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Movilizaciones y Huelgas ¿para qué y cómo? (y II).

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Pepe Gabiño/ 

Es urgente abrir un debate sobre las líneas de actuación que son necesarias en toda movilización social, para no repetir de nuevo una especie de mito de Sísifo al que parece estamos eternamente condenados. Corren tiempo en que parece necesario repetir lo que debería ser ya obvio. En las líneas que siguen a continuación me permito hacer modestamente algunas propuestas:

 

1º. Toda movilización debe ser presidida por un proceso de Información-formación en el que habría que responder básicamente a tres interrogantes: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? Aunque no es admisible que unos estados mayores decidan unilateralmente el cuando y el como podemos y debemos movilizarnos, habría que hacer que este llamamiento de arriba abajo se vuelva con mucha más fuerza de abajo arriba, si no estaría condenado a un fracaso donde perderemos todos. En este necesario proceso de información-formación las nuevas tecnologías son una herramienta que puede cumplir un papel fundamental, siendo consciente de que las palabras más hermosas y los más fundamentados razonamientos nunca podrán sustituir el cuerpo a cuerpo. Esta información debería ser, tanto para los propios trabajadores/as, como para el conjunto de la sociedad, cuidando especialmente los segmentos de población más vulnerables a los efectos de la crisis.

 

2º. Es necesario un proceso de “apostolado seglar” del que en Andalucía hemos tenido históricamente grandes ejemplos, habría que volver a leer al respecto “Las agitaciones campesinas andaluzas”  de J. Díaz del Moral y más cercano en el tiempo, sacar lecciones de la experiencia de las movilizaciones del SOC contra la derogación del subsidio agrario. No se trataría de las clásicas charlas o mítines, sino de abrir un proceso de reflexión compartida y de participación social, donde tan importante sea lo que se exponga como lo que se escuche, donde se deberían utilizar también las nuevas tecnologías para hacerlos más didácticos.

 

3º. Toda movilización no puede perder de vista un objetivo básico: debe convertirse en un proceso de articulación social desde la pluralidad. Es sencillamente absurdo que en un pueblo donde hay presencia de varias organizaciones éstas no actúen de forma coordinada. La crisis es económica, social, ambiental y está cayendo sobre las espaldas de los mayores y de los jóvenes, de las mujeres, sobre los trabajadores/as… Con un millón de parados en Andalucía ¿Por qué no se están impulsando por  los sindicatos de nuevo las asambleas de parados?

 

4º. Esta movilización debería tener una perspectiva de transformación social, esto es una necesidad cuando estamos en un sistema económico, social y ambiental que es insostenible. La dignidad de los trabajadores/as andaluces, como trabajadores y como andaluces, no debería permitir por más tiempo que el conseguir un puesto de trabajo sea a costa de lo que sea y como sea. ¿Es posible trabajar, consumir y vivir en Andalucía de otra manera? ¿Cómo entendemos esa transformación social? ¿Qué estrategias de transición se deberían impulsar? Las movilizaciones de los trabajadores/as en la defensa de nuestros intereses y derechos sociales deberían tener una perspectiva de transformación social, que además de darnos nervio y fuerza vital, en Andalucía es sencillamente una necesidad.

 

Por ello, en la coyuntura que estamos viviendo lo importante no es movilizarse por movilizarse, ni siquiera conseguir los  objetivos reivindicativos que se planteen con las movilizaciones, sino si estas movilizaciones han contribuido a ampliar la masa critica de las bases sociales a las que nos dirigimos desde una perspectiva cívica, democrática y de izquierda; si hemos ampliado las bases sociales de las que partíamos; si hemos contribuido a una mayor y mejor articulación social; si ha servido para mejorar nuestras organizaciones; si hemos incorporado nuevos militantes a ellas; si va calando la necesidad de una transformación social. Estos, entre otros, deberían ser los parámetros de evaluación social de toda movilización, lo contrario es hacer de “tropa o masa” para las tecnoburocracias sindicales y, más tarde, de votantes para los oportunistas políticos o simplemente decidir quedarnos en casa.

 

Y aunque no corren buenos tiempos para la lírica, no estaría de más que nos cantáramos, solos o acompañados, el tema de Chambao:

“Poquito a poco entendiendo

que no vale la pena andar por andar,

que es mejor caminar para ir creciendo…”

Un comentario

  1. La transversalidad en la transicion imprescindible para combatir a la dictadura y recuperar las libertades.Esto era lo fundamental. sabiamos el porque y el paraque y aprendimos duramente el como.
    El 29 todos a la huelga general,por si misma es puro proceso de articulacion social y de reflexion politica .Esto es aqui lo fundamental hoy.

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