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¡Quieto todo el mundo!

En el momento en el que escribo este artículo, estoy escuchando por Youtube los vídeos que los diputados de Izquierda Plural (IU, ICV y Chunta Aragonesista) están publicando sobre la comparecencia del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que está interviniendo a puerta cerrada, sin medios de comunicación y con inhibidores para impedir la retransmisión de su intervención.  Únicamente los diputados de Izquierda Plural están burlando una censura infame que nos trata como si fuéramos ciudadanos menores de edad o analfabetos. El resto de parlamentarios calla ante un golpe de Estado a la soberanía popular sin precedentes.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.

El sencillo e insignificante gesto de los diputados díscolos los convierte en héroes en medio de tanta necedad absoluta. Con sus teléfonos móviles están grabando las declaraciones solemnes de Draghi y burlando la mordaza que la bancocracia ha impuesto al Congreso de los Diputados, donde reside la soberanía popular de la ciudadanía. Sólo 11 diputados de los 350 que conforman el Congreso nos están representando en esta tarde surrealista donde la bancocracia ha puesto de rodillas a la Constitución Española. Le estorban los periodistas, Internet y el Derecho a la Información. Les molesta la democracia, sin más.

El resto de diputados, de PP, PSOE, CiU, PNV y UPyD, asisten a una comparecencia aceptando la negativa de Draghi a que los votantes que los eligieron  tengan acceso a las declaraciones del mandamás del poder financiero europeo. Salvo 11 diputados, el resto están sido cómplices de un golpe de Estado a la soberanía popular y de una mordaza impropia en el siglo de las comunicaciones.

Rubalcaba, líder del principal partido de la oposición que aún se llama socialista y obrero, no ha mostrado su más profundo rechazo a las condiciones censoras del Banco Central Europeo. Tampoco los líderes de PNV o CiU, que defienden el derecho de autodeterminación de sus territorios pero que, casualmente, no reclaman esta tarde el derecho de vascos y catalanes a ser informados libremente.

También asisten, como si no fuera con ellos, los representantes de UPyD. Un partido recién fundado que iba a regenerar la democracia y que ha acabado por adulterar la Constitución Española a la que únicamente invocan para frenar las reclamaciones independentistas de catalanes y vascos.

El Congreso está tomado esta tarde por un tirano vestido de Armani, tan tirano como los militares golpistas. Ocurre la misma tarde en  la que 1,5 millones de firmas no han sido suficientes para que el Congreso modifique una ley criminal que empuja a las víctimas del Banco Central Europeo a tirarse por los balcones.

No todos los políticos son iguales.  Sólo 11 diputados, de los 350 que se sientan en el Congreso, están demostrando que no son iguales que quienes están callando y legitimando un golpe de Estado contra la soberanía popular y el artículo 20 de la Constitución Española. Yo no voté a IU pero esta tarde sus diputados me están representando. El resto de diputados han confirmado  que no nos representan y que son las piezas necesarias para que tiranos vestidos de Armani disparen contra  la, cada vez más moribunda, democracia española.

Raúl Solís (@RaulSolisEU)

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