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«No quiero la llave, quiero abrir la puerta del Ayuntamiento»

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Desde que le oyó hablar a José Luis Rodríguez Zapatero del optimismo antropológico tiene cierta prevención, dice que suena a estar fuera de la realidad, y por ello prefiere la palabra esperanza para describir su ánimo. «Aristóteles decía que la esperanza es el sueño de los hombres despiertos», apunta. Pilar González lloró cuando desapareció el PA del Ayuntamiento: «Fue una noche muy amarga, probablemente nos equivocamos, pero se nos castigó más de lo que merecíamos». La candidata cree desigual el trato y lamenta indignada que dedicar más espacio en los medios públicos a Bildu que al PA es «censura».
-Su partido no maneja encuestas, tiene otras prioridades, pero ¿qué le dice el test de la calle?

-Es absolutamente estimulante, esperanzador y positivo. Se nota el feeling, no hay ningún rechazo. En algún momento he vivido cierta indeferencia, pero ahora ha cambiado. La gente se acerca y nos anima.

-Lo bueno sería que ese apoyo se tradujera en votos.

Siempre, en las encuestas, el PA es la segunda opción de casi todo el mundo. Alguna vez los andaluces tendrían que darse a sí mismos la oportunidad de ser la primera opción. Muy modestamente, con todos los aciertos y errores cometidos, sin el andalucismo Andalucía sería Murcia, Extremadura o Castilla-La Mancha, con el mayor respeto. El papel del andalucismo ahora vuelve a ser necesario en este tiempo tan duro que vivimos.

-Dice que es diferente, ¿al resto de políticos o a andalucistas de otras épocas?

-Ser diferente es ser igual a mí misma: mujer, libre para tomar decisiones políticas… Siempre he sido la misma persona, pero ahora tengo otra responsabilidad mucho mayor y más visible. El mensaje es que este andalucismo también es diferente, se ha renovado manteniendo el papel histórico desde Blas Infante. Una de las incorporaciones más recientes al concepto de andalucismo es la ecología política, pero ya Blas Infante hablaba de tierra y libertad.

-Pero se refería más al concepto de reforma agraria, ¿no?

-Sí, pero ya mencionaba la tierra como ese punto de equilibrio. La obra de Blas Infante hablaba de los jornaleros, del hambre… Dentro de su discurso encontramos hilos para engancharnos. En el siglo XXI los jornaleros entre comillas son los parados. Y el andalucismo que surge del congreso de mayo de 2009 es diferente, se ha renovado y adaptado a los andaluces del siglo XXI con los gravísimos problemas de crisis que tenemos. Por eso somos diferentes también a nosotros mismos.
-Ahora PA y PSA se han dado la mano, ya no son tan distintos.

-El roce hace el cariño, con el PSA no tenemos más problemas que los que pueda haber dentro del PA. Todos somos andalucistas. El momento es difícil para el andalucismo, pero más aún para Andalucía.
-¿Su objetivo es volver al Ayuntamiento sea en el sillón que sea?

-Aunque sea sin sillón, en la sala capitular, que me gusta más que el Salón Colón. Me parece imprescindible, en la magnitud y dimensión que la gente decida, pero es necesario aportar una perspectiva diferente al análisis y las soluciones. Y lo digo con modestia, porque a mí no me sobra nada, pero, cualitativamente, en el terreno de las ideas, soy al menos igual de valiosa que los demás.
-O sea, que son necesarios.

-Las opciones bipartidistas desapoderan a la gente, reducen la política a un ritual vacío de contenido. La realidad no simple. Los andalucistas somos necesarios para conectar con el lenguaje de la calle, para que entre aire fresco en la Plaza Nueva. Sevilla tiene que liderar Andalucía y hay que volver a llenar de Andalucía la Casa Grande.

-En el arranque de campaña su discurso se centró en la corrupción.

-Vengo hablando de propuestas durante meses y parece que eso, desde el punto de vista mediático, interesa menos. Me interesa mucho lanzar un mensaje claro sobre la corrupción: es muy grave el daño que le hace a la democracia. Soy la única de la lista del Ayuntamiento de Sevilla que he firmado la iniciativa ciudadana de las listas limpias. En las listas del PA no hay ninguna persona imputada en ninguna cuestión que tenga que ver con la corrupción política. Los otros tres candidatos tienen imputados en sus fuerzas políticas. Soy muy clara en este sentido, porque puedo. Y después de eso hablemos de Sevilla, yo voy jugando como puedo; por ejemplo, en Twitter propongo una medida por día para que la gente la vea y se debata. Y más cultura, es una de nuestras prioridades, eso explica la incorporación de Pilar Távora como número dos. La cultura nos hace más libres.
-Pero imagino que a la gente de la calle le preocupa más el paro.

-Sí, de la corrupción se habla en algún momento, pero te hacen comentarios jocosos, con guasa, eso es muy propio de los sevillanos. No podemos permitir que haya familias, y no hablo del Vacie ni de las Tres Mil Viviendas, que coman sólo una vez al día y, si la vecina le presta un huevo, hacen tortilla.
-¿Cuál es su modelo de ciudad?

-Una ciudad sostenible desde todos los puntos, incluido el social. Y de eso se habla poco.

-No se están escuchando propuestas muy novedosas, algunas están repetidas incluso.
-No me gusta decirlo, pero me copian y está grabado. Por ejemplo, fui la primera en decir que el sueldo del alcalde debería ser sólo un euro superior al del funcionario o técnico que cobre más. Y luego algunos han dicho lo mismo…
-El PP dice que le entregará la llave a los sevillanos; el PSOE, de momento, no habla de dársela a nadie. Pero, ¿usted la cogería?

-Yo no quiero ninguna llave, yo quiero abrir las puertas del Ayuntamiento. A eso aspiro. Quiero estar dentro y aportar. Seguir nuestro propio camino, se puede estar en el gobierno o en la oposición. No vamos al Ayuntamiento de Sevilla a amarrarnos con ninguna fuerza política, pero los sevillanos deben tener claro que vamos a trabajar, desde el gobierno o desde la oposición. Los demás no: o lo hacen desde el gobierno o lo que queda es una confrontación estéril y falta de diálogo si están en la oposición. Yo tiendo puentes para el diálogo pero que nadie nos espere, seguiremos nuestro camino.
-Pero, por ideología, ¿está más cerca de Juan Espadas que de Juan Ignacio Zoido?
-Nuestra ideología es de izquierdas, eso está claro. Pero el último gobierno que hemos tenido es de izquierdas y lo ha hecho nefastamente. Apoyaremos iniciativas y proyectos que beneficien a Sevilla.
-El PP evita hablar de ideología y dice que su ideología es Sevilla y los sevillanos.
-Yo no creo eso. Si no hay ideología, lo que hay son intereses, y eso es infinitamente más grave. Prefiero la ideología a riesgo de que se discrepe. Yo lo que tengo muy claro es que no apoyaremos a quien quiera construir viviendas en Tablada ni a quien quiera privatizar Tussam, por citar posibles propuestas.
-Aunque discrepe, su estilo no es el de atacar al rival, no hasta ahora.
-Yo tengo coraje y las ideas claras, pero el respeto al adversario es fundamental.
-Y si todo el esfuerzo no diera sus frutos y el PA no renaciera, ¿cuál sería el camino?
-El andalucismo ha cruzado el enésimo de los desiertos y está acostumbrado a resistir. Al margen del bipartidismo hay otras opciones y nosotros lo somos.
-Pero menos visibles.

-Estamos pasando muchas dificultades, pero eso agudiza el ingenio. Nos podemos hacer visibles, pero hay gente decidida a no mirarnos y no nos ve.

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