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Viaje a ninguna parte

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08/04/2011. 

La dimisión del consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro y de tres de sus altos cargos, ha asestado un tremendo golpe al debilitado gobierno del Presidente Griñán que vive su cuarta crisis en dos años. En octubre del pasado año, Griñán tuvo que hacer frente también a la dimisión de Rafael Velasco, al que había elegido como su hombre de confianza, por el caso de las ayudas a la empresa de su esposa dedicada a dar cursos de formación y que recibió 726.209 euros en cuatro años de la Junta de Andalucía.

 

La dimisión se produce semanas después de las discrepancias y las distantes relaciones puestas de manifiesto entre la actual dirección andaluza del PSOE y el secretario general del PSOE de Cádiz, Francisco González Cabaña, muy unido a Luis Pizarro y a Manuel Cháves.

La crisis en el Gobierno andaluz se suma a la situación de interinidad que se ha creado en el Gobierno del Estado tras el anuncio realizado ayer por Rodríguez Zapatero de que no se presentará de nuevo como candidato del PSOE.

El resquebrajamiento en el PSOE (A), por encima de nombres y ambiciones, pone de manifiesto fundamentalmente el agotamiento del modelo anterior y la incapacidad del Presidente Griñán para articular una alternativa.

 El PSOE (A), que ha gobernado la Junta de Andalucía desde su creación hace casi treinta años, ha nombrado a cuatro Presidentes. El primero, Rafael Escuredo succionó las señas de identidad andalucistas para el PSOE y los dos siguientes, Rodríguez de la Borbolla y Chaves, gestionaron este caudal político, desactivando a la sociedad andaluza mediante una política desarrollista y un régimen clientelar en un “gobierno de coalición fáctico” con la CEA y los sindicatos mayoritarios. Esta desactivación ha llegado a su cúlmen con la práctica continuada de convocar conjuntamente las elecciones andaluzas y las estatales.

 La crisis ha demostrado la debilidad de este modelo basado en la explotación intensiva de nuestro patrimonio natural y en el endeudamiento privado mientras que apenas se han generado actividades económicas de medio y alto valor añadido, con lo que no se ha conseguido superar la situación de dependencia. El resultado ha sido que, al estallar la crisis, ha caído, de forma vertiginosa, el empleo y el paro ha subido hasta el 28%, manteniendo un diferencial con la media europea (10%) del triple y de diez puntos con la media española (20%), al mismo tiempo que se vuelve a abrir la brecha económica y tecnológica entre los territorios del estado con poder político real (Madrid, País Vasco, Cataluña) y el sur.

 También empiezan a aflorar los casos de corrupción como consecuencia del sistema de clientelar que, a su vez, se muestra incapaz de resistir la situación de falta de recursos en las Administraciones. La Andalucía “imparable” ha resultado ser una de las mayores estafas política de la historia de Andalucía.

 Griñán, que no ha fomentado el clientelismo, ha tenido sin embargo una actitud pasiva ante el cataclismo social y económico que vive Andalucía. Es verdad que la socialdemocracia no le ha proporcionado formulación alguna y que el Presidente de su Partido y del Gobierno, Rodríguez Zapatero, ha seguido una política errática y contradictoria. Pero eso no justifica en modo alguno su responsabilidad política de llevar a la nada a la Junta de Andalucía por carecer de un mínimo proyecto que pueda ser compartido por una parte significativa de la sociedad andaluza, justamente en el momento en que era mas necesario.

 Le ha estallado el escándalo de los ERES, gestado en la Consejería de Trabajo justamente por dirigentes socialistas vinculados sobre todo a Cádiz, Sevilla y Jaén, y ha sido incapaz de aceptar una comisión de investigación en el Parlamento andaluz, contribuyendo al desprestigio, por inutilidad, de la máxima institución de la autonomía andaluza y por lo tanto al vaciamiento de contenido político de nuestra autonomía.

 Ha amparado una reestructuración de la Administración autonómica que tiende a la privatización, al enchufismo, a la huida del derecho administrativo, a la pérdida de los controles administrativos y a la merma de los derechos de la ciudadanía. Los funcionarios se han erigido en el germen de una sociedad que vuelve a la movilización y en los defensores de los intereses generales del pueblo andaluz. Griñán no ha querido dar marcha atrás eligiendo la soberbia antes que la razón y envolviendo en su deriva a CC.OO. y UGT, mientras que la CEA se distancia y busca nuevos soportes que le permitan seguir gobernando en la sombra.

 Su entreguismo con el Estado ha sido escandaloso aceptando el pago de la deuda histórica con solares; ha permitido que se desvanezca la esperanza de crear un instrumento financiero andaluz sin oponer resistencia y no ha dado respuesta política ante la Sentencia de Tribunal Constitucional que declara inconstitucional la competencia andaluza sobre el río Guadalquivir.

 La tercera crisis que se suma a la financiera y a la de la economía real, la energética, va a suponer un agravamiento de la ya alarmante situación económica andaluza. La opción por las energías renovables es claramente la opción estratégica más importante para Andalucía. Sin embargo, ha permitido que el estado castigue incluso con carecer retroactivo a las renovables, asestando un duro golpe a Andalucía para la salida a la crisis.

 El PSOE (A), como la socialdemocracia en general, vive una crisis de identidad, multiplicada en España por la actitud errática de Rodríguez Zapatero y en Andalucía por el derrumbamiento del régimen clientelar, que ha contaminado a la credibilidad de la democracia y de la autonomía, que ha cercenado de manera profunda el pluralismo no solo en los medios de comunicación sino en la libertad de cada persona, y que está empezando a ser desnudado en sede judicial.

 El cuarto Presidente de la Junta de Andalucía posiblemente sea el último de la era socialista, no ya porque su partido se resquebraja no por cuestiones ideológica sino por los intereses personales encontrados, sino porque el desarrollismo y el clientelismo han provocado una lenta pero constante huida de la ciudadanía andaluza hacia posiciones mas conservadoras. Los que añoran el pasado están trabajando ya para su relevo. Es probable que no pueda mantener esta situación por mucho tiempo y convoque elecciones anticipadas. Esperemos que al menos ejerza esta vez como Presidente y que  sean en solitario, sin estar ocultadas por la del estado, y así devolver algo de la dignidad política que nos han ido robando a los andaluces y andaluzas.

Un comentario

  1. ANDALUSÍ LIBERTARIO

    Denominamos en sociología AMORALISMO FAMILIAR a la la red clientelista articulada por estructuras mafiosa de poder, mediante corporativismo, partidismo, caciquismo y similares. Sucede lo mismo que en el mediodía peninsular, al sur de Italia, en Grecia y otros lugares. Los fondos de cohesión o de ayuda al desarrollo local de lugares tradicionalmente sometidos al autoritarismo caciquil, se dilapidan de forma organizada e impune merced a una red de funcionarios y políticos, convertidos en una casta de garrapatas cleptócratas.

    Frente a esta depauperización sistemática de los Pueblos vampirizados sólo cabe una resistencia implacable, sin tregua ni cuartel en todos los frentes y en todo momento. Organizándose mediante comites y subcomites ciudadanos para exigirles cuentas por escrito, de forma inmediata. Llevando a los medios de comunicación su indigno modo de proceder, merendándose los mezquinos jerifaltes los excasos recursos públicos con «proyectos fantasma» que suenan muy bien; con el objeto de devorar sin colmo dietas de depredador del Serengueti, borradores de anteproyectos de proyectos diferidos «sine die». Por no hablar de sus sueldos y privilegios elitistas y escandalosos. Planifiquemos boicots frente a esa escoria que nos machaca: pintadas reivindicativas, huelgas de hambre, fotografías comprometedoras, amparo continuo de los media, en especial internet, etc. No les concedamos a esa peste que nos paraliza ni un minuto de descanso, así como a cuantos se les asocien en sus fechorías.

    La estrategia del naZional-expañoli$mo rojipardo, todos estos años, ha consistido en desmovilizar a la sociedad para que esos cínicos nuevos caciques puedan operar a su antojo. La tiranía patriarcal clerical ha sido además en estas décadas de horror, de miseria económica y mora su artilleria pesada para encizañar a la sociedad. Debemos transformarnos contra ellos, con valentía y decisión, en pepitogrillos y manonegras de su mala conciencia. Donde más les duela. Cuando menos se lo esperen. Respirar su mismo aire resulta tóxico, soportar el hedor de su presencia vevenoso y repugnante.

    ¡Adelante, sin miedo! ¡Es ya tiempo de que cambie todo en todas partes!

    VIVA AL-ANDALUSIA INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIA!!! VENCEREMOS!!!

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