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Los inicios de la globalización (1971 – 1978) y el protagonismo de EE.UU.

Rafa Rodríguez

 

A) INTRODUCCIÓN A LA GLOBALIZACIÓN (1971 – 2008)

  1. Los treinta gloriosos

La etapa que va desde el final de la segunda guerra mundial hasta el inicio de la globalización (1945 – 1970), calificada por Jean Fourastié como los “Treinta Gloriosos”, se sustentaba en el sistema financiero internacional acordado en la Conferencia de Bretton Wood (julio de 1944).

Bretton Woods había establecido la arquitectura financiera internacional para la postguerra, basándola, por una parte, en el dólar estadounidense como la moneda de reserva del mundo, con la garantía de que cualquier país podía convertir sus dólares en oro y, por otra, en el sistema de paridades fijas entre las principales monedas del mundo.

Esta etapa se caracterizó por:

a) La guerra fría era el contexto general que condicionaba los principales acontecimientos de la época.

b) La recuperación de los países capitalistas occidentales, tanto por el crecimiento económico y del empleo, como por la construcción del “Estado del Bienestar” en los países del centro y norte de Europa, gracias al “consenso Keynesiano”, basado en el protagonismo de la política presupuestaria.

  1. La crisis de EE.UU. a finales de los años sesenta

A finales de los años sesenta del pasado siglo EE.UU. entra en crisis y ve peligrar su hegemonía mundial, tanto por causas económicas como políticas:

a) Las causas políticas:

a. Las movilizaciones en torno al 68 de trabajadores, estudiantes, mujeres y minorías raciales, que demandaban más libertad y más igualdad, amenazando tanto al sistema capitalista en el mundo occidental, tras los avances sociales durante los treinta gloriosos, como al bloque de la URSS, por su carácter totalitario del régimen.

b. EE.UU. había invadido Vietnam en 1964 pero, tras la ofensiva del Tet (1968), la guerra cambió de rumbo, generalizándose la idea de la derrota tanto en el ejército como en el pueblo americano. Nixon, tras ser elegido presidente (1969), comenzó la retirada progresiva de sus tropas, presagiando la derrota definitiva de EE.UU. y la rendición del gobierno de Vietnam del Sur.

c. Partidos socialdemócratas europeos habían incorporado a sus programas importantes propuestas para democratizar la economía, incluidos los controles sobre las corporaciones multinacionales y las inversiones extranjeras, la planificación pública mediante acuerdos con los sindicatos, la nacionalización de la banca y la extensión de los controles sobre los tipos de cambio y los flujos de capital.

d. El avance de los movimientos de liberación nacional, la victoria de Allende en Chile en 1970 y el auge de la organización de los países no alineados. Los países no alineados lograron formar mayorías abrumadoras en la Asamblea General de NN.UU. aprobando resoluciones que inquietaban a EE.UU.

b) Las causas económicas:

a. Los países occidentales atravesaban una profunda crisis económica por la creciente especulación contra el dólar, la disminución en la rentabilidad del capital, la caída en la tasa de crecimiento, nuevas presiones inflacionarias, el aumento del paro (estanflación) y otros desajustes económicos y sociales,

b. En mayo de 1971 la economía estadounidense padecía, por vez primera, desde el final de la segunda guerra mundial, un saldo negativo en la balanza comercial y un elevado déficit fiscal, lo que afectaba al núcleo del sistema de Bretton Woods, que se basaba en el reciclaje del superávit americano en Europa y Asia.

c. Los principales bancos centrales estaban convirtiendo sus dólares en oro a un ritmo desenfrenado, drenando las reservas de oro de EE.UU.

  1. Una nueva época

Tras la crisis del modelo de crecimiento de los “treinta gloriosos” comenzó la reconfiguración del poder económico internacional a través de un ambicioso programa que tenía como eje la mundialización económica, mediante una integración más estrecha de los agentes económicos, bajo el dominio de EE.UU.

La globalización (1971 – 2007) y su crisis (2008 – 2022) es el periodo en la evolución del capitalismo que constituye el ciclo histórico en el que está inserta nuestra realidad social actual. Aunque estemos viviendo sus crisis, sin la comprensión de su naturaleza y su dinámica de la globalización no podríamos entender la complejidad de nuestro tiempo.

La globalización se inicia a principios de los años setenta del pasado siglo, mediante el impulso unilateral de EE.UU. que sustituye de forma abrupta el sistema financiero internacional pactado en Bretton Wood, convirtiendo al dólar en una moneda fiduciaria.

EE.UU. construye, a lo largo de casi cuatro décadas, una inédita arquitectura global sobre el dólar, como eje del nuevo sistema financiero, que cambia radicalmente la situación política, económica, social, tecnológica y ambiental del planeta.

La nueva organización económica logra articular nuevas estrategias de acumulación de riqueza de forma más centralizada a nivel mundial, lo que le otorga a las élites globales capitalistas, organizadas en torno a EE.UU. acceder a fuentes de ganancias extraordinarias.

  1. El cambio de modelo

La globalización permite:

a) El aumento del poder de los EEUU y de sus aliados frente al bloque socialista y los países llamados entonces “tercer mundo”.

b) Frenar las reivindicaciones de la oleada de movilizaciones populares de libertad e igualdad que tuvieron lugar en torno al 68.

c) Potenciar al capital financiero antes que al capital productivo, a través de desreglamentaciones, privatizaciones, la movilidad del trabajo y del capital y la austeridad fiscal, tanto en el interior de los Estados como, sobre, todo en el ámbito internacional, para aumentar los rendimientos y beneficios del capital.

  1. Etapas

a) 1971 – 1978. Los inicios

EE.UU. se encontraba a principios de los años setenta del pasado siglo en una complicada situación política y económica. En esta coyuntura, Nixon decidió unilateralmente la sustitución del sistema de Bretton Wood por un nuevo orden económico internacional aprobando la conversión del dólar en una moneda fiduciaria, sin respaldo material, y la libre circulación de capitales.

En la coyuntura extraordinariamente convulsa y dinámica de la década de los setenta, la globalización logra imponerse modificando la posición de los actores internacionales en el contexto de la guerra fría.

b) 1979 – 1988. El despliegue

En la década de los ochenta los gobiernos de Reagen y Teatcher consolidaron la globalización, logrando establecer la hegemonía del neoliberalismo, aunque ya en esta etapa la globalización mostró su inestabilidad endémica.

La Ronda Uruguay (1986 – 1993) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) apuntaló el nuevo orden transnacional con el acuerdo sobre los derechos de propiedad intelectual, que proporcionaba el monopolio de rentas a las compañías multinacionales.

c) 1989 – 2000. El auge

La desaparición de la URSS, el impulso de la tecnología de la información y las comunicaciones, y el Consenso de Washington, que definió las reglas de la economía para el mundo postsoviético, representan el periodo de auge de la globalización. El desarrollo tecnológico en torno a Internet, focalizado en Silicon Valley, supone un cambio radical expandiendo la globalización a todas las esferas de la economía y la vida social.

Esta etapa es también la del comienzo de las movilizaciones globales contra la destrucción ecológica y el de las importantes crisis económicas que ponen de manifiesto la debilidad de las bases de la globalización.

d) 2001 – 2007. Eclosión y crisis del modelo

El poder de EE.UU. se debilita por el atentado torres gemelas y la invasión de Afganistán e Irak, así como por el ascenso de otros actores en el plano internacional, como China, la UE, la Rusia de Putin o la India, plenamente insertados ya en la estructura económica y financiera mundial, lo que hacen posible el auge de las cadenas globales de valor, al tiempo que reivindican un nuevo protagonismo.

Mientras tanto, la crisis ecológica se agudiza, así como la inestabilidad económica que termina por manifestarse con toda su intensidad en la crisis de las hipotecas subprime, hasta el punto que, a partir de 2008, hemos entrado en un nuevo periodo en la evolución de la sociedad capitalista, el de crisis de la globalización.

 

B) LOS INICIOS DE LA GLOBALIZACIÓN. EL CAMBIO DE MODELO (1971 – 1978)

  1. La respuesta de EE.UU. ante la situación política y económica

EE.UU. a principio de los setenta, estaba perdiendo la guerra del Vietnam y experimentando, por vez primera, déficit en la balanza comercial y fiscal. Las consecuencias de la guerra Árabe – Israelí de 1973, provocaron un aumento de la inflación y el desempleo en las economías de EE.UU. y Europa occidental, el estancamiento económico por la subida de los precios del petróleo, y un aumento de la contestación social, tanto en los propios EE.UU. por las protestas por la guerra de Vietnam y las movilizaciones de trabajadores, estudiantes, minorías raciales y feministas, como en todo el planeta por el auge de los movimientos de liberación nacional y de los países no alineamos, y por el triunfo de gobiernos que defendían alternativas de socialismo democrático, tanto en Europa como en Latinoamérica, mientras que la construcción europea avanzaba con paso firme.

En esta coyuntura Nixon decidió sustituir el sistema de Bretton Wood (1971) y eliminar las restricciones a los movimientos de capitales (1975), para construir un nuevo orden económico internacional sustentado en el dinamismo del capital financiero.

Kissinger, en el plano de la política internacional, consiguió transformar las posiciones de sus principales protagonistas de la guerra fría mediante el acuerdo de Paz sobre Vietnam, la distención con la URSS, el inicio de conversaciones con China, el pacto con Arabia Saudí, el apoyo a la ampliación de la CEE, como escudo frente a los Estados del Pacto de Varsovia, o la debilitación del movimiento de países no alineados.

Al mismo tiempo, EE.UU. llevó a cabo una política de aniquilación frente a las alternativas socialistas democráticas ya sea ejerciendo la presión económica, como en el caso del gobierno Wilson en el Reino Unido, o propiciando golpes de Estado como el que organizó contra el gobierno de Salvador Allende.

Sin embargo, movimientos sociales como el feminismo y el ecologismo fueron adquiriendo fuerza y protagonismo internacional, cuestionando, desde sus inicios, el sistema de la globalización.

  1. La decisión de Nixon del 15 de agosto de 1971

Nixon, al término de su primer mandato, aprobó unilateralmente, el 15 de agosto de 1971 (Nixon Shock), acabar con el régimen de libre convertibilidad del dólar en oro, el pilar central sobre el que pivotaba el sistema pactado de Bretton Wood.

También se acogió al capítulo del GATT sobre medidas de emergencia en caso de crisis de balanza de pagos e impuso una sobretasa arancelaria del 10 por ciento sobre todas las importaciones.

  1. El May Day de EE.UU.

Nixon, a pesar de encontrarse ya en la fase terminal del escándalo del Watergate que culminaría con su dimisión el 9 de agosto de 1975 y su sustitución por Gerald Ford, aprobó, el 1 de mayo de 1975 (el May Day), la abolición de todos los controles de divisas sobre los movimientos de capitales hacia y desde EE.UU. permitiendo la entrada de capital extranjero, lo que supuso un paso irreversible en el proceso de impulso de la globalización.

  1. La historia financiera del mundo cambió para siempre

El nuevo sistema convirtió, de facto, al dólar en la moneda reserva global sin referencia a ningún otro valor, como una moneda 100% fiduciaria, y generalizó un régimen de divisas de tipos de cambio flotantes, frente al sistema de paridades fijas de Bretton Wood, eliminando las restricciones al libre flujo de capitales a lo largo y ancho del planeta[1].

Por primera vez, el sistema monetario mundial se basaba en un régimen de moneda fiduciaria, donde la aceptación de la moneda dependía de la credibilidad del emisor, en este caso de EE.UU. por lo que desaparecieron las restricciones a la cantidad de moneda que el Tesoro de EE.UU. podía emitir, permitiendo incrementar el endeudamiento sin ningún límite referencial y la expansión de la oferta monetaria.Las decisiones de Nixon pusieron al capital financiero en el centro del nuevo sistema económico internacional.

 

C) EL COMIENZO DE LA GLOBALIZACIÓN: LA CONVULSIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE LA DÉCADA DE LOS SETENTA

  1. El movimiento de los países no alineados

En septiembre de 1970, el movimiento de los países no alineados (MPNA), celebró la Conferencia Cumbre de Lusaka, impulsada por Tito, con la participación de 54 países miembros, 8 observadores y representantes de Comités de Liberación de territorios no independientes.

En Lusaka se aprobaron dos Declaraciones importantes en la que se establecían las normas de cooperación económica entre los países miembros y las bases del desarrollo de la cooperación regional: La Declaración sobre la paz, la independencia, el desarrollo, la cooperación y la democratización de las relaciones internacionales, contra el colonialismo y el racismo y a favor del aumento de autoridad de la Asamblea de la ONU, y la Declaración sobre la no alineación y el progreso económico.

En la siguiente Conferencia, celebrada en Argel en septiembre de 1973, el MPNA ya suma 75 miembros. En esta Conferencia se debatió sobre las injusticias del imperialismo y la situación de los países en vías de desarrollo.

El MPNA alcanzó su techo en la VI Conferencia Cumbre, celebrada en La Habana en 1979, en la que participaron 96 miembros, 9 observadores y 10 los invitados. A partir de entonces, el movimiento va perdiendo fuerza y cohesión y el colapso del Bloque del Este sumió al MPNA en una crisis que ha llegado a amenazar su propia existencia.

  1. Primeros tratados con la URSS

En mayo de 1972, la Unión Soviética y EE.UU. firmaron, por vez primera, sendos Tratados de limitación de armas, como un paso decisivo en la política de distención, ya que ambas potencias consideraron, por diferentes motivos, que una relajación de las tensiones favorecía sus objetivos a largo plazo, ante la contestación que estaban viviendo en sus respectivos bloques.

El 25 de mayo, firmaron el Tratado de Antimisiles Balísticos (ABM), que impedía el despliegue de armas nucleares en el espacio y limitaba los sistemas de misiles antimisiles y un día más tarde, el 26 de mayo, firmaron el tratado SALT-1, que limitaba el número de armas estratégicas intercontinentales con más de 5.000 kilómetros de alcance.

  1. Las denuncias de los límites del crecimiento

La conciencia sobre los límites del crecimiento y los avisos a la insostenibilidad del crecimiento continuo, irrumpió, a principios de los años setenta, con dos publicaciones seminales, cada una en uno de los dos bloques de la guerra fría.

En 1972, Donella Meadows, biofísica y científica ambiental especializada en dinámica de sistemas, alertó de la incompatibilidad entre el crecimiento continuo y los límites biofísicos del planeta como directora del informe “Los límites del crecimiento”, encargado al MIT por el Club de Roma, que fue publicado poco antes de la primera crisis del petróleo.

Wolfgang Harich, (1923 -1995), filósofo y militante comunista de la RDA nacido en Königsberg, que cumplió ocho años de prisión por defender la democratización de la República Democrática Alemana siguiendo el espíritu de la revolución húngara de 1956, publicó en 1974 “¿Comunismo sin crecimiento?”. Harich compartía con el informe “Los límites del crecimiento”, la convicción de que era preciso limitar el crecimiento económico para evitar mayores destrozos en la biosfera. Harich puso de manifiesto la urgencia del comunismo “no sólo para el establecimiento de una vida mejor, sino incluso para la salvación y aseguramiento de la vida misma”[2], porque los límites al crecimiento eran incompatible con la reproducción ampliada del capital como dinámica básica sustentadora del orden económico y social del capitalismo.

  1. El inicio de conversaciones de EE.UU. con China y el acuerdo de Paz sobre Vietnam

Para hacer viable la globalización, EE.UU. necesitaba acabar con su intervención en la guerra de Vietnam y aislar a la URSS de China.

La República Popular de China había ingresado en la ONU, tras la Resolución 2758 (XXVI) de la Asamblea General adoptada el 26 de octubre de 1971. En febrero de 1972, Nixon viajó a Pekín, Hangzhou y Shanghái. Al término del viaje, los gobiernos de EE.UU. y la República Popular China firmaron el Comunicado de Shanghái, un documento que sentaba las bases de las nuevas relaciones bilaterales chino-estadounidenses.

Nixon inició conversaciones con la República Democrática de Vietnam para pactar su retirada de la guerra, que culminarían en enero de 1973, con el acuerdo de paz de París, a partir del cual Vietnam del Sur luchó solo contra el Ejército de Vietnam del Norte hasta la derrota final de aquel.

  1. La ampliación de la Comunidad Económica Europea de 1973 y el proceso de democratización de los países del sur de Europa

La primera ampliación de la entonces CEE tuvo lugar en 1973, con la incorporación de Irlanda, Reino Unido y Dinamarca. Al mismo tiempo la Comunidad adoptó nuevas políticas comunes en materias social, regional y de medio ambiente, lo que supuso un importante avance en el proceso de construcción de la unidad europea.

Mientras, en Europa del sur comenzaba un proceso democratizador, que no era ajeno a la dinámica de consolidación de la Comunidad Económica Europea, en los países que estaban bajo dictaduras.

Portugal protagonizó la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 que restauraba la democracia poniendo fin a casi cincuenta años de Dictadura y facilitaba, antes de concluir 1975, la independencia de Angola, Guinea-Bisáu y Mozambique.

En 1974, Grecia restableció la Constitución de 1952 y consiguió la liberación de los presos políticos, la legalizaron de los partidos y la celebración de las primeras elecciones democráticas tras la dictadura. El 8 de diciembre, un referéndum terminó definitivamente con la monarquía y proclamó la República.

En España, la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, dio paso a la descomposición de la dictadura y a un proceso de transición democrática hasta la aprobación, en referéndum el 6 de diciembre de 1978, de la Constitución española.

  1. El golpe de Estado de Pinochet (11 septiembre de 1973)

El Gobierno de EE.UU. organizó el golpe de Estado contra Allende para evitar que su ejemplo de un socialismo que llegaba al poder mediante vías democráticas, pudiera ser imitado por otros países.

En 2020 han salido a la luz documentos del Archivo de Seguridad Nacional estadounidense que registran el propósito deliberado de EE.UU. derribar a Allende. En ellos consta que Kissinger jugó un papel decisivo advirtiendo a Nixon que: “Chile podría terminar siendo el peor fracaso de nuestra Administración: ‘nuestra Cuba’ en 1972” o que “El ejemplo de un exitoso Gobierno marxista electo en Chile seguramente tendría un impacto, e incluso un valor precedente, para otras partes del mundo, especialmente en Italia. La propagación imitativa de fenómenos similares en otros lugares a su vez afectaría significativamente el equilibrio mundial y nuestra propia posición en él”[3].

  1. La guerra árabe-israelí de octubre de 1973, la crisis del precio del petróleo y el pacto EE.UU. – Arabia Saudí

La guerra entre la coalición de países árabes liderados por Egipto y Siria e Israel tuvo lugar entre el 6 y 25 de octubre de 1973. La guerra duró apenas 13 días y concluyó con una victoria israelí en el plano militar, aunque en el político los resultados fueron más complicados. Las partes aceptaron la Resolución 338 del Consejo de Seguridad de NN.UU. que pedía el alto el fuego, el cumplimiento total de la Resolución 242 del Consejo de Seguridad y el inicio de conversaciones de paz.

En relación con el proceso de inicio de la globalización, las consecuencias de la guerra fueron triple:

a) Las conversaciones de paz se convirtieron en un pulso entre la URSS y EE.UU. que habían apoyado, respectivamente, a la coalición de países árabes y a Israel. Kissinger consiguió marginar a la URSS y reanudar las relaciones diplomáticas con Egipto, desbloqueando la posición de EE.UU. en Oriente Medio

b) Los países de la OPEP impusieron el 16 de octubre de 1973 una significativa subida de los precios del petróleocomo represalia por la Guerra. Durante los siguientes seis meses, el precio del petróleo se cuadruplicó, pasando de 3.62 dólares por barril a 15.50. Se desencadenó así una crisis económica para los países importadores del crudo, cuya industria energética dependía en gran parte del petróleo, provocando un aumento de la inflación y el desempleo en las economías de EE.UU. y Europa occidental, que se estancaron.

c) Ante el aumento de los ingresos de los países de la OPEP a consecuencia de las subidas del precio del petróleo, EE.UU. llegó a un acuerdo con Arabia Saudí para negociar que el barril de petróleo se nominase en dólares, a cambio de armas americanas y la protección militar de los campos petrolíferos sauditas.

Los países de la OPEP al vender en dólares el petróleo apoyaron al dólar estadounidense como una moneda fiduciaria, sin respaldo en el patrón oro, lo que facilitó el reciclaje de abundantes petrodólares y el abaratamiento de las condiciones de financiación mundial.

  1. La confrontación entre el sistema inicial de la globalización y las alternativas socialdemócratas

En el Reino Unido, en 1974, una huelga de mineros y trabajadores de la construcción había provocado la caída del gobierno conservador de Edward Heath. Harold Wilson ganó las elecciones con un programa de reformas sociales en educación, salud, vivienda, igualdad de género, controles de precios, pensiones, disposiciones para personas con discapacidad y pobreza infantil, la reducción del gasto militar, subida del impuesto sobre la renta de los que más ganaban (aumentó al 83%) y un referéndum sobre la continuidad del país en las Comunidades Europeas, en las que se había integrado en 1973 bajo el anterior gobierno conservador. En la consulta, celebrada el 5 de junio de 1975, se aprobó la continuidad comunitaria con un 67 % de votos favorables y un 65 % de participación.

Los poderes económicos reaccionaron con un feroz asalto contra la Libra Esterlina en un contexto económico de inflación (cuya tasa alcanzó el 29,6% en 1976), crisis del petróleo y desempleo[4]. Wilson anunció su dimisión como primer ministro el 16 de marzo de 1976 y Healey, su Ministro de Hacienda, se vio obligado a solicitar un crédito al FMI para detener la caída de la Libra a pesar de las durísimas condiciones del organismo internacional.

Las condiciones del préstamo del FMI en 1976, incompatibles con los acuerdos de Bretton Woods, impusieron al Gobierno laborista, que defendía aumentar el gasto público para el pleno empleo, priorizar la estabilidad de los precios y la inversión privada, como objetivos de la política económica, lo que supuso una victoria de las políticas de la globalización a favor del capital financiero internacional.

  1. La Declaración de Derechos y Deberes Económicos de los Estados

El 14 de diciembre de 1974, la Asamblea General de NN.UU. aprobó, por 120 a favor, 6 en contra (EE.UU. Gran Bretaña, la República Federal de Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Dinamarca) y 10 abstenciones, la Declaración de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que otorgaba a los países el derecho a regular y ejercer su autoridad sobre las inversiones extranjeras y sobre las corporaciones multinacionales y nacionalizar, expropiar o transferir la propiedad de agentes extranjeros, lo que suponía una impugnación en toda regla a la embrionaria globalización.

  1. El auge internacional del feminismo

La primera conferencia mundial sobre la mujer se celebró en Ciudad de México en 1975. En ella participaron representantes de 133 gobiernos de los que 113 estaban encabezadas por mujeres. También se organizó la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, con unos 4000 participantes, y un foro paralelo de organizaciones no gubernamentales al que asistieron 6.000 representantes, que marcó la apertura de las Naciones Unidas a las organizaciones no gubernamentales.

En la Conferencia se definió un plan de acción mundial para la consecución de los objetivos del Año Internacional de la Mujer, poniendo en la agenda de la comunidad internacional la discriminación de género como un problema persistente en el mundo.

La Conferencia, junto con el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985) proclamado por la Asamblea General cinco meses después a instancias de la Conferencia, inició una nueva era en los esfuerzos mundiales para promover un diálogo mundial sobre igualdad de género, identificando tres objetivos para el Decenio sobre la igualdad, la paz y el desarrollo:

  1. Plena igualdad de género y eliminación de la discriminación de género;
  2. La integración y participación plena de la mujer en el desarrollo;
  3. Una mayor contribución de las mujeres al fortalecimiento de la paz mundial.

La Conferencia instó a los gobiernos a formular estrategias, metas y prioridades nacionales. Condujo al establecimiento del Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW) y del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), los cuales se fusionaron posteriormente, junto con otras dos entidades de las Naciones Unidas, en 2010, para formar ONU Mujeres[5].

11. Comienza en China la era Deng Xiaoping (1978 – 1989)

Tras la muerte de Mao, ocurrida en septiembre de 1976 y tras dos años de pulso frente a la llamada Banda de los Cuatro capitaneada por la viuda de Mao, Deng Xiaoping consiguió imponerse en el Comité Central del PCCh, en diciembre de 1978, y desarrollar su proyecto político y económico abriendo paso al mercado, la autonomía empresarial, los nuevos derechos sobre la tierra, la inversión exterior o la diversificación de propiedades y, sobre todo, a la apertura al exterior[6].

Su política exterior se basó en un acercamiento a EE.UU. y un distanciamiento de la URSS. conectando los inicios de contactos con EE.UU. que el propio Mao había iniciado frente a lo que consideraban ambos que era un enemigo común, la URSS, ya que, según la teoría de los tres mundos, aunque consideraba que “los enemigos principales de los pueblos del mundo son las dos superpotencias imperialistas, los EE.UU. y la URSS. esta es, en particular, la más agresiva de las dos superpotencias”.

 

D) EL LIDERAZGO POLÍTICO DE EEUU EN EL IMPULSO DE LA GLOBALIZACIÓN

  1. Los Estados son un componente interno de la sociedad capitalista. EE.UU. como constructor de la globalización

El orden económico internacional que nació en Bretton Wood o el de la globalización no son productos “de la evolución natural de la economía” sino resultados de decisiones políticas de los Estados que tienen una posición de dominio en la jerarquía mundial.

La globalización fue una iniciativa política de EE.UU. que rompió unilateralmente el sistema financiero organizado tras la II Guerra mundial, apoyado en su potencial económico, militar y tecnológico. Fue la decisión política de Nixon, favorecida por Wall Street y las multinacionales, e implementada por la acción exterior de Kissinger, la que instauró el nuevo sistema financiero que sustituyó al sistema de Bretton Wood.

Aunque el neoliberalismo ha proclamado que la globalización era un proceso “natural” de la evolución económica y social que liberaba a los mercados de la tutela de los Estados para ganar en eficacia, la globalización no ha hecho menos Estado, sino que ha reconfigurado las relaciones entre las grandes corporaciones con los poderes públicos para articular un nuevo sistema de jerarquización territorial en cuyo vértice está EE.UU.

  1. El nuevo papel de la deuda

La abolición del sistema monetario internacional nacido de Breton Wood, con la nueva condición del dólar como moneda fiduciaria, la supresión de los controles para la circulación del dinero y del capital y la desregulación de actores, productos y transacciones en todo el universo financiero (bancos, mercados, paraísos fiscales, etc.), le proporcionaron un nuevo papel al dinero y a la deuda como motor económico, transformando al propio capitalismo en un sistema económico cada vez más centrado en producir dinero a partir del dinero.

La expansión de la demanda agregada se basó no ya en los salarios, como preveía Keynes, sino en las rentas futuras (deudas) a través de nuevos mecanismos monetarios como las tarjetas de créditos, con el nacimiento en 1976 de la Visa y de MasterCard en 1979.

La banca fue asumiendo nuevas funciones, proporcionando créditos para bienes de consumo duradero a los hogares. Las familias pudieron adquirirlos por el aumento de la capacidad de consumo, por la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo, y por el régimen de endeudamiento que iba abarcando los principales activos de las familias, la vivienda y las pensiones, lo que permitía que el consumo aumentara más que la renta disponible.

  1. El dólar como moneda reserva mundial, eje del nuevo sistema financiero internacional

Una moneda necesita un sistema político que le proporcione aceptación por todos los agentes económicos, más aún cuando, en este caso, se trata, por vez primera en la historia, de una moneda 100% fiduciaria que, además, desempeña la función de moneda reserva mundial.

EE.UU. por su poder financiero, militar, tecnológico y cultural se convirtió en el “macroestabilizador global”, proporcionando respaldo político y seguridad, como productor y controlador público del dólar, por lo que la moneda americana se transformó en el último anclaje del sistema económico internacional y la FED en “el auténtico banco central del mundo”, asumiendo el papel estratégico de gestionar la diversificación de los riesgos.

  1. La situación de ventaja de EE.UU. ante el déficit público y privado

Esa posición de máxima jerarquía en el sistema global provocó que las variables económicas en EE.UU. se comportaran de forma diferente a las de los demás Estados.

Mientras que en el sistema de Bretton Wood las reservas de oro eran el límite material de la oferta monetaria, ahora la emisión de dólares no tenía límites materiales, por lo que solo se regía por las decisiones de la FED y, en última instancia, por el gobierno de EE.UU.

Esta posición hegemónica le permitía a EE.UU. tener un déficit permanente, tanto en la balanza comercial como en las cuentas públicas, ya que era compensado por la demanda internacional de dólares, ya fuera por la de los inversores que acudían a EE.UU. ante la seguridad que les proporciona el dólar, como por la de los demás bancos centrales, que necesitaban dólares para financiar las importaciones, influir sobre el tipo de cambio en el nuevo sistema que había generalizado los tipos flotantes, hacer frente al endeudamiento externo o mantener la confianza en sus monedas. Además, los inversores y los demás bancos centrales seguían comprando los bonos del Tesoro de E.UU. porque les interesa evitar que el dólar cayera demasiado ya que sus economías eran en gran parte dependientes de las exportaciones e importaciones a EE.UU.

En estas circunstancias ni el déficit público ni el privado inquietaba a los poderes económicos. El público, además, no iba para gastos sociales sino para gasto militar y reducción de impuesto a los más ricos. El privado constituía una de las bases del estímulo al crecimiento global: los productos importados servían para suministrar a las empresas inputs de bajo coste ya que no conllevaban devaluación, mientras que las salidas de capital por inversiones directas beneficiaban a sus empresas multinacionales y atrapaba a las élites económicas y a las poblaciones locales, al generar empleo y actividad económica, originando una red de intereses compartidos.

Así, a pesar de su volumen, el déficit no le causaba a EE.UU. los mismos costes que al resto de Estados, pudiendo multiplicar su base monetaria sin provocar inflación y utilizar el ahorro global a bajo coste.

Con estos déficits sufragó el gasto militar cuyos avances tecnológicos transfería a sus empresas en un círculo de ventaja ya que el poder militar, económico y tecnológico era a su vez el verdadero sustento del dólar. Además, la cobertura militar de EE.UU. a los aliados constituyó un factor de dependencia para éstos de primer orden que muchas veces tenían que pagar en forma de concesiones económicas a cambio de la protección militar.

  1. El control de los agentes económicos internacionales

La posición hegemónica de EE.UU. le permitió controlar a los agentes económicos internacionales:

a) Las multinacionales

La conexión entre EE.UU. y las grandes multinacionales representa una relación fundamental para comprender la vinculación entre lo político y lo económico[7]. Ya desde el inicio de la globalización, las grandes corporaciones multinacionales eran norteamericanas. EE.UU. identificó su propio interés con el de sus grandes corporaciones, beneficiándose económica y políticamente de esta posición, al tiempo que proporcionaba con la globalización una estructura para insertarlas en el nuevo sistema global, junto con otros agentes económicos, Estados y Organismos Internacionales.

La globalización les proporcionó el marco propicio para que multiplicaran exponencialmente su protagonismo como actores decisivos en la esfera internacional. La OCDE, en 1976 emitió una serie de decisiones sobre inversión internacional y empresas multinacionales en las que establecía el compromiso de los gobiernos de conceder un trato no discriminatorio a las empresas controladas por capital extranjero.

La actividad de las empresas multinacionales contribuyó a acelerar y a modificar la evolución en el proceso de división del trabajo y de especialización productiva y tecnológica entre los países y en el interior de los mismos, aumentando la dependencia de los Estados que acogen a las filiales de las multinacionales respecto a los Estados donde residen sus empresas matrices, la mayoría en EE.UU.

b) Los organismos Internacionales

La globalización ha transformado radicalmente la función del sistema multilateral económico de las Naciones Unidas, nacido en Bretton Wood.

EE.UU. es el principal accionista del el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), siendo el país con mayor porcentaje de votos en cada una de ellos, a través de las cuales ha defendido la liberalización del comercio y de los movimientos internacionales de capital, al tiempo que lo compatibilizaba con políticas proteccionistas internas.

Al comienzo de la globalización el BM y el FMI fueron relegado por EE.UU. pero, a partir de la presentación del plan Baker[8] de ajuste estructural en Seúl en 1985, se adaptaron a sus nuevas funciones internacionales.

El FMI, del BM y de la OMC, han jugado un papel de primer orden durante el proceso de globalización[9], contribuyendo a imponer políticas que la favorecieran mediante negociaciones y condiciones a favor de los procesos de la liberalización del comercio y las finanzas y la  privatización de los sectores públicos.

c) Las agencias de Calificación Crediticia

A partir de 1970, el sector de la calificación crediticia, monopolizado por las tres grandes agencias Moody’s, S&P y Fitch, todas norteamericanas, comenzó a adoptar cambios e innovaciones importantes que desembocaron en 1975, en la creación de las NRSRO (Organizaciones de calificación estadística reconocidas por EE.UU.).

La Securities and Exchange Commission (SEC), el organismo de EE.UU. encargado de calificar la calidad de los títulos emitidos por las instituciones financieras, delegó las calificaciones positivas en una o varias NRSRO, sin supervisión alguna. La demanda creciente de calificación por parte de los inversores impulsó el crecimiento de las agencias de Calificación Crediticia primero en EE.UU. y luego, a medida que la globalización se iba consolidando, en todo el mundo, aunque siguieron conectadas exclusivamente con la SEC.

  1. La lengua y la cultura como elementos para la hegemonía internacional

El inglés se ha convertido durante la globalización en la lengua franca de los negocios, la tecnología, la cultura y las relaciones internacionales y en un modelo de modernización, a escala mundial, al tiempo que la universalización del inglés como la lengua vehicular ha reforzado la posición hegemónica de EE.UU. en la globalización.

Incluso China en 1978 restableció el inglés en sus programas de estudio y, a principios de los ochenta, lo convirtió en una materia obligatoria para el examen del ingreso universitario.

La globalización ha provocado un proceso de homogeneización en los modos de vida a escala universal, conforme con los cánones que se derivan de la cultura de masas norteamericana.

El lenguaje, la música, las comidas rápidas, las formas de vestir que identifican a los jóvenes, o los espacios urbanos, como forma de transnacionalización de la cultura, se ha producido o canalizado a través de los medios de comunicación de masas, desde el cine de Hollywood hasta las cadenas internacionales de TV, y el comercio internacional, asociados al estilo de vida y a los esquemas de valores y comportamientos dominantes en la cultura norteamericana.

 

NOTAS

[1] Alejandro Nadal. Globalización financiera: las primeras 72 horas

[2] Wolfgang Harich. Debate sobre el libro «¿Comunismo sin crecimiento? Babeuf y el Club de Roma. Mientras Tanto, 30 de junio de 2022.

[3] Rocío Montes. Richard Nixon: “Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo”. El país, 11 noviembre 2020.

[4] “Los Estados son los ‘autores’ de la globalización capitalista”: Entrevista a Leo Panitch. Marxismo crítico. 06 de febrero de 2015.

[5] NN.UU. Conferencias Mujeres e Igualdad de Género.

[6] Xulio Rios. El largo rastro de Deng Xiaoping. El país, 18 de diciembre de 2018.

[7]  Michalet, C. Mondialisation, la grande rupture.

[8] Gowan, P. La apuesta por la globalización.

[9] Solís, J. A. Organización económica internacional y globalización. Los organismos internacionales en la economía mundial.

 

(*) La imagen reproduce una obra del pintor Douglas Coupland

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