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Rebelión en la Junta

finis gloriae

 

EditorialP36.05/11/2010.

La rebelión de los funcionarios de la Junta contra la “desorganización” de la Administración autonómica que pretende imponer el DL 5/2010 tiene mucha más trascendencia que la de un conflicto laboral. Supone que el núcleo central técnico del poder ejecutivo autonómico se ha levantado de forma rotunda contra el gobierno socialista que dirige nuestra autonomía desde hace más de treinta años. Pero ¿qué ha sucedido para que el entorno administrativo del poder se vuelva contra el gobierno de la Junta, con una decisión y un empuje inaudito que se está plasmando en decenas de movilizaciones y en el surgimiento de formas de autoorganización en las que participan miles de funcionarios?

Desde luego la historia viene de lejos. La Administración autonómica ha ido creciendo de forma incontrolada, al ritmo que imponía, la mayoría de las veces, la oportunidad política y no la planificación racional de las necesidades de la sociedad andaluza. Además, por la misma lógica, este crecimiento se ha hecho a la medida de los intereses más inmediatos del poder político: sobre todo, mediante la creación de empresas públicas, fundaciones, consorcios y demás figuras extraídas del derecho mercantil y civil, que permiten burlar la legislación administrativa y los controles en la intervención del gasto y la contratación de personal. Pero como había dinero y además todos los partidos políticos hacían lo mismo en sus parcelas de poder, nadie ha levantado la voz para parar esta locura, ya sea porque carecieran de voz pública ya sea porque preferían mirar para otro lado.

Ahora la realidad es muy distinta. Esta crisis, que ya se ha instalado como un huésped que ha ocupado toda la casa y parece que no tiene intención de abandonarla, ha roto el espejo edulcorado en el que se miraba la Andalucía del desarrollismo y nos ha traído una realidad muy distinta: la del paro, la de la falta de poder real autonómico, la de la destrucción ambiental y también la de la penuria en las cuentas públicas.

En este contexto, el nuevo Presidente de la Junta, con un equipo inexperto que hace aguas por todos lados (algunas no demasiado limpias como la precipitada renuncia de su segundo en el partido por un caso de corruptela) no se le ocurre otra cosa para reducir gastos que abordar una profunda reestructuración de la administración autonómica, sin preguntar a nadie y con las ideas básicas muy confusas, en la que en vez de rectificar la deriva anterior profundiza en la hegemonía de la administración paralela sobre la administración reglada.

En un alarde de insensatez pretende diluir los límites entre los distintos estamentos que conforman el Poder Ejecutivo (porque es de eso de lo que estamos hablando, del Poder Ejecutivo de Andalucía): diluye el poder político en la dirección gerencial de las agencias; profundiza en la destrucción de la imparcialidad administrativa; pretende incorporar al personal de la Junta, funcionario y laboral, a una agencias diseñadas a la medida para disponer de la mayor discrecionalidad posible; diluye las fronteras entre el personal funcionario y los empleados de las empresas públicas e incluso quiere mezclar a estos colectivos con el personal contratado por fundaciones y consorcios privados (la llamada tercera administración paralela).

Justamente se trata de lo contrario, de subrayar los límites entre colectivos cuya existencia autónoma responde a las exigencias funcionales de la democracia: políticos que dirigen el ejecutivo, funcionarios que administran con imparcialidad e independencia, laborales que cumplen las funciones que le asigna la Ley y trabajadores de empresas públicas mercantiles cuya función debe ser exclusivamente realizar actividades realmente mercantiles desde las competencias de los poderes públicos.

 

Además, en este camino a la destrucción han arrastrado a los cúpulas autonómicas de los sindicatos UGT y CC.OO que se han plegado a los deseos del gobierno tanto en los contenidos como en los tiempos y en las formas. Y lo han hecho sin atreverse a dar una explicación a los empleados públicos, consumando una ruptura de muy difícil solución. Para colmo de despropósito el propio BOJA ha publicado la semana siguiente a la firma del acuerdo sendas subvenciones de 4,5 millones a CC.OO y UGT, aprobadas en el Consejo de Gobierno de 13 de octubre. Sobran los comentarios pero faltan muchas explicaciones.

 Precisamente la protesta masiva y espontánea que ocurrió el pasado 29 de octubre, en el símbolo de la administración autonómica, en Torre Triana y más exactamente en su séptima planta, ante la firma del acuerdo entre la Consejera de Hacienda y Administración Pública y los líderes autonómicos de UGT y CC.OO, representa una nueva toma de la Bastilla, a la andaluza y por un nuevo agente social llamado a tener un renovado protagonismo: los funcionarios andaluces. La manifestación convocada en Sevilla el 13 de noviembre por la coordinadora de plataformas, a la que desde luego se suma Paralelo 36, será un paso importante en este proceso de identificación colectiva.

Los funcionarios andaluces, organizados en plataformas y asociaciones, no sólo están siendo concientes de su poder sino también de su responsabilidad para con Andalucía, en estos momentos verdaderamente críticos. Han descubierto que hay un vínculo decisivo que une sus derechos, con la defensa de una Administración Pública profesional e imparcial y ésta con el valor de la autonomía andaluza, imprescindible a su vez para proteger a la ciudadanía andaluza frente a las amenazas y riesgos que trae esta crisis.

6 Comentarios

  1. Estoy gratamente sorprendido por el artículo, también por todos los comentarios reflejados. Me preocupa el futuro de mis hijos porque Andalucía estaba en la champiom league y bruscamente ha descendido a 2º B.

    Me parece que este movimiento que se ha iniciado no tiene precedentes en nuestra reciente historia democrática.

    No pude evitar emocionarme cuando visualise en Youtube a los compañeros de Torretriana con el puño levantado y cantando el himno, creo sinceramente que tenemos que aprovechar este movimiento para comenzar a construir una Andalucía distinta, para ello tenemos que acercarnos a la calle, al ciudadano, al que nos debemos en nuestra trabajo en la Administración Pública, también desde la propia acción política, no puedo sino dejar de reiterar mi asombro, también mi agradecimiento por los contenidos que he leído en este link.

  2. Mucha gente apoya las movilizaciones, pero a la hora de participar (de estar en la calle) prefieren hacerlo desde sus casas viendo el telediario.
    Creo que una medida de presión en la que muchos/as pueden participar seria «apostatando» de lo que hoy llaman sindicatos mayoritarios, que está claro que defienden los intereses de los partidos políticos que gobiernan. Nos iría mucho mejor si perdieran el poder que tienen. Seguro que recordaban de donde vienen y a quienes se deben.

    Gracias y saludos.

  3. Desde el año 1990 que entre como funcionaria interina del Grupo A en la Junta de Andalucia, hasta el dia de hoy que consegui la plaza que ocupo por oposición, nunca me he sentido tan humillada, ninguneada y olvidada como ahora.
    Ni que decir tiene que el hecho de estar donde estoy se debe al esfuerzo económico tanto de mi familia como el personal mio, ya que compaginar trabajo y estudios es complicado y muy cansado, aunque buscando el resultado obtenido se dá por bien empleado.
    Es desalentador ver como personal de dirección de nuestros organismos, sean jefes de servicio como Directores provinciales o Delegados, pasan fisicamente por nuestro lado sin siguiera dirigirnos, no ya la mirada, sino siquiera la palabra..¿Que podrian decirnos sin que se les caiga la cara de verguenza? Que es por nuestro bien el no saber que ocurrirá a partir del 1 de enero cuando mi centro pasa a ser ya Agencia?
    La impotencia que sentimos vá mas allá de las incongruencias que vemos en el dia a dia de nuestra actividadd administrativa, ya que la falta de honestidad, de integridad, de neutralidad y de valoración de lo público que es de todos y de cada uno de nosotros, nos hace entender que solo una reestructuración del sector público a nivel de cargos orgánicos que pasen a ser de cargos políticos a cargos administrativos con estudios y carrera administrativa puede salvarnos a todos de esta debacle.
    No es de recibo que para poder prosperar en nuestra carrera administrava tengamos que escalar puesto a puesto siempre que las circunstancias administrativas lo permitan, y que los cargos superiores dependan de la estima o simpatia personal del que deban nombrarlos.
    ¿ acaso solo se pide profesionalidad al funcionario de a pie? ¿quizas los cargos superiores dá igual lo que sean?
    Debemos cambiar la mentalidad de que la administracion es el cortijo político del gobernante de turno, con independencia del partido político que gobierne.
    Nos merecemos una mejor sociedad,y de nosotros depende en parte ello. Por ello,expresar que no me siento representada en el quehacer de nuestros políticos ni sindicatos , ya que lo que nos mueve a nosotros y a estos son ideales diferentes…
    Quizás si solo dispusiesen como nosotros de una nómina y nada más, su actuar seria mas sincero y honestos.
    Ningun pais que viva subvencionado en todo su actuar será nunca un pais justo, por ello debemos dejar de pensar que el papa estado/comunidad debe costearnos de todo, y de esto, sabemos bien aquellos que tramitan subvenciones, aunque en honor a la verdad su verdadero nombre debería de ser manutenciones.
    Gracias por haber leido hasta este ultimo pensamiento y por lo que a mi respecta,como andaluza y funcionaria del cuerpo de adminnistradores generales del grupo A11 por oposición, esperamos contar con vuestro apoyo ya que es una petición justa lo que hacemos.
    gracias

  4. Estoy harto de políticos, que no de política. Porque esto que conocemos desde hace mucho tiempo, no se puede considerar que lo que se hace en España y, por tanto, también en Andalucía, sea política. Esto es una verbena, un cachondeo y una auténtica pantomina. Los políticos no mueven un dedo mientras ellos no le vayan a sacar provecho a lo que van a hacer. Y esto ocurre con todos, la supuesta izquierda y la supuesta derecha. No sé por qué el miedo al PP. Yo le tengo miedo a lo que veo que no funciona y no a lo que no sé si va a funcionar. El PP actúa en Madrid como el PSOE actúa en Andalucía. Unos y otros son manipuladores de conciencias, gestores únicamente de sus intereses. Eso sí, no se les cae de la boca tanta palabrería pseudodemocrática. Pero insisto, ¿a qué tanto miedo al PP? ¿acaso hay diferencia? Son todos la misma basura. Porque, la forma en que los políticos entienden la política en este país de tanta ignorancia, es como enfrentamiento constante. Lo demás les importa una leche. No me dan miedo los políticos, me dan asco. Sin embargo, si me da mucho miedo la ignorancia del pueblo, que sólo está presente el día de la votación y que luego es ignorado.
    ¡Por una Andalucía libre de políticos sin vocación y a los que no les importa nada más que lo suyo! Y ¡por una Administración, libre, imparcial e independiente de los políticos.

  5. Pueblos en pie!Venceremos!

    K horror, si ya paran hasta los funcionarios en Andalucía nos vamos a mover menos k el municipal de la Campana!

  6. Los funcionarios se han levantado,han despertado de un largo letargo, y han sido los del PSOE, los que han tenido la valentía y la osadía de ser capaces de tan gran intervención, por ello, al haberse llegado al colmo de la locura, hay que quitar de enmedio a estos que se llaman de izquierdas, estos que mediante Decreto van a institucionalizar el enchufismo, van a eliminar de un plumazo la independencia administrativa, en definitiva, en pro de la modernización, han comenzado un camino sin retorno, un camino que les llevará a la autodestrucción, pero que a la vez, están siendo capaces de hacer nacer un nuevo movimiento de trabajadores, lejos de los burócratas sindicales de la UGT y de CCOO, que se pliegan rápidamente a los intereses económicos; pero no podemos perder de vista a los aprovechados en las crisis, de aquellos que están lanzando la caña y parece que están pescando, a costa de lo que ellos harían, pero tienen la suerte que otros están haciendo por ellos, y hablo de los enmascarados en estas manifestaciones, hablo del PP, ese nuevo partido de los trabajadores, que se está alzando con una voz salvadora, alegremente airada contra la patronal de la Junta, esa a la que han puesto cerco, pero únicamente por el mal hacer de los que ahora allí están; estos del PP son los mismos que hasta hace poco privatizan en Madrid, en Valencia, eliminando a los funcionarios de los puestos clave, pero aquí, es distinto, aquí no gobiernan y buscan el apoyo de la masa amorfa de funcionarios, esos que apoyarán a cualquier voz que se les sume, a cualquier voz que digan lo que ellos quieren escuchar, así, el futuro está casi cantado, casi escrito y sólo tiene un color, y es la destrucción paulatina de la independencia administrativa, de la decencia de lo público y finalmente de su eliminación, en pro de lo privado, de la eficiencia económica de unas cuantas carteras, pagadas con las carteras de todos los demás, y eso no es lo que quieren los funcionarios, pero desgraciadamente, es lo que se les vienen encima, a ellos y todos nosotros, ya que el PSOE ha iniciado el camino e IU, está perdido y no sabemos en qué parte de la historia se quedó.

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