Portada / Andalucismo / Soberanía alimentaria, un derecho de los pueblos a la alimentación

Soberanía alimentaria, un derecho de los pueblos a la alimentación

Manuel Cala | Según el profesor Garcés, V. (2013)i, en el año uno de la era cristina la población humana en el planeta era de unos 200 millones de habitantes, en la actualidad somos 7052 millones (Tabla nº 1). Aunque para muchos expertos la tierra es capaz de alimentar entre 10000 y 15000 millones de personas, en el año 2009 se superó la barrera de los 1000 millones de hambrientos; si bien, debido a los cambios introducidos en la metodología utilizada, para la FAO son 870 millones quienes pasan hambre. 

En las últimas décadas han sido muchas las personas que han emigrado del campo a la ciudad (Tabla nº 2). Según el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA)ii, por primera vez en el año 2009 alrededor de la mitad de la población del planeta vivía en centros urbanos. De seguir esa proyección, se estima que podría alcanzarse los 5000 millones en el año 2030. La escala y la velocidad de cambio actual no tienen precedentes. En América de Norte y en Europa, la primera ola urbanizadora abarcó más de dos siglos (1750-1950). En relación con las regiones menos desarrolladas, en la segunda ola de urbanización (1950-2030), se cree que su población urbana aumentará desde los 309 millones hasta los 3900 millones; es decir, que porcentualmente pasará del 18% al 56%.

 

Hasta no hace mucho tiempo, los asentamientos rurales del planeta eran el epicentro de la pobreza; sin embargo, hoy está aumentado más rápidamente en las zonas urbanas que en las rurales. Una de cada tres personas del planeta que habita en núcleos urbanos vive en chabolas, encontrándose más del 90% de ellas en los países en desarrollo. El 37% del total del chabolismo mundial se encuentra en China e India conjuntamente. En África subsahariana un 72% de su población urbana vive en viviendas de escasas proporciones y pobre construcción.

La brecha del desarrollo humano entre países ricos y pobres es creciente y las desigualdades en el mundo cada vez son más profundas. Para el PNUDiii, alrededor del 40% de la población terrestre viven con menos de dos dólares al día, y obtienen solo el 5% del ingreso mundial. Mientras que unos 1400 millones de personas viven con poco más de 1 dólar por día, el 10% más rico consigue el 54% de la riqueza del total planetario. El ingreso mundial de los 500 individuos más ricos de la tierra es superior al de los 416 millones más pobres. La mayoría de los países pobres no consiguen reducir la pobreza y se han atrasado respecto a los más ricos. En los últimos 15 años la brecha entre ambos se ha incrementado. Según Amnistía Internacional (2007)iv, si en la década de los noventa la renta de una persona rica era treinta veces superior a la de un pobre (30 a 1), en la actualmente esa cifra es de ciento treinta a uno (130 a 1). De otra parte, el Informe de Derechos Humanos del PNUD (2010)v afirma que algunos países han sufrido graves retrocesos, particularmente en salud, y en ocasiones se ha anulado en pocos años lo conseguido en varias décadas. El crecimiento económico ha sido extremadamente desigual, tanto entre países como en el interior de los mismos.

Un informe realizado recientemente por OXFAM (2013)vi: Denuncia el “acaparamientos de tierra” que están haciendo las diez mayores multinacionales de alimentación; Crítica las actuaciones de estas compañías en los países empobrecidos avisando de los abusos económicos y laborales, así como de las prácticas ambientalmente dañinas que están llevando a cabo; Defiende a millones de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas que producen alimentos para todo el mundo, pero que no tienen comida para alimentarse ellos mismos; Detalla que un 80% de la población con hambre crónica está formada por agricultores; pero, a pesar de ello, un tercio de los alimentos se desperdicia; Pretende que los compradores conozcan las prácticas de las empresas y que apuesten por los productos más responsables, ya que apenas tienen políticas concebidas para abordar las repercusiones que sus actividades tienen sobre productores y comunidades; Utiliza, para la comparativa del estudio, siete parámetros: trato a los pequeños agricultores, a las mujeres, respecto al cambio climático, su transparencia, respeto del derecho al agua, acaparamientos de tierra; Concluye que existen pruebas de que los clientes quieren empresas ambientalmente responsables y están dispuestos a pagar más por productos elaborados en condiciones beneficiosas para los pequeños agricultores y el medio ambiente; Anima a los consumidores a que se involucren, exijan transparencia y presionen a las empresas para que mejoren sus prácticas.

La pobreza y el hambre en el medio rural empiezan a desplazarse al medio urbano. Tres de cada cuatro pobres y hambrientos del planeta viven en el medio rural, encontrándose entre ellos una gran masa de campesinos mal dotados en medios de producción y/o en suelo. La mayoría del 25% restante fueron campesinos condenados al éxodo rural que huyeron de la pobreza y del hambre. No obstante, cada vez con más intensidad, los flujos migratorios y el crecimiento demográfico actual están desplazando el hambre y la pobreza desde las zonas rurales a las urbanas.

Según el reseñado profesor Garcés, ante esta relación sinóptica de situaciones, surge toda una serie de propuestas de la sociedad civil, basadas en la soberanía alimentaria”, algunas de las cuales se ofrecen a continuación muy resumidas, mediante una relación temporal de los foros mundiales celebrados a lo largo de este siglo:

Foro Mundial para la Soberanía Alimentaria (FMSA)vii, celebrado en La Habana (Cuba) en septiembre de 2001, fijó con claridad, exactitud y precisión el concepto de “Soberanía Alimentaria” como: “el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, garantizando y respetando: el derecho a la alimentación para toda la población, en base en la pequeña y media producción, sus propias culturas, la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción y comercialización agropecuaria, la diversidad de gestión de los espacios rurales, en los que la mujer ejerce un papel fundamental. La soberanía alimentaria debe asentarse en sistemas diversificados de producción basados en tecnologías ecológicamente sustentables”.

En relación con los efectos: Reconoció una agricultura con labradores, indígenas y comunidades pesqueras, vinculada al territorio, prioritariamente orientada a la satisfacción de las necesidades de los mercados locales y nacionales, que considera central al ser humano, que preserva, valora y fomenta la multifuncionalidad de los modos campesinos e indígenas de producción y gestión del territorio rural; Apreció las ventajas económicas, sociales, ambientales y culturales de la agricultura en pequeña escala; Consideró los recursos genéticos como patrimonio de toda la humanidad; Se opuso a la biopiratería y las patentes sobre los seres vivos, incluyendo el desarrollo de las variedades estériles por medio de procesos de ingeniería genética.

Foro Mundial sobre la Reforma Agraria (FMRA)viii, celebrado en diciembre 2004 en Valencia (España), constató que la cuestión de la Reforma Agraria había perdido actualidad durante las dos últimas décadas y que se habían revertido avances importantes obtenidos con mucha dificultad durante el siglo pasado. Señaló que la liberalización mundial del sector agrícola perjudica fuertemente a las capas de población de menores ingresos en el mundo rural. Algunas de las conclusiones y propuestas fueron: El acceso, gestión y conservación de los recursos naturales son derechos inalienables de los pueblos; La soberanía alimentaria se configura como un paradigma alternativo al de las políticas impulsadas por la globalización neoliberal; No puede haber reforma agraria sin soberanía alimentaria, pero tampoco puede haber soberanía alimentaria sin reforma agraria. No hay un único modelo de reforma agraria; Es necesario crear mercados locales que acercan los productores a los consumidores.

Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR)ix, celebrado en marzo de 2006 en Porto Alegre (Brasil), básicamente, puso de manifiesto:

– La inseguridad alimentaría, el hambre y la pobreza rural suelen ser el resultado del desequilibrio que caracteriza el actual proceso de desarrollo, el cual impide un acceso más amplio a la tierra, al agua y al resto de recursos naturales así como de otros bienes, de manera sostenible.

– El acceso más amplio, seguro y sostenible a la tierra, agua y resto de recursos naturales son fundamentales para la erradicación del hambre y de la pobreza, contribuye al desarrollo sostenible y debería ser parte integral de las políticas nacionales.

– La necesidad de políticas y programas de desarrollo rural que garanticen una mejor preparación para incrementar las capacidades y responder en modo efectivo tanto a los desastres naturales como a los causados por el hombre.

– La importancia de la agricultura tradicional y familiar y otros sistemas de producción en pequeña escala.

– El gran papel que juegan las comunidades rurales tradicionales y los grupos indígenas en el fomento de la seguridad alimentaría y en la erradicación de la pobreza.

– La revisión de las políticas y prácticas para ampliar el acceso a la tierra, el agua y el resto de recursos naturales así como el suministro de servicios rurales.

– La consecución del completo respeto de los derechos y aspiraciones de la población rural, mujeres y grupos vulnerables, incluyendo comunidades rurales tradicionales e indígenas y aquellas dedicadas a actividades forestales y a la pesca.

– Que las políticas de desarrollo rural y de reforma agraria deben: Centrarse en los pobres y sus organizaciones, siendo respetuosas de la equidad de género, en el contexto de un desarrollo económico, social y ecológicamente sustentable; Contribuir a la seguridad alimentaría y la erradicación de la pobreza; Fortalecer los mercados locales y nacionales.

Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria (FMSANS)x, celebrado en Nyéléni-Sélingué (Mali) en febrero de 2007, aportó que la soberanía alimentaria, además de una propuesta política, es: Autosuficiencia alimentaria hasta el punto deseado y posible; El manejo del uso, los derechos y el control sobre los recursos naturales, sin restricciones derivadas de los derechos de propiedad intelectual y sin OGMs; La base de la producción y la cosecha ecológicamente sustentable, apoyada principalmente en la producción agroecológica y la pesquería artesana.

Algunas de las respuestas que surgieron a ¿Para que luchamos? fueron, para:

– Que todos los pueblos, naciones y estados puedan decidir sus propios sistemas alimentarios y las políticas que proporcionen a todos alimentos de calidad, adecuados, asequibles, nutritivos y culturalmente apropiados.

– Reconocer y respetar los derechos y el papel de las mujeres en la producción de alimentos y su representación en todos los órganos de toma de decisiones.

– Considerar la soberanía alimentaria como un derecho humano básico, reconocido y respetado por las comunidades, los pueblos, los estados y las instituciones internacionales.

– Conservar y rehabilitar los entornos rurales, las zonas pesqueras, los paisajes y los alimentos tradicionales, basándose en una gestión sostenible de la tierra, del suelo, el agua, las semillas, el ganado y la biodiversidad.

– Valorar, reconocer y respetar la diversidad del conocimiento, alimentación, lenguas y culturas tradicionales.

Otras respuestas a la pregunta ¿Contra qué luchamos? fueron, contra:

– Todo sistema que empobrezca la vida, los recursos y los ecosistemas.

– El dumping de alimentos a precios por debajo de su coste de producción en la economía global.

– El control de alimentos y de sistemas agrícolas por compañías que anteponen las ganancias a las personas, la salud y el medioambiente.

– Las tecnologías y prácticas que erosionan la capacidad de producción alimentaria ahora y en el futuro, dañan el entorno y pongan en peligro la salud de las personas.

– Los cultivos y animales transgénicos, la tecnología Terminator, la acuicultura industrial y las prácticas pesqueras destructivas, la denominada “Revolución Blanca” de las prácticas industriales en el sector lácteo, las llamadas “Nueva y Vieja Revoluciones Verdes”, y los “Desiertos Verdes” de los monocultivos de agro-combustibles industriales y otras plantaciones.

– Los modelos de desarrollo que desplazan a los pueblos, que destruyen el medioambiente y la herencia natural.

– La privatización y la mercantilización de los alimentos, servicios públicos básicos, conocimientos, tierras, aguas, semillas, y el patrimonio natural.

– La ayuda alimentaria que encubre el dumping, introduce OGMs en los entornos locales y los sistemas alimentarios y crea nuevos patrones de colonialismo.

Foro Social Mundial de Dakar (FSMD)xi, o Llamamiento de Dakar contra el Acaparamiento de Tierrasxii, se celebró en febrero de 2011. En esta ciudad de Senegal, los movimientos sociales y organizaciones, además de instar al Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) a que incluya los compromisos de la CIRADR en su Marco Global de Acción, lanzaron un llamamiento colectivo a los gobiernos nacionales, a las organizaciones regionales de Estados, a la FAO y a otras instituciones internacionales, a: Terminar con todos los acaparamientos masivos de tierras; Poner en práctica los compromisos asumidos en la reseñada CIRADR de 2006; Reafirmar la supremacía de los derechos humanos sobre los regímenes legales comerciales, financieros y de inversiones internacionales que han hecho posible la especulación con los bienes naturales y los productos agrícolas.

Foro por la Soberanía Alimentaria en Europa (FSAE)xiii, celebrado en agosto de 2011, en Krems (Austria), sirvió para avanzar en la construcción del movimiento europeo por la soberanía alimentaria sobre los cimientos del Foro de Malí de 2007. Del sistema alimentario europeo se dijo que: Se está reduciendo a un modelo de agricultura industrializada controlado por unas pocas empresas transnacionales de la alimentación, mas un pequeño grupo de grandes superficies de distribución; Ha provocado una masiva desaparición de explotaciones agrarias y de agricultores; Se basa en una dieta alimentaria dañina para la salud y con escasa presencia de frutas, vegetales y cereales; Es dependiente de las energías fósiles finitas; No reconoce la limitación de los recursos como el agua y la tierra; Es responsable de drásticas pérdidas en la biodiversidad y fertilidad de la tierra; Contribuye al cambio climático; Conlleva un empeoramiento en las condiciones laborales de agricultores y trabajadores.

Entre otros aspectos, se apostó por: Cambiar la forma de producir, consumir y distribuir los alimentos; Mejorar las condiciones sociales y el trabajo en el sistema agrario alimentario; Reclamar el derecho a los bienes comunes; Cambiar las políticas públicas de gobernanza del sistema agrario y alimentario; Modificar la soberanía alimentaria en Europa hacia una PAC diferente, la eliminación de la Directiva Europea sobre agrocombustibles y una gobernanza global del comercio agrario internacional localizada en la FAO y no en la OMC.

Directrices FAOxiv, el 9 de marzo de 2012, el CSA adoptó en Roma directrices relativas a la tenencia de la tierra, las pesquerías y los bosques, contenedoras de instrumentos que pueden contribuir al fortalecimiento de las organizaciones sociales para asegurar el uso y cuidado de los Recursos y Bienes Naturales, entre otros para: Promocionar la igualdad de derechos para las mujeres en la obtención de títulos de propiedad, así como la creación de sistemas transparentes de registro que sean accesibles a la población rural pobre o la forma de reconocer y proteger los derechos consuetudinarios, tradicionales, a la tierra, bosques y pesca; Promulgar leyes y establecer políticas relacionadas con los derechos de acceso y propiedad de las tierras, pesca y recursos forestales; Cuestiones de dignidad y de vida o muerte para millones de comunidades de agricultura campesina, pastores, pueblos indígenas y pescadores; Disminuir el sufrimiento masivo y los conflictos violentos en muchas regiones del mundo, influidos por la ocupación de territorios, desplazamiento de personas y comunidades, así como destrucción y confiscación de sus parcelas.

Marco Estratégico Mundial para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (GSF)xv, el 17 de octubre de 2012, el CSA adoptó la primera versión de este marco, participando intensamente el movimiento campesino internacional en su elaboración. Primera referencia mundial para la coordinación y coherencia en la toma de decisiones sobre temas de alimentación y agricultura. Basado en el enfoque de derechos humanos y de las mujeres, así como en el reconocimiento del papel central de los pequeños agricultores, campesinos y campesinas en la seguridad alimentaria y nutricional. Para Vía Campesinaxvi: “de ahora en adelante, alimentación y agricultura van a empezar a incluir como punto de referencia el derecho a la alimentación y no las normas comerciales”. El GSF reconoce: que los contratos oficiales y la garantía de un salario mínimo para los trabajadores rurales son clave para la seguridad alimentaria y la nutrición, el potencial del enfoque agroecológico, el firme compromiso de los estados con la aplicación de directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia tierra, pesca y bosques, inclusive a través de la reforma agraria. La Revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturasxvii es una publicación trimestral de información, debate y reflexión sobre temáticas rurales bajo una óptica política de soberanía alimentaria.

Manuel Cala Rodríguez, Febrero de 2013

Referencias:

GARCÉS, V., disponible en: I Edición Curso de Agroecología Soberanía Alimentaria y Cooperación Internacional en GRANADA y es.wikipedia.org/wiki/Vicent_Garcés

UNFPA, Fondo de Población de Naciones Unidas, disponible en: http://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=http://www.unfpa.org/&prev=/search%3Fq%3DFondo%2Bde%2Bpoblaci%25C3%25B3n%2Bde%2Bnacionaes%2Bunidas%26hl%3Des%26tbo%3Dd%26biw%3D1024%26bih%3D567&sa=X&ei=_JEPUezoGIeDhQfSooCgBQ&ved=0CDcQ7gEwAQ

PNUD, disponible en: http://www.undp.org/content/undp/es/home.html y http://hdr.undp.org/en/media/HDR05_sp_complete.pdf

AMNISTÍA INTERNACIONAL, disponible en: http://thereport.amnesty.org/es

y http://www.catedradh.unesco.unam.mx/SeminarioCETis/

Documentos/Doc_basicos/5_biblioteca_virtual/9_informes/Otros/51.pdf-

PNUD, Informe de Derechos Humanos 2010, disponible en: http://www.undp.org.ar/nov261.html

OXFAM (2013), disponible en: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/25/actualidad/1361825059_554485.html

FMSA, disponible en: http://www.alliance21.org/2003/article.php3?id_article=2523

 – FNRA, disponible en: http://www.babels.org/IMG/pdf/convocatoriaFMRA.pdf

 – CIRADR,disponible en:http://www.fao.org/sd/dim_in1/in1_060701_es.htm

FMSANS, disponible en: http://www.nyeleni.org/?lang=es

FSMD, Llamamiento de Dakar, disponible en: http://www.ecologistasenaccion.org/article19893.html

ACAPARAMIENTO DE TIERRAS, disponible en: http://www.grain.org/es

FSAE, disponible en: www.nyelenieurope.net/index.php/en/download/…/20-espanol

DIRECTRICES FAO, disponible en: http://landportal.info/topic/voluntary-guidelineshttp://www.fao.org/fileadmin/user_upload/nr/land_tenure/pdf/

VG_SP_March_2012_final.pdf

GSF, disponible en: http://www.fao.org/bodies/cfs/es/

VIA CAMPESINA, disponible en: http://www.viacampesina.org/es/

SOBERANÍA ALIMENTARIA, disponible en: http://revistasoberaniaalimentaria.wordpress.com/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *