El affaire Garzón

 

22/04/2011.

Es la primera vez que a un magistrado de un alto tribunal se  le procesa por tres causas distintas  y simultaneas,  en todas las cuales la fiscalía se ha opuesto al procesamiento. Es la primera vez que a un magistrado  de un alto tribunal se le procesa por abrir diligencias   previas a partir de una denuncia  privada. Es la primera vez que a un alto magistrado se le imputa por una serie de decisiones procesales de las que son  solidarios y participes otro magistrado y la  fiscalía  sin que también se les impute a estos. Es la primera vez que a un alto magistrado se le procesa por prevaricación por el simple hecho de que su interpretación  de determinadas cuestiones procesales no  es  coincidente con la opinión,  que no doctrina ni jurisprudencia,  mayoritaria del Tribunal Supremo.

El conjunto de tropelía, ilegalidades, ensañamiento y  arbitrariedades  cometidas  contra el juez Garzón por parte del Tribunal Supremo no tienen precedente directo en nuestra historia democrática reciente. A partir de los  procesos al juez Garzón cualquier discrepancia judicial  cualquier sentencia  o auto  revocado, cualquier voto particular puede ser  automáticamente  convertido en una conducta  prevaricadora  digna de ser sancionada penalmente. A partir del procesamiento de Garzón los fascistas, los corruptos, los herederos de los genocidas no sólo podrán tener derecho a  la  justicia,  cuestión esta  que nadie discute y que es un logro de la democracia y  el Estado de derecho que ellos desearían destruir; sí no que también  se les otorga  el  derecho  a despojar  de esos  derechos  a todos los demócratas.

Que los ultaderechistas de  Manos Limpia  se  hayan convertido en una especie de  fiscalía bis  deja claro cuál es la preocupante situación de la justicia española. El avance imparable, cada vez más descarado de una judicatura derechista, españolista  y clerical, es una grave amenaza para  la democracia, máxime en una situación de crisis   social tan severa. Quién crea que  la “causa general” abierta contra Garzón es un asunto menor o privado, padece una ingenuidad tan candorosa como peligrosa. Sea  o no declarado culpable, Garzón, ya  ha sido condenado por un procesamiento tan injusto y arbitrario que recuerda el estilo de los tribunales fascista