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Combustión espontánea. Necesidad, oportunidad y posibilidad de un acontecimiento histórico.

ANAGRA~1 

JM Mancebo. (Paralelo 36).

Está pasando.

De forma espontánea, aparentemente inconexa, pero alentadoramente coincidente en el tiempo, en la forma y en el fondo.

Y sin duda la crisis es su principal combustible. También el hartazgo, las formulas arcaicas, la casta inamovible.

Nuevos colectivos, organizaciones no gubernamentales, asociaciones, foros, partidos políticos o publicaciones digitales, son distintos reflejos de una misma realidad; La sociedad se está organizando en busca de una respuesta común, de una salida que no encuentra en los actores tradicionales de la política.

Y ese movimiento social está llamado a ser imparable, a constituir un capitulo en la historia de la democracia, a convertirse en la expresión renovada del sentimiento de colectividad que antes llamábamos izquierda.

Será cuestión de tiempo comprobar si los viejos discursos y estructuras organizativas de los partidos políticos tradicionales se adaptan a una sociedad paradójicamente individualista a la vez que dotada de las mas capaces herramientas de comunicación de la historia.

Será cuestión de tiempo, descubrir si los “ex” ( aquellos que dejan atrás militancias, carnets y siglas) aceptan nuevas formas de cooperación, bajo otros símbolos y estructuras organizadas de forma no tradicional, a la vez que los recién llegados, los independientes, los no adscritos, son capaces de ceder parte de su individualidad para encontrarse con el grupo.

En cualquier caso, estamos todos llamados a entendernos. Es la respuesta que nuestros hijos, nuestra historia espera de nosotros.

En el contexto de una izquierda institucional, (IU) divorciada de la izquierda social a la que se supone representa, de un centro izquierda (PSOE), que vira peligrosamente a estribor y de un liberalismo cada vez mas radical, la aparición de un nuevo agente en el escenario político es una necesidad.

La frustración, el hartazgo y la desconfianza generadas por las actuales organizaciones políticas, excesivamente estructuradas como parte del “sistema” , incapaces de gestionar situaciones de crisis y dar respuestas a los nuevos retos que la sociedad demanda, deben considerarse como una oportunidad.

La aparición, como antes contábamos, de iniciativas de acción y cooperación política, como Espacio Plural, Paralelo 36, Equo, y cientos similares a nivel local o autonómico, la realidad de una sociedad culta, formada y bien relacionada gracias a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) constituyen nuestra posibilidad.

Necesidad, oportunidad y posibilidad, tres vértices definidos esperando unirse para formar el triangulo del éxito en cualquier proyecto. Ya somos muchos los que distinguimos esta geometría, pero como todo en la vida, corresponderá solo a algunos tomar la iniciativa e iniciar el trazo de manera firme y decidida, con honestidad y transparencia, permitiendo enseguida la participación del resto hasta cerrar la figura.

Hay que avanzar en este experimento que tendrá mas éxito cuanto menos se parezca a un partido tradicional.

Que deberá organizarse bajo el sistema de partido-red y formulas imaginativas de cooperación política, que permitan las singularidades de cada iniciativa, de cada sentimiento y cada territorio a la vez que las hace moverse a todas en una coreografía común, sin olvidar tampoco la intervención en el escenario europeo.

Un experimento que supere el discurso marxista y adopte el ecologismo como bandera y argumento.

Que aproveche las bondades del movimiento verde, sin duda la cara mas amable de la política y tal vez el único color capaz de activar a muchos ciudadanos que hasta ahora no encontraban motivos para participar en el juego, especialmente las generaciones nacidas tras la llamada transición, a las que tanto cuesta asimilar el lenguaje político tradicional y reacciona con la legitima abstención en cada sufragio.

Un apasionante proceso, en el que cada uno de nosotros debe participar en la medida de sus posibilidades; En el mundo laboral y la Universidad. En las instituciones y los movimientos alternativos de participación social. Interviniendo en los foros, actividades y eventos que se vayan organizando; Convenciendo poco a poco a la gente de nuestro entorno, en las charlas en el trabajo o durante las tertulias de café; Y sobre todo participando en las redes sociales y en los medios de información, en la que será la primera plaza a conquistar: comunicar a nuestra sociedad lo que está ocurriendo, devolver la ilusión a los que la perdieron, y sumar apoyos en la tarea de devolver a la política la función que nunca debió olvidar: canalizar los sueños de los ciudadanos hacia la realidad.

Octubre 2mil10

Juan Manuel Mancebo Fuertes

Jmanceb@gmail.com

www.bobastro2.blogspot.com

4 Comentarios

  1. Gracias Agapito por el comentario, tomo nota, y te animo a seguir participando en este proyecto con comentarios y aportaciones.
    Miguel, gracias a ti tambien, respecto a tu comentario sigo manteniendo que «superar» el marxismo, no significa abandonar lo que supone ni excluir a nadie, sencillamente, opino que tenemos que usar otra gramática adaptada a nuestra realidad y nuestro tiempo. Te cuento una anecdota, en una determinada asamblea local de IU, hace poco se organizó una especie de concurso de ideas para diseñar carteles de un determinado evento, ¿ sabes que imagen se eligió para representar a los trabajadores? La imagen de un labrador, botijo y hazada en mano… Es solo un ejemplo, y no quiere decir que no haya gente trabajando en el campo, por supuesto, pero tambien existen «obreros» con una carrera universitaria e incluso un master, que no se identificaran jamas con esas imagenes y conceptos del siglo pasado. Diciendolo de otra forma, junto a la hoz y el martillo hoy tendriamos que incluir un ordenador portatil, por seguir con las metaforas de los simbolos.
    Por último Vilmes, gracias a ti tambien, nadie ha dicho que sea facil, pero tampoco imposible.
    Saludos
    Juanma

  2. El problema está en que de ninguna manera se va a dejar que la ciudadanía se una y actúe de una manera que pueda alejarla de lo que está diseñado para la masa. Ni políticamente con un cambio en el sistema electoral o, incluso, en la forma de gobierno; ni económicamente con un sistema más justo y distributivo, buscando el crecimiento de todos en lugar del engorde de cuentas bancarias de unos cuantos; ni socialmente, organizándose para llegar allí donde los poderes públicos ni están ni se les espera; es decir: a los propios ciudadanos.

  3. Excelente aticulo Juanma, de seguro muchisimas personas se van ha beneficiar de tus colaboraciones a partir de ahora en paralelo 36, aquellos que te conocemos sabemos de tu capacidad y aptitud. Solo una apreciación, no te olvides de la importancia de recomendar la inter relacion de los jovenes con los mayores. En esta sociedad que nos ha tocado vivir, gracias a los avances medicos cada vez se vive mas y con mas calidad de vida, por esta razón es fundamental inter relacionar a todas las generaciones, es decir trabajar juntos, aunar conocimiento con experiencia y fuerza de la juventud.
    En definitiva animar a la participación en todos sus ambitos y en todas sus formas.
    Un saludo

  4. miguel martín velázquez

    Bienvenido, amigo Juan Manuel. Ha sido un placer conocerte y ahora leerte.
    Excelente artículo. Sencillo en la forma y elocuente y profundo en su contenido.
    Un pero (siendo granaino es lo que pega), aunque lo más seguro es que sea una mala interpretación por mi parte más que una intención en tus palabras, no creo que haya que excluir a nadie ni definir a priori una exclusiva orientación.
    Si se trata de aglutinar tantas y tan plurales iniciativas aún dispersas, en torno a una red y a una nueva forma de cooperación política, no creo que sea bueno definir fronteras muy precisas o excluyentes.
    Lo que no quita para que comparta que la ecología política jugará un papel esencial en este proceso, como no podía ser de otro modo, porque ya es un elemento esencial para la interpretación de la realidad.
    Pero no creo que deba excluirse al pensamiento marxista, que ya forma parte esencial de la cultura de la izquierda. Otra cosa son las ortodoxias o las degeneraciones que en su nombre se hayan podido producir, sobre todo en cuanto al modelo de organización política, rígida, monolítica y piramidal.
    Un abrazo.

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