Esta mañana ha fallecido, 24 de mayo de 2010, tras una larga enfermedad, el escritor y fundador de CC.OO del Comercio de Sevilla, compañero Antonio García Cano, autor de la novela «Tierra de Rastrojos», » Manuel Remárquez e Hijos» y «Las dos orillas del río (Memorias de un Cabrero)», autobiográfica, ésta última recientemente publicada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Lantejuela (Sevilla).
Nacido en Fuente Tójar (Córdoba) en 1927, de familia campesina, emigró con sus padres a Lantejuela en 1934. Su primer trabajo fue, según me contaba este pasado febrero, cuidar cabras con diez años en el Molino de «El Salado». A los catorce entró como dependiente en un comercio en el pueblo de El Saucejo. Cumplió el servicio militar en Sevilla y a su salida se colocó en unos grandes almacenes, donde se inició en la lucha sindical, porque según sus palabras «había mucha explotación y un mal trato hacia los dependientes». Fue uno de los fundadores de CC.OO del Comercio en Sevilla. Ingresó en el Partido Comunista en el año 1960, donde luchó hasta que fue detenido, encarcelado y condenado a cinco años de prisión, que cumplió entre las cárceles de Sevilla y Jaén. Durante su encarcelamiento escribió «Tierra de Rastrojos», novela genial, ambientada en los tiempos inmediatamente anteriores al golpe de estado de 1936 y que describe como ninguna las penurias de los jornaleros andaluces que soñaban con un mundo mejor. «Tierra de Rastrojos» posee un lenguaje real, vivo y andaluz y está basada en hechos y personajes reales, siendo saludada aún todavía hoy como la primera novela estrictamente campesina del Sur, tal y como Antonio Burgos la definía en su Prólogo.
Esta novela fue publicada en su primera edición en 1975 y reeditada después en 1976. Antonio García Cano en la prisión provincial de Sevilla (años 1967 y 1968) también escribiría su novela «Manuel Remárquez e Hijos», publicada en 1977. Salió en libertad en 1972, incorporándose inmediatamente al Partido y a la lucha. Fue deportado poco después al pueblo de La Jonquera (Girona), en el que permaneció dos meses, hasta que levantaron el estado de excepción. Volvió nuevamente a Sevilla para allí continuar luchando, hasta que se consiguió la libertad y la democracia.
Decía emocionado, mientras me dictaba esta biografía, y al conocer la noticia de la publicación de “Memorias de un cabrero”: “Sigo con mi misma ideología y moriré con ella” (25 de febrero de 2010). Para él, esta novela corta es de lo mejor que escribió porque recoge todas sus vivencias y todos sus recuerdos de la infancia.
Su maestra pluma, su valentía excepcional en una lucha dura, en tiempos difíciles, y su humanidad y bondad infinitas, de las que sus ojos eran fiel testigo, me hacen recordar aquella frase de Séneca, el filósofo romano también cordobés: “Para bien de todos (…) combaten los mejores”. Antonio García Cano, escritor andaluz, luchador incansable pertenece a los mejores. Su añorado mar y sus campos de la infancia son el espejo de lo que fue su vida: siempre constante, siempre sabio, apacible y humano.
Me queda el consuelo de haberlo ayudado a realizar uno de sus últimos sueños, que era ver publicada en su pueblo su mejor novela “Las Dos Orillas del río (Memorias de un Cabrero). Viéndose ya muy enfermo, me dictó lo que quería poner en las dedicatorias. Quería que le pusiera, lo mismo que el epitafio que va a quedar escrito en su lápida:
“Cantando espero la muerte
Que hay ruiseñores que cantan
Encima de los fusiles
Y en medio de las batallas”.
Miguel Hernández.
Descansa en paz, amigo».
Mari Carmen España
Me he enterado recientemente de la muerte de Antonio y se lo he comunicado a mi padre ya que el fué y es muy amigo suyo,incluso fue detenido al mismo tiempo que Antonio, y aunque a mi por mi edad me cogió muy pequeño, si recordaba su nombre y la portada de ese libro.Hoy le comuniqué a mi padre su muerte y no se habia llegado a enterar y le gustaria saber algo mas de Mari Carmen España para poder preguntarle por los ultimos dias de su camarada Antonio.MUCHAS GRACIAS espero respuesta.
Recuerdo a Antonio junto a su hija cuando venia a pasar temporadas a el Puerto de la Laja. No hablé nunca con él, pero sí leí su libro Tierra de Rastrojos, prestado por un vecino que lo tenia por haberselo este regalado. Le recuerdo como una persona seria y amable con los vecinos, que se deshacia en atenciones hacia su hija. Me impresionaba su semblante de persona respetuosa y educada. Ya digo, no hable nunca con él, pero siento disgusto al saber de su perdida, pues se ha perdido un gran ser humano, eso se trasluce de los comentarios de los que lo trataron y tambien de sus escritos.
Recibo hoy la noticia con dolor, pues fueron muchos ratos de charlas, querido amigo. Muchos momentos exquisitos en tu compañía allá en el Puerto de la Laja. Con tu familia y la mía. Gracias por tantas cosas amigo.
Siempre estarás en mi recuerdo, como vivimos.
Lamentamos mucho esta pérdida. Un saludo desde Morón, Mari Carmen.
Lo lamento Antonio, héroe de nuestros días pequeños, como en Ramón Sijé parte de algo de nosotros se ha muerto contigo, descansa en paz, que los dioses te tengan en el mejor de los sítios.
Camarada Antonio te queremos.
Hemos perdido: y digo hemos porque somos muchos los que te queremos y te recordaremos siempre por lo que fuiste, una persona cariñosa amable amigo de tus amigos persona que no le guardaste rencor ni a tus enemigos que creíste en la reconciliación nacional y que a pesar de los muchos tropiezos que hemos tenido as mantenido siempre asta tu muerte tu condición de comunista. Hasta siempre CAMARADA.
Lamentamos mucho esta pérdida. Un saludo desde Morón, Mari Carmen.