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Carlos Cano en el recuerdo

carlos canoCompré su primer disco, “A duras penas” a la vuelta de mi primera vará como esparraguero en los llanos de Navarra. Eran tiempos en los que el sindicalismo se hacía en los tajos y yo había dejado los estudios para ayudar a crear las comisiones de jornaleros .  Y los jornaleros de la Jara iban a Navarra a ganarse el pan y el jornal agachados sobre los lomos de los esparragueras, mientras las jornaleras  aguantaban  jornadas interminables en las cintas de las fábricas .

En los campos o en las fábricas, a más de mil kilómetros de nuestras casas, descubríamos el sabor salado del sudor y el pellizco amargo de sentirnos diferentes. Porque aunque hablásemos el mismo idioma que los navarros, sabíamos que teníamos un lenguaje diferente. Que amábamos, pensábamos, soñábamos en un lenguaje diferente. Que éramos, y así se empeñaban en que no se nos olvidara, “los andaluces”. En un número de Cambio16 habíamos descubierto que existió un andaluz que se había llamado Blas Infante  y que hubo un tiempo en el que tuvimos un himno y una bandera verde, blanca y verde.

Y yo, que entré en aquella tienda buscando el último disco de Paco Ibañez, me dejé atrapar por un grito hecho fotografía en la caratula y las tres palabras de una de las canciones: verde, blanca y verde.

Y su voz se unió a la de Paco Ibáñez y Paxti Andión y Víctor Jara y Meneses  y Quilapayun y tantos otros que convertían la poesía en armas para aislarnos de la agonía del régimen.

Hasta que una tarde Diamantino me preguntó si iba con él a Casariche. ¿A una Asamblea,?, le dije. “No, a escuchar cantar a Carlos Cano”. Y en la sacristía de aquella Iglesia, con don Miguel, el cura, de anfitrión escuché por vez primera a aquel poeta granaíno que nos hablaba de una Andalucía que sentíamos tan cercana. Me recuerdo emocionado y recuerdo la emoción que se reflejaba en su mirada cuando Diamantino y yo mismo le comentábamos que en Antequera nos habíamos reunido representantes de más de 80 pueblos andaluces para fundar el SOC. De aquella emoción surgieron unos versos incluidos en una de sus más hermosas canciones. “Los jornaleros se van”. “Mientras despertamos tos/y se rompen las caenas/más le valiera a mi voz/quitarte un poco de pena./ Lo mejor que puedo hacer/ después de lo de Antequera/entonar un pasodoble/con garbo y redoble/que se pueda bailar/ un pasodoble que diga/ Viva Andalucía que muerta no está.

Durante aquellos  tiempos nunca nos faltó la voz y la guitarra de Carlos. Ya fuera para el SOC o para crear una Asociación Juvenil.

En la Navidad de 1979 ante la negativa de todos los locales públicos y privados por albergar un concierto de apoyo a la Asociación “La Choza”, los jóvenes jareños conseguimos que nos dejaran un antiguo pajar. Durante días adecentamos el local. Finalmente a las 20,30, media hora antes de la actuación, el escenario, presidido por una “blanca y verde” estaba preparado. Sin embargo, Diamantino y yo fuimos a decirle que no podíamos asistir a su concierto.

– ¿Pero no os quedáis?- se extrañó

No podíamos. En un cortijo cercano estaban arrancando los olivos y el sindicato había decidido parar las máquinas. La oscuridad de aquella noche nos ayudaría, le explicamos

Cuando regresamos, el concierto ya había terminado pero aquella madrugada gozamos de sus canciones y de la historia de Almutamid  en la cocina de leña de la casa de mi tía donde se quedó a dormir.

Por la mañana, cuando fui a recogerlo para desayunar, me leyó los versos que acababa de escribir.

¿Adonde vá la luna/ por los trigales?/ A pedir que no arranquen más olivares…..

¿A dónde va la rosa /por los rosales?/ A decirle a la luna tengo un amante/Un amante en la sierra / de labios tiernos/ que es de la Jara madre/ y es jornalero.

-¿ Te gusta?- me dijo

– Claro- le contesté.

-Pues te la dedico.

Y aquella mañana recibí el regalo más hermoso de mi vida. Aquellos versos  se convirtieron en la canción “El día de San Román”.

Volvimos a vernos en alguna ocasión más. Yo emigrante en Cataluña a la que me había llevado una cardiopatía que me impedía trabajar en el campo; él, carlos cano, como uno de los andaluces más reconocidos .  Durante aquellos años siempre busque su voz para espantar la sombría soledad de la emigración.

De vuelta a Andalucía, ya jefe de prensa de IUCA,  lo vi por última vez para pedirle que suscribiera el Manifiesto de “Andalucía no se cierra” que nos congregó en su Granada a miles de andaluces.  Nuestra cita para tomar un té verde  quedó aplazada para siempre pero me queda el inmenso regalo de su recuerdo.

Antonio Sánchez Morillo

14 Comentarios

  1. Gracias Antonio por tu forma de contar las cosas, por regalarnos este relato tan poético y tan emotivo de la cruda realidad andaluza, de la lucha de los Jornaleros, de un artista universal como Carlos Cano y de un poeta como tu, de tu vida, dedicada a los demás. Lo he leído imaginando tu voz, como tu lees, como los poetas, y se me han puesto los pelos como escarpias. Un abrazo mu grande Primito.

  2. Gracias a todos por vuestras palabras y perdonad a mi sobrino pero debeís saber que la emigración nos hace muy emotivos y el confirma,trabajando como camarero en Mallorca, aquella frase de Diamantino de hace treinta años. «Cambiamos turistas ricos por temporeros pobres». El otro día estuve en el homenaje a Carlos que se le hizo en Universidad de Sevilla y, de nuevo, tuve la fortuna de asistir a una clase magistral de andalucismo del profesor Isidoro Moreno. Al final de su intervención vino a decir o al menos así lo entendí yo, que Carlos Cano, no es un recuerdo sino un referente de la Andalucía que soñamos, que queremos. No puedo estar más de acuerdo con el. Gracias a Diego de los Santos por emocionarnos, por recordarnos aquellos tiempos en los que Andalucía era un sueño pero tambien una posibilidad al alcance de nuestra lucha.

  3. Muchas gracias Antoñin, leyendote e recordado muchas anegdotas, como cuando nuestros padres tenian que marcharse y nosotros nos quedabamos en la casa de nuestros abuelos, tios u algun familiar que pudiera acogernos en sus casas, de cuantas ganas teniamos que llegaran para ver los regalos.En Navarra, en Mallorca, en Francia en la vendimia, en todos estos lugares se escrivió y se sique escriviendo por desgracia una gran parte de la historia de muchas de las gentes de nuestra Andalucia.
    Salud.

  4. GRACIAS ANTOÑIN POR DARNOS UN REGALO MAS DE TU EXPERIENCIA,DE TUS VIVENCIAS,,,,DE TU VIDA.
    GRACIAS OTRA VEZ,POR ASERNOS SENTIR ESE ESCALOFRIO CUANDO VOLVEMOS A LEER TUS LETRAS,POR MOSTRARNOS ESE LADO DE LA EMIGRACION ANDALUZA QUE YO NUNCA CONOCI Y QUE EN PERSONAS COMO TU….TODAVIA SIGUE VIVA….
    GRACIAS POR SER COMO ERES TIO ANTONIO.

  5. Juan José García

    Hoy que todo vuelve a ser tan difícil como en el tiempo que recuerdas, Antonio, con otro cartón pintado como escenario, pero con el mismo telón negro de la ocultación y la manipulación de nuestra cultura… hoy cuando más desusada se muestra la Verde, blanca y verde y más descolorida, es un soplo de aire fresco tu recuerdo de Carlos Cano, el andaluz más integro, más lúcido y consciente, más hondo y lleno de luz que he conocido. Su profunda voz antigua pero intemporal, me enseñó las claves para conocer y descubrir el cielo infinito y universal del nacionalismo andaluz. Por siempre Carlos Cano.

  6. Gracias por este hermoso relato lleno de dignidad y ternura. Un beso.

  7. Ángel del Río

    Un tema tan bello como «El día de San Román» tenía que nacer de una historia tan bella como la que cuentas. Un abrazo grande, Antonio.

  8. José Antonio Pino

    Creo que es el texto más hermoso y emotivo que te he leído, Antonio. Enhorabuena

  9. Una carta emotiva, desde la sensibilidad de quien experimenta lo que dice y defiende. Tal vez, como hijo de jornaleros y como emigrante ocasional, puedo proyectar imágenes de todo ese esfuerzo. Será que la emigración despierta el sentimiento de pertenencia a una tierra, todo ello, sin compartir el andalucismo profesional ni el nacionalismo que nada conoce más allá de sus fronteras. La tierra se puede tocar, pisar, oler, pero la patria es un invento. Por eso la poesía como sanación, como sombra de la memoria, como materia que combate el olvido.

  10. Maria Del Mar Santana Benitez

    Soy de la insula más cercana a marruecos. No cozco bien, por no decir practicamente nada la cultura, el esfuerzo de los hombres en el campo. Por lo tanto no voy adestacar algo que no conozco y de lo que se habla en el rtexo, (más que nada para no hacer el ridiculo. Me quedo con la historía del disco que no se pensaba comprar, con un hermoso regalo inesperado, con un buche deté (sorbo de té o café) y el recuerdo de alguien a quien se admira con aprecia por lo que hace y como lo hace…

  11. Rafa Rodríguez

    Andalucía no ha muerto pero está débil. Carlos Cano y todos los que han sentido o entendido que Andalucía existe y que nos une frente al Poder, la han regado de vida. Ahora es mas necesario que nunca que esa emoción que trasmites vuelva a reanimar la capacidad de resistencia infinita del Pueblo Andaluz.

  12. antonio luís girón

    Antoñito, me alegra saber de tí de esta manera tan bonita. Un abrazo

  13. José Santana Valls

    A Antonio Sánchez:
    Compartimos muchos la admiración que sientes por el legado musical y poético y de compromiso social y político de Carlos Cano.

  14. Antonio Manuel

    Gracias Antonio
    Por la emoción que has insertado en el corazón de tus palabras y que ahora llevo conmigo en el corazón de las mías
    Yo no conocí a Carlos Cano. Para mí, no es pasado: es presente. Y hace aún más grande todo lo que significa y todo lo que cuentas

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