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¿Por qué reina el caos?

Manuela Martínez | Anoche me fui a dormir saturada del serial de Bárcenas y del papelón que están protagonizando Rajoy, su gobierno y los líderes del Partido Popular. Los afiliados y afiliadas y sus simpatizantes, imagino que se sentirán tan engañados como nosotros o incluso más, así es que los eximí de responsabilidad en el hartazgo que me produce el trasiego de su basura en los medios de comunicación y las redes sociales.

Caos

Esa misma mañana, leyendo la entrevista a Antonio Hernando en El País, quise encontrar una explicación a tanto desorden y pensé ¿será que la culpa de todo lo que está pasando la tienen los genes que hemos heredado de nuestros antepasados primates? No son pocos… compartimos con ellos entre el 80 y el 90 por ciento de nuestros genes, pero ¿qué pasa con el otro 10-20 por ciento? Francamente, creo que están neutralizados, los tienen contra las cuerdas, y por eso reina el caos a todos los niveles, dentro y fuera de nuestras fronteras.

Por ejemplo, ¿cómo entender que se esté extendiendo la desigualdad en Europa a causa de las recetas anti crisis y no se haga nada por revertir esta situación? Y lo que es peor ¿cómo pueden los gobiernos que provocan la desigualdad castigar a los ciudadanos excluidos por sus políticas de austeridad? Y aquí encontré dos noticias que me arrancaron el alma… una en Grecia, cuna de la democracia, otra en Francia, cuna de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Y me arrancaron el alma porque, además, vi cierto paralelismo con lo que está ocurriendo en España con determinados colectivos y/o en determinados territorios.

En Grecia la crisis se está saldando con bolsas de pobreza y exclusión social cada vez más preocupantes. La miseria en las que viven muchos de los excluidos sociales (prostitutas, toxicómanos, indigentes e inmigrantes sin papeles), están provocando la aparición de patologías que ya se creían erradicadas, como la tuberculosis, la malaria, la polio, la hepatitis o la sífilis. También ha aumentado de manera muy preocupante el número de contagios del sida, un 200% desde 2011, debido a los recortes en prevención y seguimiento de la enfermedad.

¿Y cómo responde el gobierno griego a esta situación? En lugar de proteger a los ciudadanos más vulnerables, ofreciéndoles oportunidades para vivir con dignidad y facilitando su acceso universal y gratuito a la sanidad pública, los persigue. De hecho, se ha sacado de la manga un decreto sobre “restricción de las enfermedades infectocontagiosas” que permite a la policía detener a cualquier persona para someterla obligatoriamente a las pruebas de detección que consideren oportunas. El año pasado, sin ir más lejos, metieron en la cárcel a varias prostitutas portadoras del VIH. Bombas sanitarias las llamaron… Armas de destrucción masiva llamaría yo a sus gobernantes.

Y en Francia ya no hay libertad ni igualdad ni fraternidad para los gitanos y nómadas, y no sólo en las ciudades con alcaldes xenófobos de derechas. Desde 1969 se les considera “gentes de viaje” pero no les ponen fácil la libre circulación por el territorio francés y les restringen el acceso a derechos fundamentales, como el de la vivienda, sanidad, trabajo, escuela y derechos sociales. Para el gobierno francés, es más fácil expulsar a los gitanos que ocupen terrenos ilegales que obligar a los ayuntamientos a cumplir una ley de 1990 que implica construir pequeñas áreas de acogida y otras más grandes de paso para los gitanos viajeros.

Esa es su forma de colocarlos al margen de la sociedad y los derechos, su forma de descargarse de la responsabilidad de integrarlos, en palabras del antropólogo Michel Agier. Y tiene toda la razón.

¿A que habéis encontrado los paralelismos a que me refería antes?

Difícil controlar este caos social cuando los políticos encargados de poner orden, se dejan llevar por los genes de sus antepasados primates.

Y a todo esto, el número dos del Senado Italiano llama “orangután” a una ministra ¿Será que no tienen suficiente cultura y educación?.

@Manuela_MJ

Un comentario

  1. ¿Abandonada la vía entreabierta por Kant a propósito de la conciliación de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, debemos renunciar a la aplicación integral del lema en cuestión, que –condenado al fracaso- sólo sería una utopía más? Si las circunstancias políticas actuales lo hacen impracticable, si la filosofía no proporciona el hilo conductor, restaría únicamente preguntarnos por su génesis, en un intento por discutir el lema en su contexto, es decir, en medio de sus circunstancias históricas originales, y que en particular remiten a la masonería.

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