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Vigencia del pensamiento de Blas Infante

blas infante

 

José luis Blanco Cuenca.Muchas veces escuchamos a ciertas personas decir que lo ocurrido en el pasado no hay que recordarlo, que hay que mirar hacia el futuro sin volver la vista atrás. Esa idea pienso que es como la del conductor que dice que para evitar accidentes solo hay que mirar hacia adelante, sin importarnos lo que viene por detrás.

 Ahora que se cumple los 75 años del asesinato de Blas Infante pensamos que es un buen motivo para mirar por el retrovisor de la historia, creemos que es necesario conocer  que ocurrió hace un siglo, máxime ahora que estamos volviendo a ideologías que parecía ya superadas, con sistemas económicos que hacen un siglo demostraron sus limitaciones, incapaces de atender las necesidades de la mayoría de la población, que  contribuyeron en la primera mitad del pasado siglo  a la extensión de graves conflictos, están volviendo a  reaparecer.

 La época en la que vivió Blas Infante y la nuestra parecen muy diferentes, los grandes cambios tecnológicos nos hacen parecer que hemos llegado a la cima de nuestro desarrollo, vivimos de forma muy distinta a las de nuestros abuelos, ¿Pero realmente los problemas a los que nos enfrentamos son tan distintos a los que se enfrentaron nuestros abuelos? Hace cien año existía paro, igual que hoy, hace cien año existían problemas ecológicos,  una gran separación entre la política y la sociedad, y  un profundo desinterés por la formación. Es cierto que el analfabetismo era inmenso, pero hoy este alfabetismo ha sido sustituido por el inmenso fracaso escolar. ¿Podemos decir entonces que hay grandes diferencia entre una época y otra? Quizás deberíamos analizar como intentaron resolver estos problemas en aquella época  y aprender de lo que se hizo bien y lo que se hizo mal.

 Es cierto que Andalucía y Algeciras eran muy distintos.  Su principal sector productivo era la agricultura, y no el sector servicio, o la construcción, pero la gestión de aquella era tan nefasta como la gestión que se ha realizado en los últimos años. Blas Infante clamaba contra la especulación de la tierra, y nos indicaba la necesidad de crear una potente clase media de campesinos, hoy estamos clamando contra la especulación, la urbanística que ha destruido nuestra costa,  ha dificultado el acceso a la vivienda, y  ahora está provocando que muchas personas pierdan sus casas. También la especulación financiera, que no es más que un trasvase de renta de las clases medias y bajas a las clases más altas.

Hace cien años muchos  jóvenes tenían que emigrar, salir de su tierra para poder trabajar, Argelia y América eran sus destinos, hoy es Europa. Antes como ahora eran una parte activa de la sociedad. A los jóvenes de su época Blas Infante le pedía que luchara, y hoy vemos como esos jóvenes luchan, salen a las calles a pedir un nuevo sistema económico.

Nuestro sistema se basa en las ganancias rápidas y especulativas, alejadas de la producción directa. Son los mercados los que indican el camino, y los políticos les siguen generalmente por sus propios intereses, como vemos por la correlación entre políticos y grandes empresas. Cuántos ex presidentes y altos cargos de distintos gobiernos  trabajan para grandes corporaciones a la que en su momento favorecieron, ¿No es lo mismo que hacia los diputados y senadores de la primera restauración?, contra ellos Blas Infante creía en la concurrencia de valores individuales, pues la riqueza de un pueblo no depende de la especulación ni de aquellos que desde los merados quieren estrangular a las sociedades sino del trabajo colectivo de sus ciudadanos, y es en estos en los que hay que pensar y no en aquello, Son a los ciudadanos  de una sociedad a los que hay que ganarse la confianza y no la de los especuladores que solo piensan en su rápida ganancia.

 Blas Infante por todo ello defendía la necesidad de una mayor redistribución de la riqueza, pues a la larga esta es la que genera confianza entre los ciudadanos y permite la mejora de la sociedad y el crecimiento económico.

 Blas Infante centraba el principal factor productivo no en  el capital, sino en el trabajo, en el esfuerzo de los ciudadanos para mejorar su situación personal y así mejorar la situación de la sociedad. Pero eso solo se podría lograr mediante la formación y la educación de los ciudadanos. En estos momentos en los que vemos como por mor de ganarse el respeto de los mercados, los dirigentes políticos. Se dedican a recortar gastos en educación,  despiden maestros,  utilizan la escuela como caja de resonancia ideológica. Blas Infante nos da también la repuesta, más educación, mejor formación y mejores maestros para tener una sociedad libre, critica y dirigida hacia el bien de la mayoría y no adoctrinada.

 Blas Infante fue un gran ecologista, hoy cuando vivimos en una bahía, en lo que hemos perdido nuestros mejores recursos naturales, nos tenemos que volver hacia su ideas, “su plegaria de los pájaros”, “sus mandamientos de Dios a favor de los animales” y sus fabulas son verdaderos cantos a la preservación del medio, al respeto a los animales y al medio ambiente.

 El pensamiento de Blas Infante, nos da propuestas distintas  a las que los actuales políticos nos quieren presentar como única, políticos faltos de imaginación, atados por podres económicos fuetes, mucha veces en cohabitación con los mismos, que son incapaces de mirar por el retrovisor y ver  pensadores que se enfrentaron a problemas semejantes a los actuales y dieron soluciones, que ellos por su tozudez y su falta de responsabilidad son incapaces de entender.

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