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Paris, el fascismo islámico y el huevo de la serpiente

cuervos

El fascismo es una reacción terrorista , aparentemente irracional, aparentemente anti modernizadora; de elites y clases dominantes amenazadas   por las supuesta democracias igualitarias en un contexto de crisis económica y retroceso de las tasas de beneficios. El fascismo se asienta en creencias delirantes e impulsos de odio y rencor colectivo convenientemente estimulados desde las instituciones y sustentado en frustraciones e injusticias históricas reales. Y todo esto fermentado sobre un fondo de desigualdad y de miseria social creciente. Este es el huevo de la serpiente.

Unos huevos que Araba Saudí , el wahabismo, lleva años   expandiendo   por todo el mundo islámico con la imprescindible ayuda de occidente. ¿De quienes son hijos los talibanes? ¿Quién creo el monstruo de Big Laden? ¿Cómo se ha creado el ISI? El huevo de la serpiente del fascismo islámico, como el huevo del nazismo ha sido incubado por las democracias occidentales y ahora, como antes, seles vuelve peligrosamente autónomos.El terror vivido en Paris   no ha nacido de la nada y es el producto de haber alimentado  ideologías delirantes y situaciones sociales de insufribles como si esto no nos fuera a pasar factura mas temprano que tarde.

El fascismo islámico existe y hará muy mal la izquierda ignorando su existencia por mucho que sea en parte producto de aquellos que enfervorizados se presentan como sus máximos opones. Dejar esa bandera a la derecha extrema es renunciar a la política en favor de las bellas artes de las “almas bellas” apologéticas de un multiculturalismo que destruye las esencias igualitarias y universalistas de la república y la democracia.

El fundamentalismo islámico es mirado con disimulada envidia por el fundamentalismo cristiano y judío , al igual que los conservadores europeos de entre guerras admiraban al nazismo alemán y al fascismo italiano; al fin y al cabo provienen de un mismo tronco común. Por tanto solo el laicismo y la democracia tiene autoridad moral y política para encabezar esta batalla contra el fascismo con turbante.

Es interesante observar como todos los fundamentalismos teocráticos procedentes de los desiertos ha elegido como enemigo a las mujeres. Las batallas de los integristas cristianos se centran en el aborto, el divorcio, el matrimonio gay. Igualmente ocurre con los integrisstas judios y del islamismo que decir sino el escandalo de unas monarquías amiguísimas de occidente de que practican el feminizidio por sistema. Esta coincidencia ni es casual ni es una simple rémora   cultural del pasado; es un objetivo estratégicoo que pretenden derribar la última frontera de la democracia: la igualdad de género.

El terror de Paris será utilizado para dar un giro de tuerca más al recorte de derechos y libertades. Criminalizaran a los emigrantes de origen islámico como si estos no fueran las primeras víctimas del fundamentalismo. Aumentaran los presupuestos militares para regocijo de las multinacionales del terror que son las empresas de armamentos. En fin querrán convencernos de que solo copiando al terror se vence al terror.

Pero nosotros debemos combatir al fascismo islámico metro a metro pero también, y ahí está la diferencia y la solución, en sus raíces y en sus guaridas estratégicas e ideológicas. Allá donde está la cabeza de la serpiente que no es en oscuras mezquitas y madrazas orientales sino Que no están en oscuras mezquitas y madrazas sino en los consejos de administración del capital financiero y en los lujosos palacios saudí.

Un comentario

  1. “Guerra contra el terror” inabarcable e infinita, donde el “enemigo” ha sido creado ad hoc para justificar un control creciente del ciudadano, disfrazar los intereses del lobby petrolero-armamentista, el saqueo de politicastros mercenarios y condiciones laborales cada vez más denigrantes…

    Creo que me suena:

    https://www.youtube.com/watch?v=wfJl2OFfrhA

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