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Los EE.UU., ¿primer productor de petróleo del mundo en 2017?

A.M.Turol.La producción americana de crudo superará la de Arabia Saudita el 2017, anunció la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe anual, hecho público el 12 de noviembre. Gracias al boom de los petróleos de esquisto, la industria americana de extracción de crudo está a punto de ser la primera del mundo. El resurgimiento de la producción de Estados Unidos, iniciada en 2007, permitirá al Tío Sam recuperar su trono de rey del petróleo, perdido a favor de Arabia Saudita después de que la producción americana empezó su declive en 1971. Siempre y cuando este resurgir perdure. La América del Norte (Estados Unidos y Canadá) volverá a ser exportador neto de crudo hacia el 2030, pronostica la AIE. Una evolución susceptible de redistribuir las cartas de la geopolítica mundial como jamás ha sucedido después de la caída del muro de Berlín. Según Faith Birol, economista jefe de la AIE, “los cimientos del sistema energético mundial están a punto de tambalearse”. El anuncio de la Agencia Internacional de la Energía seguramente dará mucho de qué hablar. En Francia, Dominique Seux, columnista en Echos, aprovecha la ocasión y la de su audiencia de más de 1.6 millones de espectadores en la franja matinal de France Inter para pedir al presidente Hollande que se “libere de los Verdes”, y autorice la explotación de gas y petróleos de esquisto en el Hexágono. Dominique Seux destaca que los Estados Unidos “se aproximan a la independencia energética”. La primera economía del mundo todavía tiene un trecho más de camino por recorrer. En 2011, los Estados Unidos extrajeron 7,8 millones de barriles de crudo por día (Mb/d), a los que hay que añadir 1 Mb/d de biocombustibles [referencia]. En total, la producción americana de petróleo (y de sus varios sustitutos y subproductos) ya llega a los 10.9 Mb/d, casi a la par de Rusia y Arabia Saudita. Sin embargo, cada día del 2011, los Estados Unidos han consumido 18.8 millones de barriles. La actual recuperación de la producción americana de petróleo no es ni mucho menos tan “espectacular”, expresión usada en el informe de la AIE. Se podrá prolongar la recuperación de la producción americana del oro negro? Milagro o espejismo? Las estimaciones de la AIE van en la línea de las del Departamento de Energía americano, quien prevé que el próximo año, la producción americana total de carburantes líquidos (incluyendo biocombustibles) llegará a 11,4 Mb/d, rozando la producción de crudo de Arabia Saudita (11.6 Mb/d previstos) Un primer inconveniente: las proyecciones de la AIE, como las mismas del Departamento de Energía americano incluye a la producción de petróleo la de los líquidos del gas natural (en inglés NGL, Natural Gas Liquids). Los NGL, esencialmente propano, no pueden, en la mayoría de las ocasiones, sustituir al petróleo. En particular, sólo un tercio de los NGL puede servir como combustible de motor. Si excluimos los NGL, la producción americana de petróleo crudo estrictamente apenas llega a 6.2 Mb/d, mientras que la de Arabia Saudita alcanza los 9.9 Mb/d. Según Chris Nelder, un experto independiente del sector petrolífero americano, decir que la producción americana pronto va a igualar la la producción saudita “quiere decir que un café americano contiene tanto café como un expresso”. La cuestión clave ahora mismo: ¿cuánto tiempo más proseguirá el actual boom de la producción de petróleos de esquisto en Estados Unidos? La producción de petróleo de esquisto se desarrolla hoy esencialmente en el Estado de Dakota del Norte, en la llamada formación geológica de Bakken. La fiebre desatada hacia Dakota del Norte, un estado frío y aislado junto a la frontera canadiense, ha llamado la atención de muchos periodistas. Curiosamente, pocos de sus compañeros han estudiado el caso del estado vecino a Dakota del Norte, sobre el que también se extiende la formación de Bakken, y donde la explotación de petróleo de esquisto empezó mucho antes: Montana. La producción de petróleos de esquisto en el Estado de Montana empezó a declinar a partir del 2006, después de alcanzar un pico ligeramente superior a los 100 000 barriles por día.

Este gráfico y el siguiente han sido publicados por Kate Mackenzie, del blog “Alphaville”, en Financial Times.

El declive de los petróleos de esquisto de Montana ha sido rápido. Sin embargo, desde 2006 el número de pozos no ha hecho más que crecer, subraya Bob Brackett, un analista del gabinete Bernstein Research y autor de un estudio sobre el potencial de desarrollo de la formación de Bakken. Bob Brackett ofrece una explicación al declive de Montana familiar para los lectores de este blog “oil man”, en una entrevista publicada en julio pasado:

“Las zonas donde se encuentran los recursos ofrecen emplazamientos para la perforación limitados y finitos. Los mejores emplazamientos son perforados en primer lugar, mientras que los menos rentables se dejan para más tarde. (…) La industria ha cogido promero los frutos más al alcance de la mano y ahora ya no tiene acceso a oportunidades de la misma calidad.”

El perfil típico de la curva de extracción de los pozos de petróleo de esquisto se caracteriza por un declive casi inmediato y extremadamente rápido de las extracciones:
La fractura de la roca permite sólamente liberar los hidrocarburos dentro de un perímetro restringido. Mantener una producción elevada implica entonces perforar constantemente nuevos pozos (como ya explicamos aquí). La producción de petróleo de esquisto requiere perforar de diez a cien pozos más que para el petróleo convencional, indica la dirección del grupo francés Total. Hacen falta unos seis años, como vemos en el gráfico anterior, para que los pozos de la formación de Bakken se encuentren prácticamente agotados, llamados entonces según el argot de la industria un “stripper”, o sea, un pozo muy poco productivo. Por ahora, en la formación de Bakken sólo hay unos 200 strippers entre sus pozos más recientes. En seis años, dice Brackett, deberían ser unos 4000, siendo la fracción mayoritaria de los pozos perforados después del boom del 2006. Los recursos accesibles en Dakota del Norte parecen claramente más importantes que los ya decadentes de la vecina Montana. Bob Brackett describe sin embargo la naturaleza de la trampa que puede encerrar el fervor por el renacimiento de la producción americana del oro negro:

“Todas las cosa buenas llegan a un fin. En el caso de Dakota del Norte este fin no será en los próximos años, pero tendrá sin duda el mismo fin” que en Montana.

La producción debería progresar aún en Dakota del Norte. Pero los costes de producción también, por lo que los resultados necesariamente serán más y más mediocres a largo plazo. La industria americana de extracción de petróleos de esquisto tiene que correr sobre un cinta rodante que rueda cada vez más rápido en dirección opuesta. ¡Que te quemas! (Y eso sin hablar del impacto sobre el clima) El departamento de Energía americano, considera, después de todo, una progresión relativamente modesta de la producción total de los yacimientos de roca compacta: menos de 1.5 Mb/d en el máximo, situado antes del 2030, contra los 0.6 Mb/d de hoy en día, según el escenario de referencia (pdf. 5.9 Mo). Nada que, por sí sólo, pueda cambiar radicalmente lo que sea de la dependencia energética americana.

Fuente: Energy Information Administration, 2012. “EUR”: Estimated Ultimate Recovery (máxima recuperación estimada). “TRR”: Technically Recoverable Ressources,  un concepto “altamente incierto” según los autores (cf. p. 56)

Los expertos de la Agencia Internacional de la Energía admiten que están lejos de tener una confianza absoluta en su propio pronóstico, lo que no ha evitado que la noticia haya sido la portada prácticamente de toda la prensa económica.
Faith Birol, el economista jefe de la AIE, se ha molestado en resaltar que la geología y el comportamiento de los depósitos de roca compacta de los Estados Unidos son todavía “poco conocidos” y que no parece seguro que las nuevas reservas sean accesibles en cantidad suficiente para mantener la producción en el futuro, informa el Financial Times.
Arabia Saudita puede seguir siendo el primer productor mundial de petróleo en 2020, admite Faith Birol en una entrevista telefónica. ¿Va a ser el petróleo de esquisto una promesa de convertir a los EE.UU. en una potencia petrolífera, de la misma forma que lo fue el petróleo de Alaska? Iniciada entre las dos crisis del petróleo de los años 70, la producción de Alaska debía permitir, según los impulsores de entonces, liberar a los Estados Unidos de las garras de la OPEP. Diez años después de su puesta en marcha, el crudo de Alaska empezó su declive: Último comentario (por ahora) de esta nueva entrega del World Energy Outlook de la AIE – cuya entrega previa confirmó que el pico del petróleo convencional – 80% de la producción mundial de crudo- fue el año 2006: El mismo gráfico en el que vemos que la producción futura de los Estados Unidos supera hipotéticamente a Arabia Saudita en 2017, la AIE constata que por lo que atañe a Rusia, actual segundo productor mundial, empieza un lento declive a partir del 2015:
Sin duda, ya tendremos la ocasión de volver a este tema…
Matthieu Auzanneau
Nota a los lectores de Oil Man: Las condiciones de alojamiento de este blog en el sitio web de Le Monde han sido modificadas (como ya comenté en un comentario al post anterior y por Twitter).
El blog en su conjunto continuará siendo accesible en las mismas condiciones.
Sin embargo, me resulta complicado alimentar «oil man» como lo hacía hasta ahora puesto que ya no se me paga por ello.
He tomado por tanto la decisión de instalar rápidamente una herramienta que permitirá a aquellos que lo deseen apoyarme financieramente, de modo que yo pueda asegurar una producción más regular y, espero, más frecuente.
Gracias por su comprensión. Aprovecho la ocasión para agradecer también una vez más la calidad y diversidad de sus comentarios.

Publicado en:http://crashoil.blogspot.com.es/

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