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La herida narcisista de la izquierda cultural

“La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave de oro; y en un vaso olvidado se desmaya una flor.” Rubén Darío.

Cercás dice que desde la izquierda sólo es legítimo votar al PSOE o a IU, es mentira no piensa eso, en realidad cree que sólo es legítimo votar al PSOE y mete a IU de por medio para disimular. Almudena Grandes habla ahora de los ataques al derecho de huelga, como si el asunto fuera nuevo, para ignorar y despreciar la entrada en el congreso de un izquierda nueva y rupturista. También es mentira, no porque Almudena no apoye el derecho a la huelga; sino porque no era eso de lo que quería hablar. Ella habla de eso para decir que no quiere hablar de lo otro (la razta, el bebe, los puños en alto, la diputada negra, etc.)

Hay otros lumbreras que se lamentan por la desaparición de la izquierda cuando hay por primera vez en la historia de la democracia española 69 diputados y diputadas de izquierda en el congreso que no son del PSOE, cuando las alcaldías de Madrid, Barcelona, Zaragoza y otras son de izquierdas y no son del PSOE, cuando el partido socialista ya no es la primera fuerza de la izquierda y en Euskadi, Cataluña o Canarias la izquierda que está más allá del PSOE ha ganado las elecciones.

¿Qué les pasa entonces? La inmensa mayoría de ellos, no incluyo a Cercás aquí; son gente muy honesta y de un gran valía intelectual y artística. Han apoyado y encabezado cuantas luchas y causas justas se han dado en este país en los últimos años. Tienen la vida mas que asegurada y su futuro profesional no depende de ningún partido político. La calidad artística que atesoran es innegable y los seguiremos leyendo, viendo y escuchando digan lo que digan y gobierne quien gobierne. Entonces si esto es así ¿Qué les pasa?

¿Por qué está triste la princesa? La explicación hay que buscarla en la pérdida del mandarinato cultural que ellos intuyen desde la llegada de Podemos. Ya no son los dueños simbólicos del alma de la izquierda, sus opiniones han dejado de ser claves. El órgano de expresión de ese mandarinato ha sido la factoría PRISA, que pasa hoy por una grave crisis de espiritualidad financiera; y eso tampoco son buenas noticias para el mandarinato. Han perdido la centralidad del escenario cultural y con ello el control del mausoleo de los símbolos y las palabras fetiches de la izquierda. Y esta pérdida del control les ha producido una enorme y profunda “herida narcisista” que dice el sicoanálisis. Estas heridas son muy peligrosas, de ellos me lo hacía ver pronto en el diván de la realidad.

cura confesando

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