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Así cuidaba Cajasur de su dinero

pasion_humildad_reL. Lucio / M. Planelles.El País. 29/11/2010

Si usted ha sido o es cliente de Cajasur (ahora BBK Bank) sepa que desde septiembre de 2004, fecha en la que el Banco de España tuvo un súbito «cambio total en la percepción supervisora de Cajasur», han cuidado muy poco o nada de su dinero. El pliego de cargos de 59 folios que está entregando a 40 ex consejeros y ex directivos -a los que acusa en conjunto de tres faltas muy graves y una grave con sanciones de hasta 150.000 euros y 10 años de inhabilitación para sentarse en un sillón de una entidad financiera-, describe una pavorosa forma de actuación caracterizada por «operaciones con marcado tinte especulativo y de elevados importes en el sector inmobiliario», falta de control interno y un «aumento del riesgo de liquidez». Sepa también que las deficiencias tecnológicas de la entidad «obligaban» al La entidad autorizó créditos a empresas con «insuficiente» y «nula» solvencia
Desde que en septiembre de 2004, el supervisor somete a vigilancia permanente a la entidad, los gestores de Cajasur, gobernado por el católico Cabildo Catedralicio de Córdoba, desoyen los cuatro requerimientos enviados por el Banco de España para poner orden y que los propios manuales de propósito de enmienda que aprueba la entidad son incumplidos de manera reiterada. El pliego de cargos describe de manera detallada hasta 18 operaciones irregulares desde 2004, aunque el propio Banco de España dice que esta situación viene desde 2002. El gobernador entonces era Jaime Caruana (2000-2006), nombrado por el PP. Cajasur pasó a la tutela del Ministerio de Economía dirigido por Rodrigo Rato en diciembre de 2002. En diciembre de 2004, tras el triunfo electoral meses antes del PSOE, volvió al control de la Junta.

En las 18 operaciones irregulares se citan a 38 empresas, 36 de ellas relacionadas con el sector del ladrillo. Estas son algunas de las anomalías.

– Falta de control interno. «Lo verdaderamente preocupante» para el Banco de España no fue detectar la arriesgada política crediticia de Cajasur, sino «las deficiencias cualitativas de control interno y de gestión». El supervisor da cuenta de varios casos como la aprobación (el 16 de enero de 2004) de hasta 10 operaciones de financiación por la vía de urgencia con varias inmobiliarias. El 12 de julio de 2005, la comisión ejecutiva de Cajasur aprobó también por urgencia operaciones otorgadas a Gedeco Sur, S. A. por 14 millones de euros y de siete millones a Producción e Inversión Urbana, S. L. «a pesar de que el consejo de administración había acordado suspender la aprobación de operaciones por ese conducto».

– Concesión de créditos a empresas sin solvencia. El pliego pone algunos «ejemplos» de esta práctica. Así, empresas como Arenal 2001, S. L., Andria Inversiones Inmobiliarias y Sermansur S. A. tenían «una insuficiente solvencia en relación con la elevada financiación obtenida de la caja». Y en el caso de Sermansur S. A., de «nula solvencia». Dice el supervisor que «lo informes de tasación ofrecían unos valores de mercado basados en expectativas urbanísticas que nada tenían que ver con el valor hipotecario».

– Oídos sordos al Departamento de Seguimiento de Riesgos.

Esta área tenía la misión de clasificar esos riesgos. Emitió informes el 12 de abril de 2005 proponiendo la reclasificación a subestándar (el penúltimo escalón antes de considerarse como fallido) de todos los riesgos de la caja concedidos a Norapex S. A. Lo mismo propuso el 10 de mayo de 2005 para Gestión de Suelos Aljibejo, S. L. No se le hizo caso.

– La caja asumía el 100% de riesgo. El supervisor detalla algunas operaciones «financiadas por la caja sin sujeción a límite formal alguno». Entre ellas destaca la compra de terrenos en Guillena por Servicios Inmobiliarios Tremon, S. L. y

Atlantis Servicios Inmobiliarios S. L. vendidos luego a Construcciones y Obras Tremsur S. A.

– Plazos de amortización ampliados. Da cuenta el Banco de España de que Cajasur incumplía sus propias normas de plazo máximo de amortización de cuatro años. Cita los casos de la compra de terrenos por Chalets, Piscinas y Complementos S. L. y por Sermansur S. A. Los vencimientos se alargaban hasta 20 años.

– Operaciones de dudoso encaje con los intereses de Cajasur. Cita la adquisición en 2006 del paquete accionarial de una inmobiliaria que compartía con el grupo Rafael Gómez. La operación «no se apoyó en estudios económicos que demostraran la idoneidad de la compra, las ventas frente a otras alternativas o la rentabilidad mínima que la caja debía preservar».

– Deficiente información del consejo de administración.

El órgano de gobierno adoptó «decisiones inversoras sin recabar información trascendental para conocer las consecuencias perjudiciales que las mismas implicaban para la entidad». Entre algunos casos citados figura la renovación al Grupo Prasa de un préstamo hipotecario por 48,4 millones en el que los informes del perito y del analista «que habrían de fundar esta decisión inversora del Consejo de Administración eran de idéntica fecha (26 de septiembre de 2005) que la sesión del consejo en la que se acordó (a tan solo cuatro días de su vencimiento) la renovación del préstamo».

Otra operación de la que ni el consejo del grupo de empresas de la entidad ni el de Cajasur «habían sido adecuadamente informados» es la ocurrida el 27 de septiembre de 2006. La empresa Sermansur S. A. (coparticipada al 50% por Cajasur y por Gestiones y Servicios Inmobiliarios en Andalucía S. L., del grupo González Iglesias) compra dos fincas en Dos Hermanas por 4,8 millones. El vendedor es Gestiones y Servicios que la había adquirido ese mismo día a Palmari S. L. del grupo González Iglesias, que a su vez la había comprado el mismo día por 2,2 millones.

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