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No hay palabras

boca a oido

Concha Caballero.El País.12/05/2012.

He entrado en clase dispuesta a regañar a mis alumnos. Tenía preparado un pequeño discursito sobre el esfuerzo, el futuro, la importancia de ir cargando la mochila de titulaciones adicionales.

—¿Por qué no os habéis presentado a las pruebas del Trinity?

—Porque cuestan 90 euros— me contestaron secamente.

Las palabras que no se pronuncian no hacen ningún ruido, pero caen a un pozo negro, desarmadas, incoherentes. En este caso cayeron a mis pies, se enredaron en mis zapatos y me llevaron directamente a la realidad.

En este curso he aprendido a no preguntar dónde están los libros de las lecturas obligatorias. Ya sé que los 30 o 40 euros de su importe pueden desequilibrar algunos presupuestos familiares que cuentan los días en billetes de 10 o 15 euros. Me he limitado a colgar los textos en mi blog, incluso los más recientes que están sujetos a derechos. Espero que Luis Sepúlveda o los herederos de J. D. Salinger sepan comprenderlo.

El tradicional viaje de final de curso se ha suprimido en muchos casos y cuando se hace, entristece ver una docena de alumnos que no han ido por motivos económicos, aunque nadie dice nada, ni pierden la sonrisa, ni se quejan por los pasillos. Los que van a Selectividad preguntan por las tasas de inscripción, por detalles tan insignificantes como cuánto valen las pruebas de las asignaturas optativas. Los más previsores hacen cuentas de cuánto les supondrá el autobús diario hasta la facultad y los libros de texto de la carrera.

Hasta hace muy poco tiempo estaban ajenos a esta nueva matemática. Sus cuentas se reducían al tiempo de ocio, a la compra de un artículo electrónico o a la ropa de la temporada. Ahora aprenden a hacer sumas y restas con sus propias vidas, con sus expectativas y con su futuro. Hablan de becas, del aumento indecente de las tasas universitarias y de cómo obtener una matrícula gratuita.

Te interrogan sobre cuáles son las carreras con mayores salidas profesionales y no sabes qué decirles. Les explicas que es importante que, hagan lo que hagan, se impliquen a fondo; que intenten seguir sus gustos y sus inclinaciones al tiempo que les aconsejas que pongan un punto de realismo. Discursos contradictorios que acaban con la recomendación de que sigan estudiando, una tabla de salvación a la que intentas aferrarlos, porque a pesar de todo su futuro será mejor si consiguen cualificarse profesionalmente. Mientras acabas tu discurso, te acuerdas de todos los jóvenes que conoces que reparten infructuosamente sus impresionantes currículos por las empresas y que cuando trabajan lo hacen en unas condiciones tan leoninas que solo el posibilismo cruel de nuestro tiempo te ayuda a ahogar la indignación. Te vienen a la mente los rostros de los que han tomado la dolorosa decisión de marcharse muy lejos, lo que pone de manifiesto que no es la enseñanza la que falla, sino la empresa y la sociedad de nuestro país.

Esos jóvenes han ido esta semana a la huelga contra los recortes educativos pero esta vez no había el aire de fiesta de otras ocasiones. Es como si supieran que ahora la vida va en serio con ellos, que no están estudiando un capítulo aburrido de la historia de España sino que forman parte de la primera línea de una crisis que se escribe con su carne.

Ha habido gobiernos que se han confrontado con algún sector social pero no ha existido hasta ahora ningún gobierno que se confronte con todo el sistema educativo. La derecha mediática dice que los malos estudiantes agitan la educación y publican fotos carcelarias de algunos dirigentes estudiantiles. Utilizan los mismos argumentos que los ministros franquistas de los años sesenta contra las movilizaciones juveniles: cosas de malos estudiantes y de infiltrados marxistas. Pero resulta que son los buenos estudiantes los que más se movilizan porque son los que se interesan, leen la prensa y escuchan indignados las noticias; son ellos los que te preguntan cómo es posible que el Gobierno facilite 10.000 millones a Bankia mientras a ellos les siegan el porvenir. No hay palabras.

Un comentario

  1. ANDALUSÍ LIBERTARIO

    «(,,,) no están estudiando un capítulo aburrido de la historia de España sino que forman parte de la primera línea de una crisis que se escribe con su carne.»

    Exacto, Concha. Ahora tus alumnos comprenden que esa «historia de España» se escribe, se ha cincelado por generaciones sobre su piel. A latigazos sobre el lomo de sus antepasados que fueron condenados a galeras. A fustazos del señorito desde el caballo por la gañanías. A vergajazos del poder instituído para someterlos a través de los «programas educativos» de la metrópoli, de su tendenciosa visión de la historia; para que asuman su condición emigrantes o de alienados bueyes si se quedan aquí.

    No entienden porque alguno de los textos que deben leer son los mismos que un chaval norteamericano. Ellos no serán nunca guardianes entre el centeno, ni amantes en Pensilvania, les han condenado a la categoría de espectros de parias entre amargos olivares. No se identifican con viejos que leían novelas de amor entre los jíbaros. Les han reducido la cabeza para que aprendan que la Mezquita de Córdoba, la Alhambra o la Giralda no forman parte de su cultura o de su historia, salvo como tumores que sólo interesan a excéntricos turistas, una especie de circo de friquis que nada tiene que ver con sus condicionados gustos. Preferencias y conciencia moldeadas por docentes cortados, salvo heroícas excepciones, a la medida del nacionalcatolicista amo.

    Y ahora seguid condenando al ostracismo a nuestros antepasados moriscos, en castigo por su forma de pensar sospechosa o proscrita; seguid sepultando en el olvido el inmortal alma de Al-Andalus. No debe ser evocada en este maravilloso mundo de certitumbres perfectas que por doquier se desmorona. Mas donde «no hay palabras» o donde se ha impuesto la ‘omertá’, a unos pocos pasos de esas factorías de inculturación obligatoria, las piedras palpitan, la tierra habla, las ramas del acebuche, agitadas por el viento, se obstinan en recordar…

    Porque la luna jamás se detiene. Y vuelve para anunciar que lo humano jamás claudicará, haciendo florecer siempre victoriosa Al-Andalus.

    http://www.youtube.com/watch?v=BKjUq616gx4&feature=related

    http://www.youtube.com/watch?v=0DhXhXFiI6w&feature=relmfu

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