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Datos contra la demagogia: CCAA y deuda pública

anonymous
Habrá que insistir por que también insisten ellos y no debemos consentir que la mentira de la demagogia sea más persistente que la verdad de los datos: la deuda pública española no está causada por las comunidades autónomas. Por mucho que el neocentralismo español trate de aprovechar las aguas turbias de la crisis para su inveterado proyecto de uniformidad nacional, los datos son tozudos: en el año 2011 la deuda de las CCAA suponen sólo el 23 % del total de la deuda pública española, por el contrario el Estado central acumula el 71% (Boletín Estadístico del Banco España).
Y todo esto a pesar de que más del 90% del gasto en sanidad y educación (las grandes partidas de gasto del Estado del bienestar) están transferidas a las CCAA. La evolución de ese gasto muestra como la administración central pasó del 21 % del PIB en el año 1982 al 52% del PIN en el año 2011, mientras que las CCAA pasaron del 0,2% al 0,3% del PIB en el mismo periodo de tiempo.
A su vez las CCAA que más deuda ha acumulan y donde más rápidamente ha crecido son las “modélicas comunidades laboriosas de Madrid, Comunidad Valenciana o el País Vasco. En el periodo entre 1995 y el 2011 Andalucia acumula un 6,8% , Madrid un 10.5%, la Comunidad Valenciana un 13,7%, Cataluña un 11,5% y el País Vasco un 7.1%. Otro mito más, el de una Andalucia despilfarradora, que se cae por los suelos a poco que uno lea los Boletines Estadísticos del Banco de España.
¿Las comunidades han despilfarrado? Claro que si, como ha despilfarrado todo el mundo. Pero han despilfarrado mucho menos que el gobierno central y nadie plantea por ello disolver el gobierno central para reducir la deuda pública española. EWl mismo Estado español (60,1%) tiene menos deuda con relación al PIB que la media europea (80 %) y que la media de la eurozona (85%). Por encima están Francia (81,7%), Alemania (83,2%) o el Reino Unido (80,1%) según fuentes de Eurostad.
Sabemos que los demagogos, y quienes los escuchan y jalean, padecen de una aversión natural a los datos y a la ciencia. No suelen leer sino a aquellos que confirma sus propios prejuicios , ni escuchar a otros que a los que alimentan sus miedos y sus odios. Pero en medio de esta terrible crisis son millones los que buscan desesperadamente una explicación al drama que están viviendo y muchas veces solo encuentran en la red la basura del reaccionario discurso del neocentralismo español. A ellos y a ellas va dirigida nuestra machacona insistencia en difundir la evidencia.

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