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El flautista de Hamelin en la casa Blanca

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A las 6 de la mañana de hoy 9 de Noviembre en España, los resultados de las elecciones en EEUU aún no estaban claros, aunque ya se decantaban hacia D.Trump, Hillary Clinton resultó la opción menos votada. Las bolsas mientras, comenzaban a hundirse. A las 8:00, el ya nuevo Presidente de los EEUU, le sacaba casi 80 escaños a Clinton. El sueño de ver una mujer en la casa Blanca moría definitivamente.

Mucho vamos a leer sobre las causas y los motivos que han llevado a tanta gente a confiar la suerte del país más poderoso de la Tierra a una persona que ha hecho de su personaje una caricatura. Seguramente nos esperan tertulias en las que se analicen, a posteriori, lo que nunca se imaginaron a priori. Pero, las verdaderas razones por las que tanta gente ha confiado en alguien como Trump, no van a salir fácilmente a la luz.

Ya este verano, después de que Hillary Clinton desbancara definitivamente a Bernie Sanders como candidata demócrata a la Presidencia, el director de cine Michael Moore pronosticaba el fracaso de Clinton en este artículo, aludiendo a varias razones por las que Trump iba a ganar las elecciones norteamericanas: Clases medias rotas, el machismo de la sociedad americana, la impopularidad de Hillary Clinton y la falta de entusiasmo de las clases trabajadoras por ir a votar (entusiasmo que sí despertaba Sanders), la animosidad de las más jóvenes y las ganas de cambiar las cosas.

Ahora, después del triunfo, nos preguntamos cómo puede la derecha arrasar, cuando son las clases medias y bajas las más afectadas por la falsa crisis. Y no solo en EEUU, Reino Unido, Austria o países nórdicos, muestran un camino inexorable hacia la extrema derecha. Parece que la gente opta por el EXIT hacia la derecha como única salida. Las clases medias desaparecen, diluidas por rentas, en las clases trabajadoras y la gran bolsa de desempleo. Los salarios, recortados hasta el extremo, impiden la supervivencia de muchas familias. Y, no solo en EEUU, sino también en Europa y el resto del mundo.

El Flautista de Hamelin

Trump fabricó un personaje. Caracterizado y caricaturizado, apenas se sabe con certeza el programa que prepara. Sabemos de su xenofobia, de su racismo y de su machismo. Pero, lo que sabemos es lo que quisieron mostrarnos. La pregunta es: ¿ Quién puso a Trump ahí, y por qué? Quizás, si supiéramos la respuesta, podríamos saber qué camino va a tomar la geopolítica mundial a partir de hoy mismo. De momento, es una incógnita. Si el sistema ideado tras la Segunda Guerra Mundial ha caído definitivamente el posible recambio lo desconocemos. Y si Francia sigue el camino lepenista, estaremos ante una nueva era política, de resultado incierto.

Trump ha sabido captar a los desencantados del sistema. Se ha posicionado con los perdedores de la brecha social. Ha recogido los pedazos que la globalización ha ido dejando en el camino. Aquellas personas que han visto cerrar su fábricas, deslocalizar sus empresas. Les ha prometido cerrar las fronteras: no solo las humanas, sino que ha prometido aranceles más altos para productos no fabricados en USA. Resucita una especie de sueño americano y lo pone a los pies de los más desfavorecidos, de los que están cansados de la vieja política y del elitismo. Recupera, peligrosamente, la base más radical de la derecha: homofobia, machismo, rechazo al aborto, etc.

Se ha convertido en el nuevo flautista de Hamelin.

De lo que no cabe duda es que la desigualdad es el ADN del neoliberalismo. Desigualdad de género y desigualdad de clases sociales. La brecha social entre los ricos y pobres, que está alcanzando su cenit después de la crisis, está demoliendo el sistema capitalista. La bolsa de pobreza aumenta por momentos. Y, al igual que ya pasó en el siglo XX, esta desigualdad genera un descontento social que se decanta por el mesianismo. Personas que, por su formación o carácter, nunca imaginamos en el poder, llegan al mismo aupado por las masas. Los expulsados del Sistema se dejan seducir por esos cantos de sirenas que prometen lo que no pueden cumplir, porque sueñan con que puedan cumplirse.

Factor sorpresa

Lo único que me parece cierto es que ha sido una sorpresa para muchas personas. El establishment deseaba una continuidad, por eso las bolsas van a caer. Pero, seguro que muy pronto se recuperarán. Trump va a aprender en muy poco tiempo que las cosas no van a suceder como él desearía. Simplemente, el Sistema no va a permitir que ciertas cosas pasen. Me temo que el gobierno no está en manos de los gobernantes, sino de las multinacionales. Ya veremos si puede mantener su rechazo a los Tratados Internacionales, o si puede mantener su promesa de imponer tasas a los productos de empresas americanas fabricadas fuera de EEUU. Veremos si sigue pensando que el cambio climático es un invento, cuando los Estados como California se sigan convirtiendo en un desierto por falta de agua.

Veremos si puede sentarse con Putin a hablar de Siria y si puede parar las costosas guerras que las multinacionales demandan, como medio de apropiarse de los recursos del planeta. Veremos qué correlación de fuerzas se crean ahora en el mundo. Cómo afectará a la UE. Qué relación mantendrá con China o India. Qué alianzas forjará con un Reino Unido después del Brexit. Qué papel jugará ahora en Oriente Medio e Israel. Relaciones con la América del Sur. O qué pasará con las Bases americanas de España.

Hoy empieza, qué duda cabe, una nueva era: la Era Trump. Atrás quedan las eras Reagan, Bush y Obama. Obama ha muerto, ¿Viva Trump?

Nale Ontiveros.

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