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La ola morada

Jesús García López | ¿Quién teme al agua? ¿Quién tiene miedo a la ola? Olas. Un movimiento notable del mar que se mueve por el impulso del viento. Según sean de veloces como pequeñas crestas, acarician la playa o desaten violentas cajas de truenos. Si nuestro mar fuera abierto, su gran tamaño arrastraría toda la ponzoña que nos gangrena.

Pero no es sino como un Mediterráneo cualquiera: Una habitación pequeña con un ventanuco y tres tíos fumando (Decía el científico Millán).

Hay olas que no van más allá, solo pintan un giro al elevarse. Luego descienden casi al punto donde empezó el pincel a deslizarse. Otras dan a luz cerca a la costa, tocan fondo y avanzan estrellándose contra el litoral formando espuma abundante. Al regresar el agua viene la resaca. “Waimea” rompe sobre la arena. La ola morada puede ser muy útil y cambiar algún estado de cosas, aunque asusten a cualquier “rivera”.

Si prefieres los sismos, en la corteza oceánica se forman olas mucho más peligrosas. Ya no hay diálogo ni retorno que valga. Son tsunamis.

Moldeadoras de nuestro litoral. Su continuo golpear desgasta o reinventa las playas, perfora las rocas de los riscos y acantilados, crea grietas y figuras fantásticas. Apología de la erosión marina.

Muy al contrario, la dialéctica neoliberal es una carrera hacía el abismo. Un fórmula I electoral que no para en boxes.

El empleo único pasará a la historia; El Partido Único, no. Después de la simbiosis ideológica, sobre todo en política económica, las entidades partidarias de la neo restauración o desarrollo indeseado, está por ver; si previsible de la transición democrática…

(Aquí el autor no abjura de las tribulaciones, con sus aciertos y vicios, del periodo constituyente, sino la prostitución que hacen del mismo, PP y PSOE, en los albores del siglo XXI y se arrastra durante más de la primera década del mismo).

I

Patentes de corso.

Partidos dominantes de por vida

si tú los dejas

Una fusión fría altamente contaminante. Una práctica que significa ejercer el poder como monopolio con pingues matices y amplios beneficios. Ya son un eje del mal llamado entramado financiero. Ahora engullidos por una “opa” nada hostil.

La nueva empresa que atiende a los nuevos tiempos y agudiza los achaques del estado “democrático”, degrada lo social y acomoda, a su interés, el derecho. Una mala versión de la fundada por PP GOTERA S.L. una vez que el nuevo socio permitió que se le desplomaran la O y la S. Entre ruinas apiñan u una gran P oxidada ¡Ah! Y una E de español, eso sí muy español.

Su incapacidad para aceptar la pluralidad de la izquierda requiere tratamiento psicológico. Un partido que fue hegemónico en los 80 y los 90 y que, de facto, trabaja por negación incansable en la gran coalición.

Los buenos contra los malos. La nueva alianza como las del entorno de la Gran Guerra o incluso, las de la Europa Napoleónica. Aquellas que ponían un muro al tiempo de la Ilustración y la libertad o al avance del movimiento obrero.

Pero esto es mucho más cutre, o es que siempre lo ha sido. Solo les falta sino entrar con el caballo o ponerlo a la puerta, para que no pasen los morados. Porque las leonas rugieron que nunca lo impedirían.

Si lo llevamos a Andalucía, la única supuesta solidaridad, es que mi Granada se quede en primera. El partido es el territorio. Se reina pero no se gobierna. No hace falta pensar porque ya lo hacen por todos nosotros. Para eso han desplegado un aparato como Dios manda, que tiene metidas las narices por todas partes”.

Voceros de ese tinglado dicen que hay que desmontar a podemos:

  • ¡Dices tú de estalinismo!

II

Naranjas sin papeles

¡Para qué hablar, con la tercera fuerza política del país! Mejor, primero la cuarta. Para los medios la cuarta es la tercera. Además, saben que les debemos profesión de fe eterna.

  • ¡Dejadnos que sabemos de esto!

Estos morados son unos intrusos, hay que acabar con ellos, quien disponga de amigos y conocidos todavía dentro de esas cloacas, que entre saque los mensajes que se cruzan

“Il sua Anatema de Buñuel” se queda corto. Habría que reeditar “La Vía Láctea” del cineasta Aragonés versión casetera… o quizá: ¿Donde vas Don Pedro, el grande?

Siempre hay un camino a la derecha de mundos de Yupi, Desprecia a su aliado natural. Si la corona (Blog: El horizontes inmediato de Yinia) es el comodín de la democracia, los naranjas son el comodín de la vida parlamentaria. Para que el juego ad eternis, los ganen los mismos.

Los que añoran una transición que no conocen, han conseguido hasta que se hable de comunismo.

III

Comunismo

Desde la muerte del dictador, todos hablaban de lo mismo.

-¿Qué hará el Partido Comunista?

Quien no haya vivido ese periodo, puede se llevará muchas sorpresas. Ese papel vigilante de la explotación del hombre por el hombre. Esa persistencia en una lucha de clases, cada vez es más desigual. La contribución del PCE a la democracia en España, en la dictadura, en la transición.

¿Quién hizo más renuncias por esa tan cacareada concordia?

Sorpresas te da la vida ¡ay Dios! (Gato Pérez).

Quien pudo verse más traicionado, una y otra vez, por la turbas del neofranquismo.

Presencié como Carrillo aguantó impertérrito. Fue en el escenario del Teatro Isabel La Católica. Dos personajes que admiró por razones distintas. Don Santiago y Paco Ibáñez. Este le espetó su traición y aquel sufrió las criticas sin poder responder, pero esbozando una sonrisa para la historia.

Una ideología que bajo el materialismo histórico dio la espalda a la política de bloques y a su guerra fría. Años después renunció a sus siglas en las elecciones. Y a pesar de eso es el pensamiento que mantiene la llama, la esperanza alternativa al capitalismo salvaje reinante. Bueno y la ecología política.

Sin comunismo no hubiera habido Rock and Roll.

  • Quien no fue comunista a los 20, es que no tiene corazón.

Decía Tierno Galván.

Nadie niega las aportaciones del socialismo al cambio social. Pero esto que se mueve entre los hilos de Ferraz y San Vicente, no lo es. Acaso “La rendición de Breda sin honor”. La entrega de la cuchara por un plato de lentejas frías.

Sin el comunismo y el movimiento obrero, ni Estado de Bienestar, ni coñas marineras. Ni jornada de 8, ni vacaciones pagadas…

IV

El empleo único pasará a la historia

El prócer de la patronal burgalesa, mucho más al norte de Seseña, en “Inverniberia”, dictó sentencia:

  • Nadie en el futuro estará tranquilo con un solo trabajo.

Entonces, con un solo asidero sudarás inquieto y si no dispones de ninguno, sencillamente andarás desquiciado.

Entre los tres calificativos se añadirán adjetivos superlativos, cuando menos según la intensidad de los términos, reducidos al tamaño de la bolsa que se maneje o temporalidad de lo disponible en plaza.

Desde muy pequeño lo estuve viendo en casa. Mi padre, empleado raso de banca ya era “casi un privilegiado”. Por estar vinculado laboralmente a la gran familia de “Borromeo”. ¡Sí! aquella a la que, al final del siglo, un tal Conde le sacó las entrañas.

Para mantener casa e hijos requería un plus adicional. Es necesario laborar hasta entradas las noches, para sacar un extra e ir llegando. Eso tan disparatado, es a lo que ahora mismo pocos llegan.

Cuántos maestros, cuántas costureras, cuántos magos de la contabilidad y la organización, cuántos hábiles paro los miles de encargos, cuántos y cuántas han sido mal pagadas una y otra vez.

Desde ese “boom for baby sesentero” y todo, a cuenta de hacer un país más productivo y elevar un poquito, el propio nivel de vida.

¿Es que no hay pudor, en que esto se repita?

V

Desmontaje de Unidos Podemos

Manual inservible

El bricolaje político se práctica sin título oficial ni respeto por la Academia.

Para desmontar la teoría habrían de contar con una alternativa.

Para separar las piezas de la cosa, no se aprecian muchas habilidades en sus dedos.

Para desunir al contrario, es probable, sea conveniente que los tuyos estén unidos primero.

A lo mejor, tampoco poseen tanta fuerza para desarmar lo que se está montando.

En lo de cortar lo que hay en un monte.

Están en ello.

Lo que más se asemeja : Desmontar terrenos ¡iniciar una y otra urbanización!

Pero ¡cuidado!

Con la última acepción.

En algunas armas de fuego.

“Separar la llave del disparador para que no funcione”.

Y… si te equivocas ya sabes…

El tiro te puede salir por la culata.

Ola Morada

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