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Más de 5.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año. Ésta es la cantidad de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se han dejado de emitir en Sevilla gracias a las nuevas políticas de movilidad. Así lo puso de manifiesto el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Francisco Fernández, en una conferencia ofrecida en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama), que se celebró la semana pasada en Madrid.

Los beneficios de la peatonalización

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Carmen Gavira Guerra.Diario de Sevilla.29.11.2010

  Más de 5.000 toneladas de gases de efecto invernadero al año. Ésta es la cantidad de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se han dejado de emitir en Sevilla gracias a las nuevas políticas de movilidad. Así lo puso de manifiesto el delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Francisco Fernández, en una conferencia ofrecida en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama), que se celebró la semana pasada en Madrid.

«En los últimos ocho años, Sevilla ha vivido una de las mayores transformaciones, incluso mayor de la que sufrió en 1992 con la Exposición Universal». Así comenzó su ponencia Sevilla, conservando el pasado, construyendo el futuro. El edil de Movilidad destacó los beneficios medioambientales de las recientes peatonalizaciones de avenidas y calles como San Jacinto, Asunción, Alameda, Alfalfa, Encarnación, calle San Fernando, Puerta de Jerez y Avenida de la Constitución. Mejoras que sobre todo proceden de la reducción de gases contaminantes a la atmósfera. Además de mejoras medioambientales, el concejal mencionó los beneficios para la salud de los ciudadanos por el descenso de aire contaminado.

Más de 5.000 toneladas de dióxido de carbono al año se han dejado de emitir por las peatonalizaciones. Por la Avenida de la Constitución transitaban diariamente 21.000 vehículos, que vertían a la atmósfera 580 toneladas de gases de efecto invernadero, según los datos aportados por el Ayuntamiento. Emisiones que perjudicaban edificios de valor como la Catedral, y que se han dejado de emitir al convertirse en zona peatonal. «Es una gran decisión desde el punto de vista medioambiental«, dijo Fernández.

La calle San Fernando, con edificios singulares como la antigua Fábrica de Tabacos, sede de la Universidad de Sevilla, soportaba el tránsito de 27.766 vehículos al día. Desde que se prohibió la circulación a los coches en este lugar se han dejado de emitir 415 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Por la Puerta de Jerez circulaban 35.000 coches al día. «En su momento era el punto de mayor intensidad de tráfico de la ciudad. Hoy día el conjunto continúa transformándose para acaparar en un gran recinto monumental de más de 20.000 metros cuadrados la gran plaza de Sevilla que asoma al río», aclaró Fernández en su intervención en el Congreso de Medio Ambiente. «Ahora lo verde de la fuente de la Puerta de Jerez ha crecido y es un espacio para la convivencia«, señaló.

En el caso de la Alameda, se ha reducido en un 41% la emisión de gases contaminantes, ya que se ha pasado de 122 a 72 toneladas de dióxido de carbono al año.

La suma continúa. Más de 8.922 coches circulaban diariamente por la calle Asunción, emitiendo 160 toneladas de gases de efecto invernadero al año. En esta vía «la calidad de espacio de convivencia, medioambiental y comercial ha marcado la diferencia», añadió el concejal.

Lo mismo ha ocurrido en la calle San Jacinto, pero con emisiones muy superiores a las registradas en la calle comercial de Los Remedios. Hasta diciembre de 2009, San Jacinto soportaba un tráfico de paso de 15.000 vehículos diarios, que «entraban en colisión con el fuerte carácter comercial de la calle». El pasado 30 de octubre el tramo peatonal de esta vía se abrió al público. Esta actuación ha evitado la emisión de más de 220 toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, y «ha recuperado un espacio de alto valor patrimonial y ambiental para los vecinos del barrio», manifestó el delegado de Movilidad. Este tramo, además, estaba catalogado como uno de los más ruidosos de Sevilla por los técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla, según el Consistorio, una contaminación acústica que afectaba a la convivencia ciudadana. Los niveles de ruido superaban los permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda un máximo de 55 decibelios, mientras San Jacinto superaba los 75 decibelios.

Estos beneficios también se han empezado a notar en el centro de la ciudad con el nuevo plan que restringe el tráfico. El primer mes de prueba bajó un 9% el número de coches que diariamente circulaban por el casco histórico. Esto quiere decir que se han dejado de emitir 20 toneladas de dióxido de carbono

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