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La arqueología cognitiva

Donald

 

 
El aspecto más esquivo para el conocimiento humano de la consciencia es su inherente perspectiva de primera persona.  El sujeto únicamente puede afirmar su propia consciencia (soy consciente luego existo),  y no parece haber forma de indagar directamente en la consciencia ajena. Las formas de llegar a ella son siempre indirectas.

Primero elaboramos una teoría de la mente que presupone pensamientos, sentimientos y todo tipo de experiencias sujetas a un sujeto, ancladas en una mente dotada de un ego agente y paciente. Quienes nos rodean no son zombies, tienen intenciones, su acción está encaminada a un fin. El primitivo animismo consideraba teleológico e intencional todo movimiento o fuerza en la naturaleza. Los ríos y los huracanes, las montañas y, por supuesto los animados animales, tenían para el animista una mente y una correspondiente consciencia. Partía, el animismo, de la vía indirecta de conocimiento de la mente ajena proporcionada por el lenguaje y la interacción social, para proyectarse en toda la naturaleza.

Con el desarrollo de la ciencia y la profundización en el conocimiento de la naturaleza y su historia, en particular en lo que se refiere a nuestros cuerpos dotados de mente, hemos comenzado a explorar otra vía indirecta de aproximación a la consciencia ajena, que pasa a través de la anatomía y fisiología subyacentes al fenómeno consciente. La consciencia nace en el cerebro, y en él hay que buscar su sustrato. Por otro lado indagamos en las huellas dejadas por la evolución en dicho órgano y en los comportamientos que genera. Y para conocer los pasos dados por nuestra especie en su historia natural desde formas de consciencia más elementales hasta nuestra actual mente consciente presidida por una persona, por un personaje en el teatro social humano y en el drama cósmico, tenemos que analizar detenidamente los restos dejados por nuestros ancestros. La paleoantropología analiza los restos óseos –ya que los cerebros no fosilizan- y la arqueología los útiles, herramientas, construcciones y creaciones asociados a dichos huesos en los yacimientos, o cuya forma sugiera manufactura humana.

Dentro de la arqueología ha surgido una nueva disciplina científica que estudia dichos artefactos desde una perspectiva psicológica. Se trata de averiguar qué clase de mente pudo elaborarlos. Dicha disciplina ha sido bautizada como Arqueología Cognitiva, y tuvo el germen de su concepción en la obra del psicólogo Merlin Donald, El Origen de la Mente Moderna. En esta obra Donald propone, a partir de los diversos artefactos de manufactura humana proporcionados por el registro arqueológico, una sucesión de estadios que van de una consciencia episódica, parecida a la que podrían poseer nuestros cercanos parientes primates, asociada indisolublemente a los momentos presentes, a una teórica, facilitada por el desarrollo de la cultura y sus soportes externos para el lenguaje y la información. Entre medias pasamos por un estadio mimético, en el que nuestra consciencia se expandió gracias a un protolenguaje gestual y teatral, y otro estadio mítico en el que la expansión vino de la mano del simbolismo lingüístico, su creciente sintaxis y las posibilidades abiertas por la arbitrariedad del signo, la metáfora y la elaboración de relatos.  Precisamente en ese estadio mítico cabe suponer que nos volviéramos animistas, atribuyendo a todo lo que nos rodeaba nuestras propias y recién adquiridas cualidades cognitivas.
 

El Profesor Donald ha tenido la amabilidad de respondernos unas preguntas, puestas en un correcto inglés por José Miguel Guardia. Las respuestas han sido traducidas al castellano por Marzo
1.-El neurólogo Vilayanur Ramachandran ha sugerido que la capacidad humana de abstracción, metáfora y lenguaje podría ser resultado de nuevas interconexiones entre áreas cerebrales, similares a las propuestas para explicar la sinestesia, en regiones de confluencia como la circunvolución angular (eche un vistazo a su artículo).  ¿Encajaría esto con sus propias ideas sobre el origen de la mente mítica y (sólo en el mecanismo) con las de Steven Mithen sobre la fluidez cognitiva? 

Esta es una teoría de “propagación de la excitación”: si se excita o sobreestimula una región del cerebro, la excitación puede propagarse geográficamente a áreas adyacentes.  Tiene cierto valor, pero sólo como una explicación grosera, aproximada, de fenómenos simples.  Se da a menudo una explicación de la misma clase de un síndrome que he padecido siempre: estornudar a la luz del sol.  Si he estado en un edificio oscuro (como una iglesia) y salgo repentinamente a la brillante luz del día, a menudo estornudo violentamente (en general exactamente tres veces).  Una explicación de esto es que el “centro del estornudo” del tronco cerebral está situado muy cerca del área que controla la contracción de la pupila a la luz brillante.  Un repentino influjo de luz brillante creará en éste un mini-ataque epiléptico, y en algunas personas la sobreexcitación se derramará al centro del estornudo, que está próximo.  Así que uno estornuda.

Esto es interesante, pero nada tan simple puede explicar adaptaciones complejas como la mímesis y el lenguaje.  El cerebro humano, sin duda, ha desarrollado una enorme interconectividad, y es concebible que esto pudiera explicar algo acerca de nuestras notables capacidades mentales.  Sin embargo, esta clase de teorías no debería llevarse demasiado lejos.  Nuevas interconexiones, por sí mismas, podrían embarullar nuestras mentes con tanta facilidad como proporcionarnos nuevas capacidades.  Hay que tener en cuenta muchos otros factores.

2.-Steven Mithen ha sugerido en su libro Los neandertales cantores que nuestro lenguaje podría haber tenido un predecesor musical.  Usted ha hablado de una mímesis compleja.  Manos y boca parecen estar sutilmente relacionadas en el cerebro.  ¿Piensa usted, como Mithen, que hubo una especie de musicalidad, además de teatralidad, en el origen del lenguaje?

Sí. Usé el término “canción rudimentaria” para describir más o menos la misma idea en mi primer libro en 1991. También Darwin sostuvo en principio la misma idea hace más de un siglo.

Las habilidades vocales humanas son una novedad de gran relieve en los linajes primates, y deben de haber surgido muy tempranamente en nuestra evolución, en varias fases. La musicalidad es producto de combinar nuestras especiales habilidades vocales con nuestra igualmente especial capacidad de producir e imitar ritmos. De hecho, nuestra característica habilidad para combinar acciones rítmicas de manos, pies, boca y cuerpo con el sonido es una demostración de cuánto se ha desarrollado nuestro control de los movimientos voluntarios desde el de nuestros antepasados primates del Mioceno hace cinco millones de años.

3.-El lenguaje escrito es la base de una transmisión fiable de la cultura entre las generaciones.  ¿Cómo y por qué empezamos a escribir?

La escritura no fue una invención fácil.  Parece haberse inventado independientemente sólo dos veces, primero en Sumer, después en Mesoamérica.  En ambos casos sufrió un largo período de experimentación antes de que empezasen a aparecer medios de escritura elaborados.  Al principio la escritura fue impulsada por las necesidades del comercio y del gobierno.  Sin embargo, al desarrollarse sus posibilidades se convirtió en un potente medio para refinar el proceso del pensar, y abrió nuevas vías para la expresión artística y el pensamiento racional.  Así que ha llegado a ser mucho maś que un medio de transferencia intergeneracional; se ha convertido en nuestro núcleo creativo.  Es el mejor medio que tenemos para someter a refinamiento y mejora el proceso mismo del pensar.  Es también la base de nuevas áreas especializadas de pensamiento, como la matemática y la música.

4.- ¿Son la cultura y el lenguaje, especialmente el lenguaje escrito, parte de lo que el filósofo Andy Clark llama la mente extendida?  ¿Es la mente moderna algo más que simplemente nuestros procesos cerebrales?

Ciertamente.  El cerebro sigue siendo el núcleo, por supuesto, pero nuestro sistema cognitivo colectivo (por ejemplo los think tanks y corporaciones) ha llegado a ser dominante, y depende mucho del estado de nuestras tecnologías simbólicas.  El lenguaje escrito es un potente medio para externalizar la memoria; esto es, para registrar memorias fuera del cerebro.  Además reestructura el campo cognitivo.  Esto es un avance de gran importancia para los poderes cognitivos colectivos humanos, y nos ha llevado a la Tercera Transición, la fase maś reciente de la evolución cognitiva humana, durante la cual el cerebro humano ha quedado cada vez más englobado en una red cognitiva total conectada a elaborados sistemas de memoria no biológica, como la World Wide Web.  Uso la palabra “exograma” para describir un registro de memoria exterior al cerebro, e contraste con los “engramas” que se refieren a recuerdos almacenados en el cerebro mismo.  Tienen propiedades radicalmente diferentes.  El desarrollo de sistemas exográficos cada vez mas potentes ha proporcionado a la raza humana oportunidades antes inauditas de crecimiento intelectual, y también de autodestrucción.

5.-¿Qué piensa de la memética?

He evitado usar ese término porque parece reificar los “memes” como si tuviesen existencia independiente, cosa que no tienen.  Prefiero la idea de sistema cognitivo “distribuido”, un sistema que está compuesto de una multitud de cerebros.  Los humanos desarrollaron por primera vez la cognición distribuida hace millones de años, para habilidades colectivas coordinadas como la elaboración de instrumentos y el cuidado del fuego; es la principal innovación cognitiva de nuestra especie.  Como consecuencia, puede decirse que nuestras culturas son “de mente compartida”, que comparten recursos mentales.  Tales culturas pueden aprender y adaptarse mucho más rápidamente que los individuos, pero también hacen que los individuos dependan mucho de unirse a una red cultural.  En los últimos dos milenios nos hemos interconectado mucho más con una variedad de dispositivos simbólicos externos, que nos han hecho capaces de recordar, percibir, pensar y tomar decisiones de manera colectiva con mucha más efectividad que nunca antes.  Los “memes”, o recuerdos culturales, fluyen en este sistema colectivo de maneras complejas, pero no son independientes del sistema.  Hay muchas clases de memoria cultural y, al cabo, no estoy seguro de que el término “memes” añada gran cosa a las palabras que ya tenemos para describir la cultura y sus muchos artefactos cognitivos.

6.-Se ha dicho que la evolución es chapucera, pues trabaja sobre lo que se ha hecho antes, lo que resulta en estratos.  Esto puede verse en el cerebro, con sus capas sucesivas; pero, según piensa usted, también en la consciencia y en la mente, ya que conservamos nuestras consciencias episódica, mimética, mítica y teorética en un solo envoltorio.  ¿Qué clase de errores cognitivos, de contradiciones, de conflictos, diría usted que crea el que cohabiten en nuestras mentes?

¡Buena pregunta, y no puedo responder aquí con brevedad! Mis libros tratan la cuestión con más detalle.  La coevolución de cerebro y cultura ha sido conservadora, lo que significa que tiende a retener progresos anteriores, así que el “organismo” cognitivo-cultural humano ha dado en ser complejo y de múltiples estratos.  Un sistema tal requiere regulación.  He dado en interesarme mucho en la religión tradicional como el primer sistema formal importante de regulación cognitiva inventado por los seres humanos.  Como tal, fue un desarrollo crucial en el establecimiento de los parámetros de la regulación socio-cognitiva humana.  Las religiones tradicionales eran “mítico-miméticas” en su estilo de regulación.  Esto ha sido sustituido por un sistema mucho más complejo, que he llamado cultura “teorética”.  Subordina a la religión tradicional, hasta cierto punto, pero la religión sobrevive porque, en ciertos dominios, es mucho más efectiva que la Cultura Teorética.

7.-¿Fue el origen de la mente moderna un fenómeno gradual, del todo explicable por los mecanismos biológicos de la selección natural?  ¿Pudo haber habido en algún momento un “monstruo prometedor”?

Sí y No.  Sí, fue producto de una evolución gradual puntuada ocasionalmente por períodos de cambio acelerado.  Pero no, no hubo monstruos prometedores.  No hizo falta; las culturas de mente compartida fueron una innovación tan radical que cambiaron la dinámica de la evolución humana, desplazando gradualmente el impulso del cerebro a la cultura.

8.-¿En qué trabaja ahora?  ¿Cuál es su máximo reto intelectual?  ¿Cuál el misterio que soñaría con desvelar?

Averiguar adónde vamos, y en qué nos estamo convirtiendo.  Lo intentaré pero, por supuesto, es difícil; ¡y en esto no me engaño!

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