El domingo votaremos para que la indignación y la rabia, la protesta y la impotencia se conviertan en fuerza transformadora; para que aquellos que quieren acabar con todo lo que hay de bueno y noble, no ganen. Para que los que utilizan el miedo al futuro como trampa hacia el pasado, no vean su poder extenderse por las instituciones democráticas, que ellos aman tan poco. Para que Andalucia, y sus instituciones, no sean vaciadas de cualquier poder político y convertidas en un mancomunidad de provincias (viejo sueño de la derecha del sur).
El domingo votaremos para cambiar la izquierda y que el virus neoliberal no anide más en sus entrañas. Para que las organizaciones asuman el imperativo democrático y la política deje de ser el empleo de los inempleables. Para que un gobierno de la izquierda plural andaluza inaugure un nuevo dialogo con la calle y un nuevo compromiso histórico con el reloj del siglo XXI. Para que el sentido de lo común y la inteligencia colectiva estén el centro del manual de operaciones de la izquierda. Para que la sostenibilidad ecológica y la equidad social sean vista como lo que son; la única nave que nos transportara al futuro.
El domingo votaremos para recuperar Andalucía como sujeto político, tras años de olvido. Para que el espíritu del cuatro de diciembre y la ilusión del 28 de febrero nos impulsen en el gran reto de la transición hacia un nuevo modelo económico y social. Para que Andalucia encabece la rebelión contra la desigualdad y la ignominia que la derecha de siempre nos quiere imponer a base de desesperanza y desesperación. Para que nuestra tierra sea al mismo tiempo un laboratorio de innovación política y una barricada de resistencia social.
El domingo votaremos aunque, gran parte de la izquierda no merezca ni el Sol que les alumbra; por qué evitar el sufrimiento siempre será un suelo más fértil que la lógica desquiciada del “cuanto peor mejor”. El domingo votaremos. Derrotar a la derecha, cambiar la izquierda, recuperar Andalucia.
Pero para intentar que mañana se hubiese empezado a hacer realidad lo que dice este artículo todos y todas deberíamos haber actuado de manera diferente propiciando una coalición electoral entre IU, PA, Equo y a amplios sectores del 15M de Andalucía, una cooperativa política de fuerzas plurales para no regalarle la mayoría absoluta al PP. Si se suman los votos obtenidos por ese bloque en las últimas generales o las previsiones de las encuestas se impediría la mayoría absoluta del PP y se terminaría el régimen del PSOE (todo el que lleve más de 10 años de liberado político en la junta: ¡a su casa! y Griñan cuestionado). De esa manera sí hubiese sido posible vencer a la derecha y cambiar a la izquierda, De esta otra, mañana lo veremos. Esperemos que sea posible. Me gustaría un buen resultado de IU y que Pilar y Antonio Manuel fuesen diputados, ellos podrían ser quienes le quitasen la mayoría absoluta al PP. Pero también cabe la posibilidad de que todos los votos del PA y EQUO, más los de IU de Almería y Jaen no sirvan para nada.