algunos de ellos pretenden dividir a Andalucía. Para construir el Estado Andaluz hay que contar con todos los andaluces, pues aunque no guste la derecha hay que convivir con ella; y una vez construido el Estado Andaluz entonces si situarse cada uno en su corriente ideológica.

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